Fuente: EWTN
( http://ewtn.com/spanish/preguntas/fuera_de_la_Iglesia_no_hay_salvación.htm )
La doctrina de que fuera de la Iglesia no hay salvación, es una que constantemente es malinterpretada por aquellos que no se someten al Magisterio de la Iglesia. La fé no depende de nuestra habilidad de razonar hacia la verdad, sino de nuestra humildad ante la Verdad, presentada a nosotros por aquellos a quienes Cristo encomendó la tarea. Esta es la razón por la cual el Primer Concilio Vaticano nos enseña, que es tarea SOLO del Magisterio, el determinar y exponer el significado de la Tradición, lo cual incluye la de “ Fuera de la Iglesia no hay salvación “.
Concerniente a esta doctrina el Papa del Vaticano I, Pio IX, habló en dos diferentes ocasiones. En una alocución ( dirigida a una audiencia ) en diciembre 9 de 1854 dijo :
Tenemos que aceptar como principio de fé, que fuera de la Iglesia Apostólica Romana no hay salvación; que ella es la única arca de la salvación, y quién no está en ella perecerá en el diluvio; pero debemos también por otra parte, reconocer con certeza que aquellos que están en total ignorancia de la verdadera religión, no son culpables por ello a los ojos del Señor. ¿Quién podrá presumir de establecer los límites de esta ignorancia de acuerdo al carácter y la diversidad de personas, ciudades, mentes y lo demás?
De nuevo, en la encíclica Quanto conficiamur moerore del 10 de agosto 1863 dirigida a los Obispos Italianos, el dijo ;
Nos es conocido a nosotros y a ustedes que aquellos que tienen total ignorancia de nuestra muy santa religión, pero que observan con cuidado la ley natural y los preceptos dados por Dios al corazón del hombre y que estando dispuestos a obedecer a Dios llevando una vida recta y honesta, pueden ayudados por la luz de la gracia divina, alcanzar la vida eterna, porque Dios quién ve claramente, escudriña y conoce el corazón humano, la disposición, los pensamientos y las intenciones de cada uno, en su suprema misericordia y bondad, de ninguna manera permite que nadie sufra el castigo eterno, a menos que por su propia voluntad haya caído en el pecado.
Estas declaraciones son consistentes con el entendimiento de la Iglesia contenido en los documentos del Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia, y a la vez aclara la posición rigurosa del Padre Feeney ( que todos tienen que ser miembros actuales de la Iglesia Católica, para salvarse ) la cual ha sido condenada por el Magisterio. Es irónico, que precisamente aquellos que conocen su obligación de permanecer unidos al Magisterio, y para los cuales esta doctrina es moralmente obligatoria, se mantienen separados de la Sede Romana en este punto.
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Respuesta por : Colin B. Donovan, STL