En la foto: Cecilia Moreau "tiró la primera piedra", al criticar que Mons. Héctor Aguer tiene una “doble moral”, mientras la diputada no mira su propia defensa de todo lo antivida, y no se pronuncia sobre el genocidio que actualmente viven los argentinos, ni sobre las víctimas del terrorismo durante la década de 1970 en Argentina.
Por Emilio Nazar Kasbo
La diputada bonaerense Cecilia Moreau (UCR), cuestionó al Arzobispo platense Mons. Héctor Aguer al afirmar que tiene una “doble moral” porque “se pronuncia en contra de la libertad de elegir con quien uno decide pasar su vida o el haber militado en contra de las leyes de salud reproductiva” y antes, sostuvo “un largo silencio cuando en la Argentina desaparecían familias enteras producto del accionar de la ultima dictadura”.
Desaparecidos y "desaparecidos"
Cabe destacar además, en primer lugar que la condición de "desaparecido" es inmoral, ya que si se trata de muertos desaparecidos, priva a los familiares de dar digna sepultura a un ser querido.
Otra cosa es el "desaparecido" por voluntario pase a la clandestinidad para cometer con alevosía hechos delictivos que atentaban contra el gobierno (democrático o no), o el "desaparecido" que se ausentó voluntariamente de los lugares en que solía frecuentar pero permaneció con vida.
La posición oficial de la Iglesia fue comunicada en documentos al Gobierno militar de la década de 1970, con tono altamente crítico y la suficiente prudencia, sobre temas que estaba prohibido expresar públicamente, y de lo cual solamente la Iglesia Católica manifestó sus críticas en esos momentos (ninguna otra institución civil o religiosa hizo declaraciones semejantes en pleno Gobierno militar).
La Iglesia Católica, por lo tanto, se pronunció sobre los excesos en la Guerra contra el Terrorismo Subversivo que actuó en la Argentina en la década de 1970, en la cual cayeron inocentes, pero también muchos otros que no lo eran.
Aguer fue párroco
La diputada parece ignorar que Mons. Aguer terminó sus estudios y fue ordenado sacerdote recién en la década de 1970, por lo que mal puede afirmar que mantuvo "silencio" ante desapariciones de personas en la década de 1970.
Asimismo, en tanto que el sacerdote es miembro de la Jerarquía de la Iglesia, ante el difícil tema de las desapariciones en medio del conflicto terrorista que asoló al país, se vio representado por el Episcopado, que emitió documentos secretos dirigidos a la Junta Militar en que realizó gravísimas advertencias sobre la situación, y que no fueron hechos públicos por la dictadura que se vivió en ese entonces.
Es un mito que Mons. Aguer fuera Obispo ya en 1976, como circula en muchas páginas de ultraizquierda en Internet.
Aguer nació en Buenos Aires, el 24 de mayo de 1943; ordenado sacerdote el 25 de noviembre de 1972, en el barrio de Mataderos de Buenos Aires.
Mons. Aguer realizó sus estudios superiores en Humanidades y Filosofía en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires (1964-1968), lengua hebrea en el Departamento de Estudios Bíblicos del Instituto de Cultura Religiosa Superior (1965-1967) y Teología en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina (1968-1972). Es Licenciado en Teología.
Ejerció el ministerio parroquial como vicario en Inmaculada Concepción del barrio de Belgrano (1972 - 1976) y en San Pedro González Telmo (1976 - 1977)
Por ello, el día 23 de marzo de 1976 sólo tenía 33 años de edad y pocos años de ordenado sacerdote, por lo que mal puede señalársele injerencia alguna en los titulares de los diarios de la época.
Como Obispo
Fue designado obispo titular de Lamdia y auxiliar de Buenos Aires, el 26 de febrero de 1992, por Juan Pablo II; ordenado obispo, el 4 de abril de 1992. Estando Mons. Galán en el Obispado de La Plata, Aguer fue su Arzobispo coadjutor desde el 26 de junio de 1998, y tomó posesión del cargo el 8 de septiembre de 1998. Finalmente, inició su ministerio pastoral, por sucesión, como séptimo arzobispo de La Plata (noveno diocesano) el 12 de junio de 2000.
Mal puede por tanto acusar a Mons. Aguer la diputada cuando el actual Obispo era un simple sacerdote, a cuyos datos constan en "Wikipedia".
Además, embate la diputada Moreau afirmando que "Monseñor Aguer pretende que su posición con respecto a la unión civil, esté por encima de una ley hecha por legisladores en la que se consagra la igualdad de derechos y obligaciones para todos aquellos que deseen constituir una pareja”, consignó la legisladora.
Moreau, agregó con tono acusatorio: “nosotros respetamos las convicciones y creencias personales que cada uno puede tener con este tema, lo que resulta inaguantable, es la doble moral de pronunciarse en contra de la libertad de elegir con quien uno decide pasar su vida, o el haber militado en contra de las leyes de salud reproductiva, y haber sostenido un largo silencio cuando desaparecían familias enteras producto del accionar de la última dictadura en la Argentina".
"Los inmorales nos han igualao"
La diputada Moreau muestra que no tiene una "doble moral", sino que sostiene públicamente la inmoralidad: el matrimonio de homosexuales, la adopción de menores por tales personas (y el consecuente grave peligro de la corrupción de menores en la pedofilia), la militancia antivida en favor de la "muerte reproductiva" (ya que de "salud" no tiene más que un eufemismo), además de que Moreau es responsable de "haber sostenido un largo silencio cuando" desaparecen familias enteras producto de la mala gestión del gobierno con una gran población sumida en la miseria y condiciones indignas de vida, y en la inseguridad cotidiana en que la delincuencia se enseñorea por todas partes, omitiendo el genocidio de ingentes cantidades de ciudadanos argentinos concebidos en el vientre materno, la cultura pornográfica y de alta violencia que infesta todos los medios de comunicación, el descalabro educativo, el colapso de la salud, en medio de una sociedad que va conduciéndose a la autodestrucción.
La diputada Moreau no solamente omite estas cuestiones, sino que acaba siendo cómplice del pueblo argentino que está siendo sometido al genocidio ante la atónita inacción de la población.
La legisladora radical, es la autora del proyecto de ley de Unión Civil en la provincia de Buenos Aires que aguarda por su tratamiento en la Legislatura bonaerense... ¿tiene intereses personales en ese proyecto? ¿es lesbiana y pensará unirse con una mujer? ¿O quiere imponer la homosexualidad obligatoria a todo el mundo? ¿Le parece discriminatorio a la diputada que la Ley no contemple el matrimonio con difuntos, porque alguien puede sentirse feliz en su condición de necrófilo pudiendo concretar legalmente sus ansias sexuales?
A la diputada Moreau... ¿le parece bien la ola de terrorismo vivida en la Argentina en la década de 1970? ¿Justifica los casos de masacre reiterada de Larrabure, Rucci, Vandor, Jordán Bruno Genta, Carlos Sacheri (estos dos últimos asesinados en odio a la Fe Católica), de Jorge Bigliardi, Andrés David Kraiselburd, María Cristina Viola, Cecilia Palacios de Medina, Gladys Medina, María Guillermina Cabrera Rojo, Julián Eduardo Barrios, por mencionar solamente algunos de los miles de asesinados y víctimas directas o indirectas de los actos terroristas vividos en la década de 1970?
Y además de todo eso, la diputada critica a Mons. Héctor Aguer como si durante toda su vida hubiese sido Obispo. Muestra de una ignorancia total.
Por Emilio Nazar Kasbo
La diputada bonaerense Cecilia Moreau (UCR), cuestionó al Arzobispo platense Mons. Héctor Aguer al afirmar que tiene una “doble moral” porque “se pronuncia en contra de la libertad de elegir con quien uno decide pasar su vida o el haber militado en contra de las leyes de salud reproductiva” y antes, sostuvo “un largo silencio cuando en la Argentina desaparecían familias enteras producto del accionar de la ultima dictadura”.
Desaparecidos y "desaparecidos"
Cabe destacar además, en primer lugar que la condición de "desaparecido" es inmoral, ya que si se trata de muertos desaparecidos, priva a los familiares de dar digna sepultura a un ser querido.
Otra cosa es el "desaparecido" por voluntario pase a la clandestinidad para cometer con alevosía hechos delictivos que atentaban contra el gobierno (democrático o no), o el "desaparecido" que se ausentó voluntariamente de los lugares en que solía frecuentar pero permaneció con vida.
La posición oficial de la Iglesia fue comunicada en documentos al Gobierno militar de la década de 1970, con tono altamente crítico y la suficiente prudencia, sobre temas que estaba prohibido expresar públicamente, y de lo cual solamente la Iglesia Católica manifestó sus críticas en esos momentos (ninguna otra institución civil o religiosa hizo declaraciones semejantes en pleno Gobierno militar).
La Iglesia Católica, por lo tanto, se pronunció sobre los excesos en la Guerra contra el Terrorismo Subversivo que actuó en la Argentina en la década de 1970, en la cual cayeron inocentes, pero también muchos otros que no lo eran.
Aguer fue párroco
La diputada parece ignorar que Mons. Aguer terminó sus estudios y fue ordenado sacerdote recién en la década de 1970, por lo que mal puede afirmar que mantuvo "silencio" ante desapariciones de personas en la década de 1970.
Asimismo, en tanto que el sacerdote es miembro de la Jerarquía de la Iglesia, ante el difícil tema de las desapariciones en medio del conflicto terrorista que asoló al país, se vio representado por el Episcopado, que emitió documentos secretos dirigidos a la Junta Militar en que realizó gravísimas advertencias sobre la situación, y que no fueron hechos públicos por la dictadura que se vivió en ese entonces.
Es un mito que Mons. Aguer fuera Obispo ya en 1976, como circula en muchas páginas de ultraizquierda en Internet.
Aguer nació en Buenos Aires, el 24 de mayo de 1943; ordenado sacerdote el 25 de noviembre de 1972, en el barrio de Mataderos de Buenos Aires.
Mons. Aguer realizó sus estudios superiores en Humanidades y Filosofía en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires (1964-1968), lengua hebrea en el Departamento de Estudios Bíblicos del Instituto de Cultura Religiosa Superior (1965-1967) y Teología en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina (1968-1972). Es Licenciado en Teología.
Ejerció el ministerio parroquial como vicario en Inmaculada Concepción del barrio de Belgrano (1972 - 1976) y en San Pedro González Telmo (1976 - 1977)
Por ello, el día 23 de marzo de 1976 sólo tenía 33 años de edad y pocos años de ordenado sacerdote, por lo que mal puede señalársele injerencia alguna en los titulares de los diarios de la época.
Como Obispo
Fue designado obispo titular de Lamdia y auxiliar de Buenos Aires, el 26 de febrero de 1992, por Juan Pablo II; ordenado obispo, el 4 de abril de 1992. Estando Mons. Galán en el Obispado de La Plata, Aguer fue su Arzobispo coadjutor desde el 26 de junio de 1998, y tomó posesión del cargo el 8 de septiembre de 1998. Finalmente, inició su ministerio pastoral, por sucesión, como séptimo arzobispo de La Plata (noveno diocesano) el 12 de junio de 2000.
Mal puede por tanto acusar a Mons. Aguer la diputada cuando el actual Obispo era un simple sacerdote, a cuyos datos constan en "Wikipedia".
Además, embate la diputada Moreau afirmando que "Monseñor Aguer pretende que su posición con respecto a la unión civil, esté por encima de una ley hecha por legisladores en la que se consagra la igualdad de derechos y obligaciones para todos aquellos que deseen constituir una pareja”, consignó la legisladora.
Moreau, agregó con tono acusatorio: “nosotros respetamos las convicciones y creencias personales que cada uno puede tener con este tema, lo que resulta inaguantable, es la doble moral de pronunciarse en contra de la libertad de elegir con quien uno decide pasar su vida, o el haber militado en contra de las leyes de salud reproductiva, y haber sostenido un largo silencio cuando desaparecían familias enteras producto del accionar de la última dictadura en la Argentina".
"Los inmorales nos han igualao"
La diputada Moreau muestra que no tiene una "doble moral", sino que sostiene públicamente la inmoralidad: el matrimonio de homosexuales, la adopción de menores por tales personas (y el consecuente grave peligro de la corrupción de menores en la pedofilia), la militancia antivida en favor de la "muerte reproductiva" (ya que de "salud" no tiene más que un eufemismo), además de que Moreau es responsable de "haber sostenido un largo silencio cuando" desaparecen familias enteras producto de la mala gestión del gobierno con una gran población sumida en la miseria y condiciones indignas de vida, y en la inseguridad cotidiana en que la delincuencia se enseñorea por todas partes, omitiendo el genocidio de ingentes cantidades de ciudadanos argentinos concebidos en el vientre materno, la cultura pornográfica y de alta violencia que infesta todos los medios de comunicación, el descalabro educativo, el colapso de la salud, en medio de una sociedad que va conduciéndose a la autodestrucción.
La diputada Moreau no solamente omite estas cuestiones, sino que acaba siendo cómplice del pueblo argentino que está siendo sometido al genocidio ante la atónita inacción de la población.
La legisladora radical, es la autora del proyecto de ley de Unión Civil en la provincia de Buenos Aires que aguarda por su tratamiento en la Legislatura bonaerense... ¿tiene intereses personales en ese proyecto? ¿es lesbiana y pensará unirse con una mujer? ¿O quiere imponer la homosexualidad obligatoria a todo el mundo? ¿Le parece discriminatorio a la diputada que la Ley no contemple el matrimonio con difuntos, porque alguien puede sentirse feliz en su condición de necrófilo pudiendo concretar legalmente sus ansias sexuales?
A la diputada Moreau... ¿le parece bien la ola de terrorismo vivida en la Argentina en la década de 1970? ¿Justifica los casos de masacre reiterada de Larrabure, Rucci, Vandor, Jordán Bruno Genta, Carlos Sacheri (estos dos últimos asesinados en odio a la Fe Católica), de Jorge Bigliardi, Andrés David Kraiselburd, María Cristina Viola, Cecilia Palacios de Medina, Gladys Medina, María Guillermina Cabrera Rojo, Julián Eduardo Barrios, por mencionar solamente algunos de los miles de asesinados y víctimas directas o indirectas de los actos terroristas vividos en la década de 1970?
Y además de todo eso, la diputada critica a Mons. Héctor Aguer como si durante toda su vida hubiese sido Obispo. Muestra de una ignorancia total.
"LADRAN SANCHO, SEÑAL QUE CABALGAMOS"-
ResponderEliminarlA FORTALEZA DE ESPÌRITU,Y LA CAPACIDAD INTELECTUAL DE MONSEÑOR HÈCTOR AGUER, FRENTE A LAS ADVERSIDADES, SUPERAN AMPLIAMENTE, LAS VULGARIDADES DE LA DIPUTADA MOREAU-