En su reflexión televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, recordó que el 25 de Marzo se celebra el Día del Niño por Nacer, una fecha en la cual la Iglesia celebra “la Solemnidad de la Anunciación del Señor. Es decir, del misterio de la encarnación” y leyó la poesía “Criatura que no vendrás”.
“Por tanto, a partir de una verdad de fe, de este hecho; que el Hijo eterno de Dios se hizo hombre en el seno de María y compartió nuestra humanidad, nosotros rescatamos y recuperamos una verdad racional, una verdad natural, que aparece claramente en la conciencia de toda persona de buena voluntad”.
También señaló “que desde el momento de la concepción, es decir, desde el primer instante de la existencia personal de un ser humano, allí hay una vida que tiene un valor incomparable y que no puede ser suprimida. Es esta una verdad natural que nosotros vemos ratificada por la revelación de Dios, y a la cual se refiere el mandamiento “No matarás”.
Sostuvo que “hay datos científicos indiscutibles que explican cómo el cigoto unicelular que se forma por la unión del óvulo con el espermatozoide contiene toda la información genética que ha de desarrollarse en la vida de la persona. Su identidad está marcada desde entonces; allí ha intervenido el poder creador de Dios para infundir un alma inmortal. De allí el valor insuprimible de la vida humana. No se trata de un sentimiento, sino de una razón científica; de la verdad de esta razón ha de brotar el sentimiento consiguiente”.
De inmediato propuso reflexionar sobre lo que significa esto, y “sobre las posibilidades inmensas que se destruyen cuando se impide el crecimiento de una vida humana ya concebida, quiero proponerles la lectura de un poema. Es una poesía de Juan Luis Gallardo, que publica el último número de la revista Gladius, que me parece sumamente incisiva y a la vez muy bella. Se llama “Criatura que no vendrás”.
El poema comienza diciendo: “Criatura que no vendrás a nuestro suelo argentino si el Parlamento aprobara cierto proyecto asesino. Criatura que no entrarás a la fiesta de la vida si dieran fuerza de ley a una reforma homicida, por la cual te negarán la deslumbrante experiencia de correr esa aventura que supone la existencia”.
Adjuntamos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
El próximo viernes 25 celebraremos el Día del Niño por Nacer. Recordemos algo muy interesante: se ha puesto esta fecha para semejante conmemoración, porque el calendario litúrgico nos hace celebrar, ese día, la Solemnidad de la Anunciación del Señor. Es decir, del misterio de la encarnación. El Hijo de Dios se hizo hombre y así dignificó nuestra condición humana.
Por tanto, a partir de una verdad de fe, de este hecho; que el Hijo eterno de Dios se hizo hombre en el seno de María y compartió nuestra humanidad, nosotros rescatamos y recuperamos una verdad racional, una verdad natural, que aparece claramente en la conciencia de toda persona de buena voluntad.
A saber: que desde el momento de la concepción, es decir, desde el primer instante de la existencia personal de un ser humano, allí hay una vida que tiene un valor incomparable y que no puede ser suprimida. Es esta una verdad natural que nosotros vemos ratificada por la revelación de Dios, y a la cual se refiere el mandamiento “No matarás”.
Hay datos científicos indiscutibles que explican cómo el cigoto unicelular que se forma por la unión del óvulo con el espermatozoide contiene toda la información genética que ha de desarrollarse en la vida de la persona. Su identidad está marcada desde entonces; allí ha intervenido el poder creador de Dios para infundir un alma inmortal. De allí el valor insuprimible de la vida humana. No se trata de un sentimiento, sino de una razón científica; de la verdad de esta razón ha de brotar el sentimiento consiguiente.
Para que reflexionemos sobre lo que significa esto, y sobre las posibilidades inmensas que se destruyen cuando se impide el crecimiento de una vida humana ya concebida, quiero proponerles la lectura de un poema. Es una poesía de Juan Luis Gallardo, que publica el último número de la revista Gladius, que me parece sumamente incisiva y a la vez muy bella. Se llama “Criatura que no vendrás”. Dice así:
Criatura que no vendrás a nuestro suelo argentino
si el Parlamento aprobara cierto proyecto asesino.
Criatura que no entrarás a la fiesta de la vida
si dieran fuerza de ley a una reforma homicida,
por la cual te negarán la deslumbrante experiencia
de correr esa aventura que supone la existencia.
Aventura extraordinaria prolongada de tal suerte
que se extiende para siempre hasta después de la muerte.
Aventura que involucra la gran posibilidad
de alcanzar poniendo esfuerzo la eterna felicidad.
Como trágica expresión de un mundo que se derrumba
el vientre de una mujer se transformaría en tu tumba.
Criatura, será posible que te nieguen disfrutar
de la cálida alegría que florece en un hogar.
Que no puedas admirar la figura de tu padre
ni contar con el amparo que siempre brindó una madre.
Que no te dejen jugar, ni concurrir a la escuela,
ni empezar a conocer tu nutrida parentela.
Que te priven de ir al templo y de amar a tu bandera,
de tu manera de ser y de tu cita primera.
De formar una familia, de seguir tu vocación,
de recibir a los hijos que sean fruto de tu unión.
De sentir el apretón de la mano de un amigo
que ya sepa que en las malas se puede contar contigo.
De recorrer el camino con el ritmo de tu paso
desde el principio hasta el fin, desde el alba hasta el ocaso.
De agradecer el comienzo y el fin de cada jornada.
De valorar el ejemplo de cada persona honrada.
De asombrarte contemplando el discurrir de los astros
y la armonía de paisajes donde Dios dejó su rastro.
Te quieren arrebatar la esperanza de vivir.
Roguemos que no consigan su propósito cumplir.
Criatura que no vendrás a nuestro suelo argentino
si el Parlamento aprobara cierto proyecto asesino.