FRIVOLIDAD Y POLÍTICA
En su nuevo papel de mostrar simpatía y sonrisas, la presidente recibió en la Casa de Gobierno a la cantante Madonna, que ya visitara la misma en la época del Innombrable.
Coincidió su llegada con la rescatada Betancourt, así que hubo tiempo para posar ante la prensa y mostrar el grado de popularidad que tienen las tres. Cada una en su esfera, pero nuestra representante tiene a su favor, que entre medio de elogios recíprocos, la Betancourt le agradeció su presencia en las calles de París, cuando había manifestaciones por su libertad.
Podría haber agregado que la felicitaba por el modelo que llevaba entonces y la boina negra que la hacía tan atractiva. A tanto parece que no se atrevió y mucho menos a preguntarle el porqué de su presencia en la capital de Francia.
La que no debe de haber sido tan importante ya que tuvo tiempo para todo, incluso de pasear por les Champs Elysée. Pero mostrarse y en aquél lugar, sí que es importante, incluso sin tren bala.
LA PLATA, diciembre 3 de 2008.
Por SILVIO H. COPPOLA
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