El megafestival que organizó el gobierno el 12 de diciembre en Plaza de Mayo -para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos y el tercer aniversario del inicio de la gestión de Cristina Fernández- contó con la presencia de artistas de la talla de Charly García, Vicentico y Calle 13.
Cada uno de los músicos cobró un jugoso cachet, y el presupuesto total ascendió a más de $2.500.000. Pero esos mismos artistas, contratados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pidieron sumas mucho menores, de hasta un tercio de las cifras que facturaron al Gobierno Nacional.
Vicentico, por ejemplo, tocó contratado por el Gobierno porteño en noviembre pasado durante una hora, y recolectó unos $145.200. Un mes después, en el festival organizado por el Gobierno Nacional, tocó durante 26 minutos y cobró más del triple: $436.618. Es decir, que la Ciudad le pagó 2.420 pesos por minuto de recital, y la Nación unos 16.793, casi siete veces más.
En el caso de Kevin Johansen, sumó $60.500 por hora y media de recital para el Gobierno porteño. En el mismo mes, facturó a la Nación unos $103.761 por veinte minutos de música, informó el diario Clarín. El minuto de música le costó $672 a la Ciudad y $5188 a la Nación, un incremento del 772 por ciento.
Victor Heredia, un artista "nacional y popular", cobró $12.000 por hora y media de concierto para la Ciudad, pero por tocar 47 minutos en Plaza de Mayo se llevó $32.104, unas cinco veces más por minuto. Su manager explicó al matutino que el primer recital fue para la Feria de Mataderos, que tenía un presupuesto acotado, y que en la segunda función lo acompañaron más músicos. Vicentico y Kevin Johansen no pudieron explicar la diferencia de precios porque, según su discográfica, están de vacaciones.
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