Por Emilio Nazar Kasbo
¿Qué contenidos necesitan los
niños desde las guarderías hasta que egresan del Secundario en materia de
genitalidad, que requiere de tanta carga horaria semanal durante tantos años
para ser explicado? Esto no es más que parte de la degeneración de niños y
adolescentes, que en vez de cultivar virtudes practican la curiosidad generada
institucionalmente… teniendo hijos.
La Argentina vive un plan de degeneramiento masivo de la mano de la Escuela de Frankfurt, que centra en la lujuria la "felicidad" y sentido de la vida humana.
Esto no tiene más explicación y
se demuestra con el caso testigo de un colegio secundario del barrio El Dique,
en Ensenada, donde el profesor de biología les recomendó que miren películas
condicionadas para conocer las "partes genitales del sexo opuesto", a
sus alumnos de 13 años. Claro, conciso y directo: ¿Acaso existe otra fuente
para dar tantas horas de genitalidad a los niños y adolescentes argentinos?
Según reveló la madre de una de
las alumnas, "el docente habría dicho que aquel alumno que a esta edad no
conoce las partes íntimas del sexo opuesto puede pedirle a sus padres que le
muestren una película pornográfica y así también se puede aprender sobre el
tema".
A su vez, la madre de una alumna
dijo que “el docente los habría incitado a ver películas con contenidos
sexuales. Según los chicos, se refirió en términos explícitos a las partes
íntimas y utilizó palabras vulgares para referirse a las zonas genitales”.
Padres de alumnas se presentaron ante
las autoridades de la Secundaria Básica 3, que dio inmediata intervención a
funcionarios de la Dirección de Educación bonaerense. Los padres pidieron que
el docente no siga al frente de las clases hasta que se aclare la situación…
mientras simultáneamente era aprobada con media sanción la antinatural Ley de
Fertilización Asistida en el Senado de la Nación. Pero si todo va a ser por “laboratorio”
¿para qué tanta “educación sexual”?
Según el diario El Día, la
inspectora jefe de la Región Educativa N° 1, Fabiana Rueda, explicó que "Se
trató de un docente de Biología que habría utilizado un vocabulario que no es
el adecuado y por esta razón ya se dio intervención al equipo de orientación
escolar que se entrevistó con los alumnos que estaban en el salón".
Agregó la funcionaria que "El
paso a seguir tendrá lugar en las próximas horas, cuando se haga una entrevista
con el docente y tras cotejar los elementos que se puedan reunir se adoptará
una decisión al respecto". En la Dirección de Escuelas explicaron que
"las actuaciones iniciadas no corresponden a un presumario ni a un
sumario. Se trata de diligencias necesarias para establecer si es necesario
recorrer ese camino administrativo". Y agregaron que "los docentes
tienen que cumplir con un protocolo para dar las clases: un diseño curricular
que marca el contenido y prescribe cómo darlo ante el alumnado, según el nivel
de enseñanza en el que se lleva a cabo la clase".
El profesor de Biología tras
haber recomendado a los adolescentes -de 12 y 13 años- ver “películas porno”
fue entrevistado por la inspectora de ese nivel, a quien manifestó que “no
esperaba que ciertas expresiones causaran el efecto que causaron en los
chicos”, contó a este diario la inspectora jefe de la Región educativa I,
Fabiana Rueda. Es claro que quien vive imbuido en la pornografía, no la
considerará un mal, y para dar clases de degeneramiento necesariamente debe considerar
la pornografía como algo “bueno, común y normal”.
Minimizando el hecho, la
funcionaria expresó que “A veces, algunos profesores subestiman a los chicos y
utilizan un lenguaje vulgar, cuando en realidad los alumnos están esperando que
les hablen y les enseñen apelando a un vocabulario más elevado”, enfatizó
Fabiana Rueda. Seguramente la señora Rueda debe estar algo averiada en sus
ideas, ya que el resultado de aludir a la pornografía con un lenguaje más “culto”
no desmerece la degeneración que se transmite.
Por otra parte, adelantó que el
docente “tiene su próxima clase este jueves (por mañana), pero no va a ir a
dictarla porque fue citado por la Jefatura Distrital, donde se le realizará una
entrevista para saber qué contenidos dicta y de qué manera lo hace”. Es decir,
como la materia “educación sexual” (o el nombre que se le asigne, da lo mismo)
carece de contenidos, el Ministerio desconoce qué es lo que se imparte en cada
aula, y los padres menos.