El senador Gerardo Reverberi manifestó nuevamente su preocupación por los menores en riesgo y la baja de la edad de imputabilidad.
“Mientras la inseguridad crece la única respuesta del gobernador Scioli es bajar la edad de imputabilidad. Esta postura reduce la cuestión a implementar políticas represivas. Se aumenta el número de policías, se asignan más partidas para patrulleros, se construyen nuevas cárceles, pero nadie explica cómo llegaron esos chicos a esa situación. Se reduce el debate a lo represivo y no a lo preventivo. Porque lo que el discurso oficial pretende es que las penas sean las mismas para los menores que para los adultos. Se olvidan las causas, y solo se atienden las consecuencias”, aseguró el legislador.
“El Estado parece olvidar que debe garantizar los derechos mínimos de los sectores más pobres con planes y programas que les permitan cambiar su realidad” subrayó Reverberi y agregó, “para los chicos la verdadera solución es un cambio en la situación de sus familias. Seguramente de esta manera se reestablecerán los vínculos familiares”.
La Ley 13.298 fue ideada para reducir de forma progresiva la privación de libertad de niños, niñas y adolescentes y evitar que sean institucionalizados.
Sin embargo según el legislador, “actualmente no hay interés en generar los organismos de contralor previstos por la norma, como el Observatorio Social, el Defensor del Niño y los consejos locales y zonales. Hoy, un juez puede decidir privarlos de la libertad, aunque el hecho no se haya probado. Primero se debería asegurar el cumplimiento de las leyes vigentes, antes que pensar en bajar la edad de imputabilidad”, reiteró.
El senador Reverberi hizo referencia a un proyecto redactado por el Ministro de la Suprema Corte de Justicia, Eugenio Zaffaroni que establece una escala penal especial para chicos en conflicto con la ley.
“Las medidas sustitutivas, diseñadas por Zaffaroni, contemplan figuras como la reparación del daño, servicio a la comunidad, internación domiciliaria, limitación o prohibición de residencia o tránsito, prohibición de asistir a determinados lugares o cumplimiento de instrucciones judiciales, como ir a la escuela, hacer un tratamiento médico o psicológico, o realizar un trabajo. Además de otorgarles a los chicos derechos que hasta ahora no tienen como que se los juzgue para determinar si son culpables y que puedan designar abogado defensor”, enumeró el legislador.
“Si en un adulto la prisión tiene efectos devastadores, en un menor el daño se potencia. Se favorece el encarcelamiento lo que significa condenarlo a deambular por centros de detención durante años. Se debe construir un derecho penal que sea reparador más que sancionador. Pero para eso primero tenemos que respetar a los chicos. Si no los respetamos, cómo vamos a pedir que ellos aprendan a respetar a los demás?”, aseguró Reverberi.
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