Por Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 17 de Abril del año 2012 - 1099
La tiranía acaba de mostrar, una vez más, que tiene un plan perfectamente elaborado para destruir lo que resta de la Argentina tradicional y crear un Estado marxista-leninista. La audacia de las medidas tomadas desde el 2003, una detrás de la otra y todas apuntando al mismo objetivo, demuestran lo que he dicho muchas veces en este periódico o sea, que por detrás de la frivolidad, la mediocridad, la corrupción y la imbecilidad de las caras visibles de esta tiranía, hay un "think tank" marxista formado por especialistas en la toma, el aumento y el mantenimiento del poder estatal que ahora tienen en sus manos y en la imposición de una modificación substancial de la forma social y cultural del país.
Como dijo Alfonso Guerra, el cerebro y el segundo en el gobierno de Felipe González cuando el socialismo tomó el poder en España en 1982: "¡Cuando terminemos nuestro gobierno a España no la reconocerá ni la madre que la parió!"
Efectivamente, cuando González dejó el poder en 1996 a España no la reconocemos quienes la amamos por su catolicismo, sus tradiciones, sus grandes hombres y sus gestas, estando entre las mayores, haber conquistado América para el Evangelio y haber derrotado al comunismo en la Guerra Civil de 1936-1939.
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Algo parecido podría decir Verbitsky o quienquiera que sea el jefe de ese "think tank" que dirige la política en la Argentina. Han pasado más de ocho años desde que los Kirchner usurparon el poder (y más de 60 desde que Perón envenenó el país con su ponzoña de acción retardada) y no hay duda de que quienes la queríamos por sus tradiciones católicas, su cultura, su respeto por el Derecho y por tantas otras cosas que sería largo enumerar, ya no la reconocemos. Esta argentina con minúscula es otra cosa.
Y va a ser peor porque el plan, según se está viendo, es la total sovietización del país. Hacer de la Argentina otra Cuba igualada en la miseria, en la ausencia de Justicia, en la persecución de los buenos argentinos y en el encumbramiento de los peores.
Ayer la usurpadora, dio un nuevo paso en esa línea confiscando YPF, perteneciente a la empresa española Repsol por obra y gracia de las privatizaciones de Menem (otro de la banda peronista que lucró enormemente con aquellas precarias privatizaciones).
Primero le arrancaron un pedazo por medio del testaferro Eskenazi que se quedó con un 25% de las acciones sin pagar un sólo peso. Después vino la política de fijar el precio del petróleo y el gas por debajo del valor real del mercado internacional lo cual desalentó la producción de petróleo que cayó de 43 millones de m3 por año en el 2003 a 29,8 millones m3 en el 2011 ("La Nación", 17/4/2012, pág. 16). En cuanto al gas, al productor local se le pagan u$s 2 por la unidad de medida de venta, pero se importa de Bolivia a u$s 10 y de Qatar a u$s 15 ("La Nación", 17/4/2012, pag.8).
Esto no puede ser un error. Es demasiado obvio. Fue y es deliberado porque es imposible que no se den cuenta que esa diferencia de precios es ruinosa e indefendible. No puede ser otra cosa que un plan de sovietización mediante la miseria, como en Cuba.
La falta de inversión de las petroleras (que se tornaron así culpables del desabastecimiento); el agotamiento de las divisas (que permite cerrar las importaciones con la consiguiente crisis de la industria local que carece de indispensables insumos importados, de remedios para los enfermos y de mil otras cosas); la substitución de la libertad de empresa y de la propiedad privada por las decisiones del Estado encarnado en el arbitrarismo payasesco de Moreno; el empobrecimiento general que les da poder a los sindicalistas para extorsionar a los empresarios y a toda la población con medidas de fuerza brutales y despiadadas, como el cierre de los transportes que afectan a millones de habitantes, más muchas otras situaciones que revelan que el país se cae a pedazos, no pueden ser un mero fruto de la torpeza.
Estoy convencido que esta miseria está siendo deliberadamente provocada porque es más fácil someter a un pueblo al que le faltan muchas cosas para vivir decentemente que a uno que eso no le falta. Ese pueblo va agachando poco a poco la cabeza para que le aten el yugo mientras son los peores los que mandan y lucran.
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Ahora toman YPF por asalto. La usurpadora hizo leer un decreto "de necesidad y urgencia" ayer 16/4 a la mañana por el cual intervino la empresa y casi al mismo tiempo un "comando" presidido por De Vido y Kicillof se presentó en las oficinas de YPF y expulsó a los directores y gerentes dándoles 15 minutos para dejar el edificio ("Clarín", 17/4/2012, pag. 7). En ese mismo tiempo la KGB del régimen se hacía cargo de la "seguridad" y desplazaba a los contratados por la empresa.
Es decir, no fue una expropiación como la prevé el art. 17 de la Constitución Nacional. Fue una ocupación violenta disfrazada de legal. El Estado se quedó con YPF sin pagar un solo centavo, sin declaración de "utilidad pública" sin procedimiento judicial y aunque mandó al Congreso un proyecto de ley de expropiación, no necesita pagar ni un centavo para quedarse con todo ("La Nación". 17$72012, pag.9) es decir que lo más probable es que no pagará nada. .
Se trata pues, de una confiscación al mejor estilo soviético.
Poco les importa a la irresponsable usurpadora y a sus cómplices que el gobierno español proteste y amenace con represalias. Menos aún les importa la Justicia. El Poder Judicial es todo de ellos. En cuanto a España, ¿qué interesa lo que diga un país gobernado por burgueses de centro envuelto en dificultades económicas que la ponen al borde de la quiebra?
En la primera fila del "show" siniestro en el que la usurpadora anunció el atropello, según muestra una foto de "La Nación" en su primera página, estaban los pseudo-jóvenes de "La Cámpora" aplaudiendo y gritando que ellos eran "los pibes" que la iban a apoyar. No hay más que verlos para darse cuenta de que son una banda de oportunistas descarados, que de "pibes" no tienen nada, pero que tienen la suficiente desvergüenza como para apoyar el plan de sovietización que por ahora los está haciendo ricos. Su jefe no es el gordo adiposo y "minus habens" hijo de la usurpadora, sino Kicillof. Este si puede ser el jefe nato de esa caterva, el mejor instrumento de la banda de "especialistas" del marxismo que está detrás de todo este tinglado, haciendo planes.
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En el nro. 1095, del 23/3/12 escribí: "Otro tema que está empezando a hacer carrera es el caso YPF, cuya estrella principal es el mequetrefe marxista que responde al nombre de Axel Kicillof, surgido de la nada de un día para otro, pero con una cara de "maffioso" precoz que anuncia una exitosa carrera política. No sería nada raro que hasta fuera candidato a presidente en un futuro no muy lejano. Semejante hampón ideológico está hecho a la medida de la secta directriz y a la medida del castigo que nos merecemos los descastados habitantes de este país descuartizado."
Acabo de ver al mismo Kicillof, designado interventor de YPF, hablar en el "debate" del Senado sobre la ley de expropiación. Yo estaba en un restaurant en el que no podía oír lo que decía pero era suficiente ver sus gestos.
Durante los 40 minutos que duró mi almuerzo el único que habló fue él. Se sentía dueño de la situación. A su lado el ministro De Vido parecía un mucamo desaliñado. Los senadores ni existían. Kicillof presidía la mesa en "U" y hablaba con una soberbia, una petulancia, una falta de autocensura que hacía sospechar que estaba animado por alguna droga. Ninguno de los presentes o asistentes podía tener alguna duda de que el poder es él y que no importa lo que diga ni las razones con que intente justificar lo que acaba de hacer la tiranía, puesto que nadie se atreverá a objetar ni una línea ni soñar con oponerse. El encarna todo el poder y el objetivo es la sovietización argentina.
Empezando por el descabezamiento de las FFAA a los quince días de usurpar el poder en el 2003 y su posterior desarme, seguido por el asalto a la Corte Suprema, el soborno disfrazado de ayuda social, el fraude sistemático que le da el poder a perpetuidad, el secuestro de 1.000 militares y el homicidio de 200 de ellos en la cárcel, la confiscación de los ahorros de las AFJP, etc. etc., el rumbo de la tiranía no deja lugar a dudas: todos sus caminos conducen a Cuba...
Cosme Beccar Varela
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