Por Silvio H. Coppola
Cualquier persona que mire fútbol profesional por televisión, del campeonato argentino de primera división y eso a casi toda hora de los días viernes, sábados y domingos, quedará abrumado por la propaganda incesante que se efectúa, por realizaciones correspondientes al gobierno nacional, ya sea en jurisdicción de provincias o municipalidades.
Entonces el no tan desprevenido espectador, queda deslumbrado por “las obras para todos” que propaganda mediante, publicita continuamente el gobierno.
Parecemos así por derecho propio, uno de los países del primer mundo y lamentablemente la mayoría estamos lejos de los lugares de las reales o supuestas obras y carecemos en consecuencia de un juicio preciso de todo lo alegado por la desmesurada repetición de realizaciones, ya que la experiencia nos ha indicado continuamente, que no todo es verdad en las palabras de aquellos que detentan el poder del estado. Pero eso sería lo de menos.
Entonces el no tan desprevenido espectador, queda deslumbrado por “las obras para todos” que propaganda mediante, publicita continuamente el gobierno.
Parecemos así por derecho propio, uno de los países del primer mundo y lamentablemente la mayoría estamos lejos de los lugares de las reales o supuestas obras y carecemos en consecuencia de un juicio preciso de todo lo alegado por la desmesurada repetición de realizaciones, ya que la experiencia nos ha indicado continuamente, que no todo es verdad en las palabras de aquellos que detentan el poder del estado. Pero eso sería lo de menos.
Recordemos que cuando se financió la transmisión de los partidos de fútbol, previa rescisión de los contratos que tenía la Asociación con Torneos y Competencias, se pagaron a aquella seiscientos millones de pesos por parte del gobierno.
Pero entonces aclaró la presidente públicamente, que igual no había de haber problemas financieros, porque ese dinero (¿tomado del ANSES?) volvería al estado, con la venta de la propaganda respectiva.
Pero claro, enseguida y desde entonces, vemos que la propaganda es exclusiva de actos del gobierno.
O sea, que este se publicita a si mismo, gracias al dinero de los contribuyentes.
Una trampa muy evidente y pagada por todos los argentinos y en particular por los jubilados.
Y al respecto, es extraño que la oposición fantasma, no haya dicho nada al respecto, salvo que quizás le haya quedado algo en el reparto.
Pero entonces aclaró la presidente públicamente, que igual no había de haber problemas financieros, porque ese dinero (¿tomado del ANSES?) volvería al estado, con la venta de la propaganda respectiva.
Pero claro, enseguida y desde entonces, vemos que la propaganda es exclusiva de actos del gobierno.
O sea, que este se publicita a si mismo, gracias al dinero de los contribuyentes.
Una trampa muy evidente y pagada por todos los argentinos y en particular por los jubilados.
Y al respecto, es extraño que la oposición fantasma, no haya dicho nada al respecto, salvo que quizás le haya quedado algo en el reparto.
Pero de todas maneras, hay algo que se lleva la palma: escuchamos asombrados entre tanta propaganda, que se invertirá una suma de dinero no aclarada, para construir ¡¡ciento veinte kilómetros de pavimento!!, desde El Calafate al glaciar Perito Moreno. ¿Con qué motivo?
Por supuesto “...para un mejor desarrollo turístico”. El camino pavimentado hará o no más o menos falta, pero cabe aclarar que es sólo para los grupos turísticos de mayor poder adquisitivo, que son los que viajan a la zona.
Actualmente lo pueden hacer igual sin mayores problemas y se puede afirmar que viajar sobre el actual ripio, es en definitiva, parte de la excursión.
Pero el dinero que se invertirá, puede serlo mucho más eficazmente, en cualquier otro lugar del país e incluso en zonas del Gran Buenos Aires, con calles de barro anegadas con cualquier llovizna.
Aunque cabe aclarar que además de lo mencionado, hay un hecho clave: los Kirchnner tienen varias propiedades en El Calafate, que indudablemente van a ser beneficiadas con la obra a realizarse, como asimismo las de varios de sus amigos en igual situación.
Entonces vemos que la caridad bien entendida empieza por casa y no es del caso no hacer todo lo posible, para lograr “...un mejor desarrollo turístico”.
Por supuesto “...para un mejor desarrollo turístico”. El camino pavimentado hará o no más o menos falta, pero cabe aclarar que es sólo para los grupos turísticos de mayor poder adquisitivo, que son los que viajan a la zona.
Actualmente lo pueden hacer igual sin mayores problemas y se puede afirmar que viajar sobre el actual ripio, es en definitiva, parte de la excursión.
Pero el dinero que se invertirá, puede serlo mucho más eficazmente, en cualquier otro lugar del país e incluso en zonas del Gran Buenos Aires, con calles de barro anegadas con cualquier llovizna.
Aunque cabe aclarar que además de lo mencionado, hay un hecho clave: los Kirchnner tienen varias propiedades en El Calafate, que indudablemente van a ser beneficiadas con la obra a realizarse, como asimismo las de varios de sus amigos en igual situación.
Entonces vemos que la caridad bien entendida empieza por casa y no es del caso no hacer todo lo posible, para lograr “...un mejor desarrollo turístico”.
LA PLATA, marzo 21 de 2010.
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