LA DESESPERADA RESISTENCIA DE LOS ARCOS Y LAS FLECHAS CONTRA LOS AVIONES Y LOS TANQUES
Por SILVIO H. COPPOLA
Aunque el periodismo que supimos conseguir, por lo menos en gran parte del mismo, por ignorancia o por conveniencia, se preocupa en presentar el ataque de Israel a Gaza como una especie de guerra entre potencias de más o menos iguales recursos, la verdad es tal palmaria que no puede ocultarse.
Aunque el periodismo que supimos conseguir, por lo menos en gran parte del mismo, por ignorancia o por conveniencia, se preocupa en presentar el ataque de Israel a Gaza como una especie de guerra entre potencias de más o menos iguales recursos, la verdad es tal palmaria que no puede ocultarse.
Aunque en cualquier diario farisaico y falaz se lea hoy que “ambos bandos no han aceptado la resolución tomada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de alto el fuego”, todos sabemos que es mentira y que desde todos los medios de comunicación nos quieren engañar.
Así igualan al atacante con el atacado, al invasor con el defensor, al victimario con la víctima, al que asesina y al que resiste el ser asesinado. O a la resistencia de los arcos y las flechas contra los aviones y los tanques. Y me animaría a decir que esto no es sólo metáfora.
Aparte de los motivos de todos estos crímenes ¿cuál es la enseñanza que nos deja este cobarde ataque?.
Primero, podríamos decir que la madre es la IMPUNIDAD. Sino Israel no habría atacado. Impunidad total porque es tanta la diferencia entre los medios de agresión con los de defensa, que se puede decir que estos no existen. Así es muy fácil ser valiente contra el desarmado inerme.
Segundo, que las Naciones Unidas sólo sirven para legalizar los actos de los poderosos o actuar de acuerdo a la política de estos. Llamémoslo principalmente Estados Unidos y su corte.
Tercero, que ningún país del mundo tiene garantías de nada y mucho menos en basarse para su defensa en la actuación de organismos internacionales. Y así todo parecería indicar un próximo ataque a Siria o quizás al Líbano, preparando el más importante, que sería Irán.
Y Cuarto, aunque habría lugar a muchísimas más reflexiones, es que lamentablemente la base del derecho internacional público, sigue siendo el uso de la fuerza.
LA PLATA, enero 16 de 2009.
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