Por C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ *
En este tema, como en otros aspectos básicos de la realidad argentina, es imperativo separar la hojarasca de palabrerío hueco o cargado de anécdotas, del meollo de la cuestión.
El Banco Central como figura “independiente” pasa a ser un poderoso mini Estado enquistado dentro del Estado; y de hecho resulta –en esa concepción- un factor formidable de poder que es manipulado por grandes grupos financieros que operan en Argentina como apéndices de los mega poderes financieros que ejercen su influencia a escala planetaria.
Recordemos que fue el accionar de esos gigantescos grupos de poder financiero transnacional, el que produjo la descomunal crisis político económica y social del 2001, cuyo objetivo final era –sin ninguna duda- provocar la implosión de Argentina en media docena de republiquetas débiles, muy fáciles de manejar desde afuera. Por supuesto que desde adentro operaron los personeros locales de esos grupos financieros que buscaron -y buscan- imponer la denominada “globalización salvaje”, eliminando los Estados Nacionales y haciendo tabla rasa con los valores culturales propios de los diversos pueblos del mundo, para imponer al “ciudadano medio” descerebrado y amoldado a sus designios, fácilmente manipulable por los medios de comunicación que aquellos mismos grupos de poder operan a discreción (¿no hace acordar a cierta clase media {media-alta, media-media y media-baja} que con el bombardeo mediático se escandaliza por anécdotas y olvida lo esencial, como el premeditado desgobierno de los años ’90?).
Esos mismos grupos de poder financiero transnacional fueron los que lograron imponer –subrepticiamente sin mayores relieves mediáticos- la figura de “independencia absoluta” del Banco Central. Tan importante resulta el tema, que ahora no solo usan a sus “alfiles” locales (periodistas “exitosos” –mercenarios-, economistas “reconocidos” –neoliberales y antinacionales- y políticos “relevantes” –prefabricados o “pintados”) para mantener incólume la figura de la “independencia” del Banco Central; también el propio FMI salió a presionar abiertamente en este tema que sin duda es de política interna de Argentina. En buen romance es otra grosera injerencia del Fondo Monetario Internacional en cuestiones que hacen a la soberanía argentina.
Por cierto que solo incautos muy desprevenidos, u opinantes interesados en sembrar confusiones conceptuales, pueden afirmar o “sugerir” la pureza o “beatitud” de la susodicha “independencia” del Banco Central.
La “historia oficial” de Argentina, narrada según los dictados del establishment, omite cuidadosamente que el Banco Central fue creado en plena década infame (en 1935) y que su creación obedeció a presiones de la Banca Británica, sus estatutos originales fueron redactados en Gran Bretaña, traídos en manos propias por el Presidente del Banco Central de Inglaterra –Sir Otto Niemeyer-, y fueron aprobados a libro cerrado por el muy corrompido Congreso Nacional de ese entonces. Esta subordinación lisa y llana a los dictados del Imperio Británico, formó parte de lo acordado al rubricarse el Pacto Roca – Runciman; al cual Jauretche llamó sin eufemismos –muy apropiadamente- “el estatuto legal del coloniaje”.
Resulta notable –pero nada novedoso- que un puñado de expresiones de P. Redrado que constituyen verdaderos “deslices políticos” apenas fueron mencionados por “los grandes medios de comunicación”, para ser rápidamente sepultados por la avalancha de opiniones insustanciales o anecdóticas, que con tanta experticia producen y reproducen los medios de (in) comunicación.
Al respecto, además de la ya expresada injerencia del FMI –del todo inadmisible-, Martín Pérez Redrado (tal su doble y poco conocido apellido completo) al renunciar expresó “los apoyos recibidos de los Presidentes de otros Bancos Centrales”; ¿y que tenían que opinar esos funcionarios y/o tecnócratas extranjeros, de un tema que atañe exclusivamente a la República Argentina? ¡Enorgullecerse de semejantes “apoyos” muestra bien quienes son los reales “patrones” de Pérez Redrado! Claro que surge ahí la pregunta de por que, conociendo los antecedentes de ese tecnócrata del menemato, fue tolerado y mantenido en su cargo tanto tiempo; sin duda un grueso error de estrategia política, considerando las medidas neokeynesianas que se están implementando.
También expresó P. Redrado su oposición a la compra de acciones de YPF por parte del Estado Argentino, con lo cual reafirmó la concepción ultra neoliberal que lo guía, doctrina que tanto daño hizo a Argentina y a toda Latinoamérica.
Más allá de ser discutible la compra de acciones de YPF a precio de mercado, años después que se malvendiera a menos del 10 % de su valor real; oponerse a la reestatización de la petrolera nacional, muestra el rol antinacional del Banco Central “independiente”.
Por si quedaran dudas acerca de lo expresado previamente, es de recordar que la FED (el Banco Central “privado” de EEUU), fue acusado públicamente de ser el responsable de la actual crisis económica mundial. Coincidiendo con dicho enfoque, el Presidente de Francia, no obstante su plataforma político – económica liberal, dijo en Davos que “el libre mercado fue el responsable de la crisis mundial”. ¡Y aquí nos quieren volver a imponer esquemas neoliberales!
Respecto al pago parcial de la deuda externa con las reservas, evidentemente en lo económico así como en lo estratégico no es lo mismo que el Estado Argentino le deba a Bancos extranjeros, que deberle al propio Banco Central de la República Argentina (que al ser propio no es sin duda “deuda externa” ni “equiparable a la misma”, como falazmente quieren presentarlo algunos voceros del neoliberalismo, tal como enrevesadamente redactó el periodista Ismael Bermúdez de Clarín).
Sin duda, la candidatura de Mario Blejer como nuevo Presidente del Banco Central era absolutamente impresentable, habida cuenta de sus vinculaciones con el FMI y de sus anteriores funciones como miembro del Directorio del Banco Central de Inglaterra –potencia con la cual mantenemos un irritante conflicto territorial, además de los gruesos antecedentes de injerencias político económicas-, tan bien descriptas por Jaureteche, Scalabrini Ortiz y otros lúcidos patriotas.
En cambio, la figura de Mercedes Marcó Del Pont, reemplazante de P. Redrado en el BCRA, muestra a una economista heterodoxa, de orientación claramente desarrollista (frondizista – frigorista), opositora frontal del nefasto menemato, partidaria de medidas activas de corte neokeynesiano, industrialista y partidaria del desarrollo tecnológico nacional; quien además se había opuesto a P. Redrado por pretender que el Sector Financiero –como debe ser- se subordine a la Economía Nacional, y apoye su desarrollo con políticas crediticias lógicas, lejos de las tasas usurarias que los argentinos soportamos desde las épocas del “proceso”, que incluso nos llevaron a la ausencia total de créditos internos como parte de las medidas impuestas desde afuera para encorsetar y destruir a la Economía Argentina.
Es de esperar que los hechos respondan a tan auspiciosas expectativas, que representa el profundo cambio de orientación que se estaría implementando en el Sector Financiero Argentino.
* Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.