Llegó el anunciado tsunami político. Redrado fue ratificado en el cargo por la jueza sarmiento y tendrá apoyo del senado y otros sectores. Substrajeron su agenda diaria que está en manos de cristina. El gobierno querría retirar la totalidad de las reservas y prevé recurrir a los depósitos y otras fuentes financieras. La crisis permite hablar de un nuevo gobierno antes de 40 días. La pregunta consiste en ¿qué hará el kirchnerismo?
Por Carlos Manuel Acuña*
Hace pocos días anticipamos que llegaría un tsunami político que arrasaría con todo y ahora debemos decir que las primeras y evidentes señales ya están entre nosotros cargadas de escándalos y sucesos que la imaginación de la mayoría negaba que podrían ocurrir. En vez de renunciar para no involucrarse delictualmente en los delitos que promueve el Poder Ejecutivo, comentamos que Martín Redrado debería dejar el cargo y así evitar la responsabilidad de vulnerar la Carta Orgánica del Banco Central. Agregamos que su gesto tendría que ocurrir antes de la entrega de los 6.500 de dólares, pero ahora debemos subrayar que el funcionario al resistirse a la medida inconstitucional, rechazar su destitución e insistir en el respeto de la institución que conduce, sentó un precedente edificante y marcó un rumbo que incidirá en el futuro político inmediato del País.
Ya se habló en demasía y detalladamente de las alternativas que ha generado el insólito paso del Poder Ejecutivo inspirado en el anómalo carácter de Néstor Carlos Kirchner, por lo que entraremos directamente a tratar la situación que se desarrolla en el momento de escribir estas líneas y que podría modificarse en cualquier minuto. Sin embargo, subrayamos que la tendencia de los acontecimientos desatada por el kirchnerismo ya está dada y que culminará en cualquier momento y con anunciado plazo máximo para los primeros días de febrero, de no mediar otras alternativas que podrían acelerar los acontecimientos.
En primer lugar diremos que lo que ocurre es una consecuencia directa del estruendoso fracaso del meneado "modelo" oficialista y que se buscó el momento exacto de la distracción que producen las festividades y el veraneo, para producir los hechos que han puesto de pie a la opinión pública y a la oposición. La desesperación oficial que ha determinado el decreto presidencial para hacerse de dinero freso, es una derivación directa de ese fracaso que no se quiere reconocer y que ha puesto en la cesación de pagos a una veintena de provincias, incluso aquellas cuyos gobernadores fueron favorables al actual régimen central y centralista. En consecuencia, los municipios a quienes tantas veces se les prometió obras públicas y otros beneficios preelectorales, también sufren idénticas y proporcionales dificultades financieras que lisa y llanamente obligan a preguntarse qué sucederá cuando no puedan pagar los sueldos y la población, desesperada, no esté en condiciones de enfrentar las necesidades diarias. Se suspenderán viajes, compras de cualquier naturaleza, para qué decir inversiones y cundirá la desesperación que comprenderá a los sectores "clientelistas" a muchos de los cuales ya se les cortó el obsequio económico promocional. Los subsidios a la producción en los rubros más diversos comenzaron a cortarse y hasta hace unas horas el 40 por ciento del litoral argentino carecía de luz. De manera escalonada y rotativa otros lugares del país de distinta dimensión poblacional sufren idéntico fenómeno y frente a la emergencia provocada por el mismo gobierno, a éste sólo se le ocurre acusar de los problemas a Redrado, al vicepresidente Cobos, al periodismo, al empresariado, a los bancos, al campo en particular y a otros sectores más o menos difusos que componen la verborragia gubernamental.
En segundo lugar, vamos a ampliar este cuadro de situación con otro breve paneo de la situación, aunque en el pasado ya hicimos referencia a estos tópicos. Comenzaremos por la inseguridad desatada como una verdadera fuerza interna de choque, amparada por una legislación que la favorece y genera situaciones insólitas entre las víctimas, los jueces, y las policías. En gran parte de los casos los primeros y las últimas son mirados como culpables lo que acelera el problema en dimensiones exponenciales y si alguien reclama la presencia de las Fuerzas Armadas recibe como respuesta la posibilidad de ingresar en el mundo de las acusaciones conspirativas junto con El Clarín, La Nación, La Nueva Provincia u otros medios por razones desconocidas y absurdas. Las tensiones sociales se incrementan y surgen datos insólitos como por ejemplo la autorización implícita a extranjeros de países vecinos que llegan en charters para hacerse atender en nuestros hospitales colmados y sin presupuesto. ¿Alguien se preguntó cómo es posible que de la misma forma lleguen a la argentina mujeres embarazadas a quienes se organizó para que tengan aquí sus hijos para ser mejor atendidas que en sus países de origen y de paso -tal vez fundamentalmente- para hacerse de la ciudadanía argentina de manera legal con miras a un futuro aparentemente previsto y deseado...? Esto sucede en nuestra Patria enferma a la inversa de las normas que aplican países adelantados y bien administrados en todo el orbe.
Ahora van por la moneda
Dejemos este espinoso asunto para un posterior tratamiento que nos adelanta la necesidad de rever entre tantas cosas el sistema inmigratorio y vayamos a lo igualmente inmediato pero más acuciante. De igual manera que los activistas del progresismo, generadores de la inseguridad pública, el desarme unilateral de las Fuerzas Armadas, la alteración de la historia, la decadencia acelerada de la educación pública, el enfrentamiento contra la espiritualidad religiosa y especialmente contra la Iglesia Católica, el borto a la par de la aceptación indiscriminada de inmigrantes, la difusión de la pornografía y el hedonismo, la alteración de los símbolos representativos y el sentido de pertenencia, ahora se dedican a alterar las reglas económicas que tienen éxito en otras latitudes cuyos países son emblemáticos. De esta manera, esos activistas culminan el circuito de la decadencia con la eliminación de la capacidad monetaria de la República que, de hecho, es un emblema de soberanía e independencia. ¿Qué otra cosa significa la supresión de las reservas...? Utilizamos el vocablo supresión habida cuenta que el proyecto kirchnerista no se agota con los 6.500 millones de dólares. Según se sabe - y estas noticias llegan siempre desde fuentes insospechadas cuando se olfatea que tambalea un gobierno - que después el Poder Ejecutivo recurrirá en una primera etapa a un total de 20 mil millones de dólares destinados preferentemente a crear una posible oportunidad reeleccionaria surgida de la especial psicología de Néstor Carlos Kirchner quien, a toda costa, quiere eludir las consecuencias judiciales por los delitos perpetrados durante su gestión y la de Cristina. Pero como esta cantidad es insuficiente y mientras evalúa la ampliación de la medida a la que se resiste Redrado, la mira del Kirchnerismo está puesta en los depósitos bancarios, un tema que ya tiene sus antecedentes durante el ministerio de quien hoy es uno de sus asesores: Domingo Cavallo. El final, fue la renuncia de Fernando De la Rúa. ¿Sucederá lo mismo?
Obviamente, ni el matrimonio, ni Aníbal Fernández, ni Carlos Kunkel, ni Florencio Randazzo, ni Julio De Vido, ni Carlos Zanini, ni Alicia Kirchner, ni Daniel Scioli, ni Jorge Taiana, ni Julián Domínguez (para quienes lo ignoran, es el inexistente ministro de Agricultura), ni Parrilli ni tantos otros, creen que quedarán involucrados en las consecuencias del fracaso, pero lo cierto es que tanto en medios específicos de la Argentina como del exterior, ya se barrunta un desenlace a muy corto plazo. El lunes y tal como lo anticipó Cobos esta tarde, se reunirá el Senado para dilucidar el conflicto en una nueva etapa. Con que sólo una de las dos Cámaras se expida en contra del decreto de Cristina, éste quedará anulado lo que vendrá a convalidar el segundo fallo dictado el mismo día por la Jueza Sarmiento: el primero, de no innovar, ratificando que los fondos requeridos por el Poder Ejecutivo no deberán entregarse; el segundo, restituyendo a Martín Redrado en su cargo de presidente del Banco Central de la República Argentina. Entonces... ¿Qué hará la Presidente de la República...? Si se paraliza la vida nacional ¿Qué hará Cristina? Podemos repetir la pregunta muchas veces con relación a los tópicos más diversos de la administración pública, de la paz social y de los recursos económicos para comenzar de nuevo ¿Que hará Cristina...? Algunos observadores se animan a señalar que la renuncia es la única alternativa y para ello dan el plazo que mencionamos al comienzo. Todos los sectores políticos, desde la izquierda hasta la semiderecha (la derecha como tal no existe organizadamente en la Argentina) se unieron en acciones legislativas y judiciales con relación a la crisis y para concluir, digamos que mientras tanto la Suprema Corte tampoco se tomó vacaciones este verano.
* http://www.informadorpublico.com/Bajo_el_signo.html
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