LAS HEREJIAS DE ANSELMO GRÜN Y EL ESCANDALO POR RADIO MARIA ARGENTINA, DEPENDIENTE DEL EPISCOPADO

Por Emilio Nazar Kasbo

UNA SUMA DE HEREJÍAS

Bajo las palabras “hay algo complicado de entender, pero yo te lo voy a explicar”… sinónimo de la pregunta que el diablo hizo a Eva para entrar “en diálogo” y venderle el buzón del Pecado Original que de otra manera no se habría cometido, muchos están vendiendo no solamente buzones, sino también acompañados del Obelisco de Buenos Aires a los feligreses católicos… y nadie dice nada.

¿Qué sucedería si alguien sostuviera ideas como las que a continuación detallamos?

Que la Biblia debe ser interpretada desde el psicoanálisis de C.G. Jung en concordancia con Teilard de Chardin, que la voz de la Iglesia Católica no es “representante exclusiva de la verdad”, que la Iglesia no debe aplicar “parámetros moralizadores” en el arte, que “nunca debemos condenar” porque no hay buenos ni malos, que el cristianismo es el “cumplimiento del anhelo humano” (es decir, Dios queda relegado), que se salva aquél que vive según su conciencia y no según la Verdad de Jesucristo, que afirmar “que los primeros cristianos iban gozosos a la muerte… (es) una tendencia masoquista”, que Jesús “no fue salvador desde el principio”, que Jesús “toma conciencia de su verdadera identidad” “en el Bautismo, y no en su nacimiento”, que en el desierto Jesús “se reconcilió allí con sus sombras y que integró dentro de sí lo animal”, que sólo desde el “yo íntimo” es posible salvar a los demás,  que el Pecado Original fue “un acto de toma de conciencia” de Adán y Eva para su plena realización personal para “distinguir entre el bien y el mal”, que el equilibrio de la persona se logra en una armonización de bien y mal, de virtud y de pecado, de santidad y de perversión, que la homosexualidad es un bien que debe ser apreciado y que da motivos para alegrarse, que “cuando los hombres dejan a un lado su vergüenza y se muestran tal como son, surge de repente una gran confianza”, que “en nombre de Dios se asesina o insulta a Parlamentarios, que buscan honradamente leyes sensatas para regular la problemática del aborto”, que “la prohibición absoluta de dar la comunión a los que se han vuelto a casar no corresponde con las palabras de Jesús”, que “El Papa Pablo VI con su encíclica Humanae vitae nos decepcionó mucho”, hablar de la Iglesia dividiéndola como una pugna entre los “conservadores” y los “progresistas”, que da pena “que la teología romana se limite principalmente a cuestiones de moral”, que “se mantienen aun tiesos en temas como la sexualidad y el celibato”…

Pues bien, todo esto difunde Radio María de Argentina, y todo esto consta en los heréticos libros de Anselm Grün, autor de “best sellers” en las librerías católicas que no hacen más que deformar el mensaje de Jesucristo para ponerlo en clave psicoanalítica Jungueana.

ESCÁNDALO

Radio María Argentina escandaliza a sus oyentes mediante la difusión de frases ambiguas e incluso de explícita herejía, contradiciendo el básico Catecismo o incluso el mismo texto de los Evangelios. Se trata de algo inadmisible dentro de la Religión Católica, y que es más propio de los protestantes, porque incluye una “libre interpretación” de los textos bíblicos. El resultado es la protestantización de la audiencia, en vez de reforzar su catolicismo.

¿Radio María es una radio católica? Entonces no puede ser imparcial. Si se trata de una radio “ecuménica”, donde los católicos son “una voz más” (en el sentido sincrético y relativista, condenado por el Magisterio de la Iglesia), entonces debe declararlo así, y no depender del Episcopado, ya que mejor sería que dependa de la Sociedad Bíblica.

“Un heresiarca enseña mal la Religión”, afirmaba el Padre Leonardo Castellani. Radio María Argentina tiene en Anselmo Grün al mentor ideológico e intelectual de los disparates teológicos que se difunden. Indudablemente, Anselmo Grün debe ser apercibido por sus escritos ajenos completamente al catolicismo. Y el Episcopado Argentino de no solucionar el problema de la difusión de herejías, comete una grave omisión de sus deberes. “Quien no está Conmigo, está contra Mí; y quien no siembra, desparrama”, dijo Jesucristo. No hay términos medios ni “reconciliación de claros y oscuros” en esta materia.

DESPRECIO A LOS MÁRTIRES

¿Se padece una agnosia de la Tradición Católica? La agnosia es la incapacidad para reconocer a personas y objetos, pero en este caso se trata del mensaje de Jesucristo que la Iglesia Católica tiene el deber de transmitir. ¿Acaso a nadie escandaliza la transmisión de un mensaje que no es el de Jesucristo?

El desprecio a los mártires de Anselm Grün es frontal, ya que no soporta el saber con cuánta alegría los mártires católicos afrontan la muerte, y no se trata de algo lejano en el tiempo, sino que así me lo han manifestado mis abuelos acerca de la masacre de mis ancestros durante el Genocidio Islámico Turco Otomano que diera inicio el 24 de abril de 1915 contra los armenios. Y su alegría era sólo un reflejo de la gran Alegría en medio del dolor padecido por Jesucristo en la Cruz. La alegría de los mártires proviene de su próximo encuentro con Jesucristo, y a pesar de que aprecian los dones, bienes y gracias recibidos en este mundo, aman a Jesucristo por sobre todas las cosas y lo siguen en el Calvario como Dimas, el buen ladrón. Pero eso no lo entienden los cobardes y pusilánimes apóstatas y herejes infiltrados en la Iglesia Católica. Si éstos consideran que fuera de la Iglesia Católica hay una salvación idéntica a la que ésta proclama, mejor que se vayan tras esa salvación fuera de la Iglesia. Sólo que ese “pequeño” error los puede llevar a la apostasía y a sus consecuencias después de esta breve vida, arrastrando a otros muchos tras de sí como hizo Lucifer. Tanta es la indignación por los contenidos que difunde Radio María, que difunde Anselm Grün, que consideran a la Iglesia Católica un consultorio psicoanalítico en vez de el Camino de salvación que tiene a Jesucristo por cabeza y al Papa por Su Vicario.

El martirio no es una patología para el psicoanálisis, sino un testimonio de Jesucristo. Todos nos enfrentaremos a la muerte, sólo que una vida de santidad coronada por la palma del Martirio conduce a la mayor Gloria. Grün propone vivir de modo hedonista en este mundo, negando las Bienaventuranzas. Los mártires nos enseñan el camino de la Gloria en Dios. No hace falta ser muy inteligente para saber quién tiene razón.

¿EROS Y TANATOS FREUDIANO?

Los mártires mueren por no negar a Jesucristo para ganar la Bienaventuranza, mientras otros por menos de 30 monedas venden a Cristo por ganar un best-seller y sacar su minúsculo beneficio. ¿Qué más hay para decir? Que Mons. Ignacio Maloyan es una muestra palpable de cómo se soporta el dolor y la tortura, el sufrimiento y la muerte. ¿Grün lo sujetará al análisis psicoanalítico?

Grün asesina a Jesucristo borrando todo su mensaje espiritual y suplantándolo por una psicología barata y carente de fundamento teológico, confundiendo la Teología con la psicología hedonista freudiana. Hay muchas formas de asesinar a Jesucristo, y la herejía es la peor de ellas, porque con el pretexto de seguir a Jesús se lo niega y traiciona. Así hizo Judas Iscariote.

Durante la II Guerra Mundial una monja católica fue detenida por los nazis, quienes comenzaron a torturarla exigiéndole que declare quién le daba las órdenes para sus acciones porque iban a detenerlo y a matarlo. La monja sacó un Crucifijo y se los exhibió, les dijo “El es quien me enseñó lo que debo hacer, y ya lo asesinaron, llegan tarde”.

Esta ha sido una apretada síntesis del tema, para la cual hemos utilizado como base para describir las herejías que se difunden de manera sutil o explícita por Radio María de Argentina un excelente artículo del P. Gabino Tabossi publicado en la Revista Gladius N° 72, titulado “una aproximación a la teología de Anselm Grün”.

Anselmo Grün es un sinvergüenza, así como quienes lo siguen ¿se entiende o no se entiende? (cfr. Luchar y amar, Anselm Grün, San Pablo, 2006, pp. 25-27)

Recemos por la conversión de quienes se desviaron y de quienes se están desviando de la enseñanza de la Fe de siempre, transmitida de modo inalterable a lo largo de más de dos mil años de Historia.