200 MIL MUJERES DONAN SU PIS TODAS LAS NOCHES

Por la noche, varios camiones rondan por el Conurbano recogiendo en bidones el pis que donan cerca de 200 mil mujeres.
Por la mañana, en la puerta de las casas se colocan los bidones blancos vacíos con una tapa azul, y por las noches son retirados esos mismos bidones pero llenos de orina.
Las mujeres que donan dicho líquido son abuelas o madres que ya ingresaron en la menopausia, entregándolo a un laboratorio que periódicamente pasa a buscarlo, según informó 24con.
A partir de la purificación de la orina, se obtiene una hormona llamada gonadotrofina utilizada en tratamientos de infertilidad. La gonadotrofina de origen natural o menotropina estimula la producción de óvulos y espermatozoides, y esta hormona se produce en mayor medida cuando las mujeres entran en la menopausia.
A cambio de la donación, reciben "atenciones" y pequeños regalos del laboratorio.
La empresa que realiza la logística y recolección de la materia prima se llama Biomás, cuya sede se encuentra en el partido de San Martín, tiene una red de promoteres para buscar donantes de orina entre las mujeres, y además distribuyen los bidones y obsequios.
El laboratorio que trabaja sobre la hormona, es el Instituto Massone, que se presenta en la web como "el primer productor mundial de gonadotrofinas de origen natural", refiriendo una producción anual de 20 millones de viales (frascos/ampollas).
Dicho Instituto posee el aval de organismos internacionales como la Fud and Drug Administration de Estados Unidos, habiendo sido premiado en reiteradas oportunidades por revistas especializadas como una de las Empresas que más exporta en el mundo.
El Instituto Massone y Biomás evitaron la entrevista del portal de noticias cuando fueron consultados.
"Las gonadotrofinas son hormonas producidas naturalmente por hombres y mujeres, y su función -como el nombre lo indica- es la de estimular las gónadas, es decir, ovarios y testículos", refirió Felipe Jofré, especialista en medicina reproductiva y jefe del servicio de Ginecología del Hospital Rivadavia.
Cuando la mujer entra "en la menopausia, el ovario se vuelve refractario a su acción, por lo que la hipófisis incrementa su producción cuatro a seis veces. Estos niveles han despertado el interés en los investigadores desde hace más de 50 años y se las ha purificado de la orina de la mujer menopáusica para utilizar como inductor de la ovulación y, de igual manera, para los tratamientos de fertilidad de baja y alta complejidad", manifestó Jofré en la entrevista.
El costo de cada ciclo de inducción de ovulación "tiene un precio aproximado de entre 300 y 500 Pesos", siendo a su vez acompañado por otros tratamientos. La gonadotrofina también se obtiene de forma artificial desde hace 10 años. La ingeniería genética logró sintetizar estas hormonas en forma recombinante, lo que resultó en un producto de máxima pureza y, obviamente, también de mayor costo.
Según testimonios de mujeres donantes, los promotores dejan un papel explicativo informando que es para hacer remedios para quienes no pueden tener familia, y que todos los meses le entregan un regalo. Los regalos varían entre fuentes, frascos de vidrio, ensaladeras, toallas, repasadores, vasos, cubiertos, jarros, elementos de cocina, tappers y elementos semejantes, y llegan del uno al diez de cada mes. Hay quienes recuerdan la época de la convertibilidad, cuando retribuían por la materia prima con sábanas y manteles.
La Empresa entrega el primer día un recipiente para orinar junto con los bidones y un regalo, advirtiendo que debe ser exclusivamente de una persona menopáusica.
Si bien el instituto Massone se inauguró en Buenos Aires en 1930 como importador de productos farmacéuticos italianos, recién en 1968 se especializó en la producción de gonadotrofinas de origen natural.
Dentro de las especialidades que desarrolla con orina como materia prima, se destacan la Gonadotrofina Coriónica Humana (HCG - Coriogonadotripina), Gonadotrofina Menopáusica Humana (HMG - Menotropina) y Hormona Folículo Estimulante Humana (FSH - Urofolitropina). Todos estos productos son destindos a colaborar en tratamientos de fertilidad para parejas que no pueden tener hijos.
En la actualidad, se convirtió en uno de los pilares de la industria farmacéutica nacional. Los principales destinatarios de la producción del laboratorio son Estados Unidos y países de Europa occidental.
Según un ranking de los empresas que más venden en Argentina publicado por la revista Mercado, durante el año 2008 el Instituto Massone se ubicó en el puesto 672, con ventas por 195 millones de pesos. En 2007, había vendido 180. Además, realizó exportaciones por un total de 51 millones de dólares.
La orina que recibe la Empresa por mujeres que se sienten solidarias a cambio de un pequeño obsequio, permite lograr un beneficio importante con un costo muy económico por la materia prima.
La ley de órganos y materiales anatómicos (Nº24.193) regula la totalidad de la utilización de elementos del organismo humano, pero excluye los que son “naturalmente renovables y separables del cuerpo”, y en el caso de la orina se da un vacío legal en este aspecto.
Por su parte, la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica) sólo se encarga de evaluar la calidad final del producto farmacéutico y no la manera en que se obtiene la orina para producirlo ni sus costos.
La provincia de Buenos Aires estableció, por medio de la Ley 13.893 del año 2008, que “el transporte de la excreta humana en forma de orina, deberá realizarse en vehículos especialmente adecuados a tales fines, cuya aptitud y condiciones de seguridad deberán ser aprobadas”. Sin embargo, la Ley tampoco aborda el lucrativo negocio de la orina.