Por el Dr. Cosme Beccar Varela
03 de Diciembre del año 2013 - 1211
La audacia de
los fuera de la ley ("hors la loi") y sus ataques contra los
habitantes pacíficos del país, cercenando con violencia y amenazas el derecho
elemental de trasladarse de un lugar a otro por la vía pública, va en aumento
sin que las autoridades que deben garantizar ese derecho cumplan con el deber
de reprimir a los transgresores.
Ayer, 2 de Diciembre del 2013, un grupo de 50 personas ocuparon la autopista Illia, uno de los principales accesos a la ciudad de Buenos Aires durante 9 horas ("La Nación", "Clarín" y Ámbito Financiero" del 3/12/2013). Exigían que se les regalen ciertos terrenos públicos usurpados por ellos, que están afectados al servicio de la mencionada Autopista y, además, un subsidio para construir viviendas y una suma mensual para sus gastos.
Todo eso porque sí, porque se les da la gana a ellos ya que en realidad, las 300 "familias" que reclaman, viven en la villa 31 (lindera a la "villa Nylon" que quieren fundar estos nuevos fuera de la ley según dice "Clarín", edic. cit. pag. 38, 1ra. col.).
Es que la villa 31, con sus casas de tres o cuatro pisos, se ha convertido en una especie de anexo del Barrio Norte, del que es lindero, con todas las comodidades, pero sin pagar los impuestos con los que castiga Macri a los de éste último Barrio por el sólo hecho de ser propietarios legítimos y conocerse sus nombres y apellidos.
Entonces los fundadores de la villa "Nylon" han resuelto "tomar el toro por las astas" (si es que el cobarde gobierno de Macri puede ser comparado con un toro) y cortaron con todo desparpajo la Autopista Illia, entrampando a 82.000 automovilistas durante 9 horas. 50 audaces, seguros de su impunidad, contra 82.000 carneros que aguantan cualquier cosa con tal de no arriesgar su sagrada piel y, desde luego, su casi tan sagrado automóvil.
Lo cierto es que los 50 se dividieron "estratégicamente" de la siguiente manera: 20 o 30 mujeres y niños en el asfalto, con una carpa (porque hacía mucho calor) y algunas ramas, cortaban las dos manos de la Autopista y los otros 20, individuos de apariencia masculina, al costado, tomando mate junto a sus garrotes, listos para reprimir cualquier intento de romper el sitio.
A una cierta distancia, estaba la infaltable Policía Metropolitana que, según costumbre inaugurada por la Policía Federal al servicio de la tiranía, había cruzado sus motocicletas a una cierta distancia del campamento de los sitiadores para asegurarse de que ningún automovilistas pudiera aproximarse a la precaria barricada.
Dicho sea de paso, en otros tres lugares de la ciudad "piquetes" similares cortaban otras calles por diversos motivos.
* * *
Así las cosas y sin miras de que esta situación caótica y enloquecedora termine sino que, por el contrario, se agrave, es hora de plantearse seriamente el problema.
Presentaremos el "Cuadro de Situación" y un proyecto de solución:
1) Los fuera de la ley hacen lo que quieren por cualquier motivo, sin importarles un bledo de la ley ni del perjuicio que causan al prójimo.
2) Las autoridades de la ciudad y de la Nación, no hacen nada ni harán nada nunca para hacer cesar estos atropellos. Por el contrario, subvencionan y asisten a los fuera de la ley.
3) A pesar de que esos cortes son delito, ni los fiscales ni los jueces hacen ni harán nada, con lo cual dejan de cumplir con sus deberes elementales de hacer Justicia.
4) Los cortes implican varios delitos sancionados por el Código Penal que, con perdón del lector, voy a transcribir porque muy pocos los conocen:
"Art. 194. El que sin crear una situación de peligro común, impidiere, estorbare o entorpeciere el normal funcionamiento de los transportes por tierra... será reprimido con prisión de 3 meses a 2 años".
Nota. Los piquetes impiden, estorban y entorpecen la libre circulación de los transportes terrestres. Autos, ómnibus, etc.
"Art. 211. Será reprimido con prisión de 2 a 6 años el que, para infundir temor público o suscitar tumultos o desórdenes...amenazare con la comisión de un delito de peligro común o empleare otros medios materiales normalmente idóneos para producir tales efectos..." Art. 212. Será reprimido con prisión de 3 a 6 años el que públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupos de personas... por la sola incitación."
Nota: Los piqueteros usan palos para amedrentar a un enrome grupo de automovilistas por el sólo hecho de encontrarse, para su desgracia, en aquel lugar, y los usan llegado el caso. Me acuerdo el caso de un taxista al que le rompieron la crisma y el auto con los garrotes cuando quiso cruzar un piquete. Los instigadores de los piquetes son responsables del delito agravado del art. 212.
"Art. 213 bis. Será reprimido con reclusión o prisión de 3 a 8 años el que organizare o tomare parte en agrupaciones permanentes o transitorias que, sin estar comprendidas en el art. 210 de ese Código, tuvieren por objeto principal o accesorio imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o por el temor, por el sólo hecho de ser miembro de esa asociación."
Nota: Los piqueteros se organizan para cometer su delito de cortar las calles o rutas, o sea, para cometer un delito con la intención de imponer su idea de ser subsidiados, ser exentos de castigo por las usurpaciones cometidas y distribuyen esa tarea entre mujeres con niños (que usan como escudo) y matones con palos.
"Art. 149 bis Será reprimido con prisión de 6 meses a 2 años el que hiciere uso de amenazas para alarmar o amedrentar a una o más personas. En este caso, la pena será de 1 a 3 años de prisión si se emplearan armas o si las amenazas fueran anónimas. Será reprimido con prisión o reclusión de 2 a 4 años el que hiciere uso de amenazas con el propósito de obligar a otro a hacer, no hacer o tolerar algo contra su voluntad."
Nota: Es notorio que los piqueteros amenazan, amedrentan e intimidan con sus palos, que son armas, y son anónimos porque usan "pasamontañas" o simplemente son unos cualquiera que nadie conoce ni sus cómplices (únicos que los conocen) están dispuestos a identificar. Y también es notorio que ninguno de los automovilistas detenidos durante 9 horas quería ser detenido de ese modo y por ese tiempo, o sea, que se actuó contra su voluntad.
"Art. 149 ter. En el caso del artículo anterior (N: el 149 bis arriba transcripto) la pena será:.... inc. 2do. De 5 a 10 años de prisión o reclusión en los siguientes casos: a) si las amenazas tuvieran como propósito la obtención de alguna medida o concesión por parte de cualquier miembro de los poderes públicos;..."
Nota: Los fuera de la ley de ayer (y casi todos los otros) tenían como intención conseguir que la Intendencia les regalara los terrenos usurpados, les diera plata para construir y un subsidio para sus gastos mensuales.
5) Por otro lado, los funcionarios públicos que dejan delinquir impunemente a estos maleantes, tanto Macri como sus subordinados, como la Sra. Kirchner y los suyos, violan también varios artículos del Código Penal:
"Art. 248. Será reprimido con prisión de 1 mes a 2 años e inhabilitación especial por doble tiempo, el funcionario que... no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le incumbiere." "Art. 249. Será reprimido con multa de $10 a $200 (N: ¿habrán actualizado estos montos...?), el funcionario público que ilegalmente omitiere, rehusare o retardare algún acto de su oficio."
Nota. Es evidente que esos 50 fuera de la ley no hubieran podido jamás cortar la Autopista Illía si las autoridades de la Ciudad y de la Nación hubieran cumplido con su deber de desalojarlos. No lo hicieron. Por el contrario, ordenaron que las motos de la Policía los secundaran.
"Art. 274 El funcionario público que, faltando a la obligación de su cargo, dejare de promover la persecución y represión de los delincuentes, será reprimido con inhabilitación absoluta de 6 meses a 2 años, a menos que pruebe que su omisión provino de un inconveniente insuperable:"
Nota: No hay duda que sin la pasividad criminal de las autoridades los cortes de calles serían imposibles. Pruebe Ud. de cortar la calle donde vive para reclamar que le bajen los impuestos...
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Antes esta inaudita y grave situación de negación de una libertad fundamental que es la de transitar por el territorio de la Ciudad y de todo el país, garantizada por el art. 14 de la Constitución Nacional, que obviamente es tolerada y aún incentivada por las autoridades y que, por lo tanto, amenaza no tener fin, la ciudadanía debe actuar en defensa propia.
Ante la falencia de las autoridades es aplicable el art. 240 del Código Penal que autoriza a cualquier particular a reprimir el delito que se esté cometiendo en su presencia y "...se reputará funcionario público al particular que tratare de aprehender o hubiere aprehendido a un delincuente en flagrante delito." El delincuente que se resiste, comete el delito de resistencia a la autoridad pública penado con hasta dos años de prisión (art. 239 del Código Penal).
Es decir, los automovilistas ayer inmovilizados en la Autopista Illia y todos los otros que se encuentren situaciones semejantes, pueden asumir el rol que la autoridad ilícitamente abandona y restablecer la circulación vehicular por los medios proporcionados que tengan.
Además, esa acción es un acto en defensa propia. El art. 34 del Código Pena dice: "No son punibles:...6) el que obrare en defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las siguientes circunstancias: a) agresión ilegítima; b) necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla; c) falta de provocación suficiente por parte del que se defiende."
Es claro que el automovilista atrapado por el piquete en la Autopista Illía por 9 horas es agredido ilegítimamente y no provocó a nadie. Luego, tiene derecho a defender su libertad de transitar.
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Está llegando, pues, el momento en que deberemos defendernos por nosotros mismos. No es fácil, sobre todo por la cobardía generalizada en que ha caído la población frente a la impunidad de los fuera de la ley. Pero algún día tendremos que reaccionar como varones y no resignarnos como carneros, pero actuar con inteligencia.
Los fuera de la ley, muy astutamente, ponen mujeres y niños a cortar la Autopista mientras ellos acechan con sus armas a la espera de alguna resistencia. Por eso creo que deberíamos estudiar el siguiente plan de acción:
1) Advertido el corte de la calle, uno o mejor varios de los automovilistas deberían bajarse de su autos y pedir a los fuera de la ley que dejen libre la vía. Si hay policías apoyando a los piqueteros, les deben pedir que dejen de hacerlo y que cumplan su deber de despejar el camino.
2) Si esta requisitoria previa no tiene éxito, el o los particulares actuantes, debe retornar a la fila de los autos detenidos y explicar en voz alta la situación, pidiendo que las mujeres y los hombres salgan de sus asientos y se decidan a abrir paso. Las mujeres son importantes porque sólo ellas podrán forzar a las féminas fuera de la ley a cumplir con ésta. Los hombres deben estar a su lado por si aparecen los matones de apoyo. En previsión de que éstos tengan palos, todos los automovilistas deberían llevar en sus vehículos un palo como equipo permanente para usarlo si los otros los usan.
3) Logrado el objetivo de despejar la ruta, los valientes que hubieran logrado ese inédito resultado, asegurarían el paso del tráfico sin permitir que el piquete se rehaga.
4) Es claro que, finalmente, ellos mismos deberán ir por sus autos y pasar. Es muy posible que los matones aprovechen para intentar romperles los autos a palazos. En ese caso, todos ellos deben estar decididos a bajarse nuevamente a defender al que sea víctima del alevoso ataque. Sin embargo, es muy probable que no puedan impedir que algunos autos sean dañados. En ese caso, aconsejaría publicar un aviso al día siguiente en el diario para pedir a todos los que fueron beneficiados por la patriada que ayuden a pagar el costo de las reparaciones. Es muy posible que nadie colabore, vista la degradación de la solidaridad en que vivimos. En ese caso, las víctimas deberán considerarlo una pérdida patriótica que puede ayudar al país a salir de esta tiranía.
5) Es probable que los funcionarios incursos en los varios delitos de incumplimiento de los deberes que les incumben resuelvan ponerse feroces con los héroes vencedores de los fuera de la ley. Pero no tendrían éxito porque el Código Penal, que acabo de transcribir, los protege.
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Esto que parece una utopía imposible de realizar es, sin embargo, lo que ocurriría en un país normal, de ciudadanos conscientes de sus derechos, en la remota hipótesis de que las autoridades de ese país no cumplieran con sus obligaciones ante un corte de calles. Aquí hemos caído tan bajo que 50 individuos, más de la mitad mujeres y niños, pueden detener a 82.000 automovilistas sanos y fuertes, con toda tranquilidad, y hasta jugar a la pelota en la autopista en sus narices, con sorna y descaro sin inmutarse ante el daño que provocan.
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com