Por Emilio Nazar Kasbo
China ha ingresado en el mundo capitalista y está dominándolo completamente, perfilándose como la gran potencia mundial que dentro de pocos años decidirá los destinos del mundo. China infunde respeto, es una noble nación con nobles ciudadanos, sólo que aun le falta una apertura al Evangelio de Jesucristo y a la Tradición de la Iglesia Católica, actualmente perseguida en ese país.
EL DOMINIO MUNDIAL
El mundo islámico no puede encontrarse hoy a la altura de China, ya que el fundamentalismo produce ciertos atrasos, y el crecimiento de los países mahometanos sólo podría darse por una gran “guerra santa” islámica contra todos aquellos a quienes consideran “infieles”, que en las actuales circunstancias tecnológicas implicarían una guerra mundial nuclear.
Por el contrario, China ha optado por el dominio económico del mundo, que seguramente se transformará en un dominio político con una autoridad que dictará normas para todo el planeta… hasta es adelantado en el Apocalipsis del Nuevo Testamento en el cual creemos los cristianos: el Anticristo provendrá de Oriente (es decir, del Extremo Oriente), a la vez que caerá la “gran ciudad capitalista” que hoy sería Estados Unidos ante el asombro de muchos desprevenidos.
La pregunta es: ¿por qué hoy un chino que vive dentro o fuera de su país, no puede ser católico y practicar esta religión? ¿Por qué tiene que ser prohibida? ¿Por qué es perseguida?
JUGUETES Y ELECTRODOMÉSTICOS
Pero veamos qué se dice en otras latitudes de los productos chinos y del modo en que se elaboran. Y es que China elabora diversas clases de productos dirigidos a distintos públicos: desde lo más caro para los más exigentes, hasta lo más económico y peligroso por su modo de producción.
Resulta que, por ejemplo, uno de cada dos productos calificados de "peligrosos" en Alemania por la falta de seguridad o por contener algún tipo de elemento nocivo para la salud, procede de China, según un estudio dado a conocer en la ciudad de Dortmund, informó DW.
Tanto en Alemania como en el resto de la Unión Europea (UE), las autoridades retiran del mercado numerosos productos cada año por contravenir las normas de seguridad. La Oficina Alemana de Protección y Medicina Laboral (BAA) los incluyó todos en el estudio "Productos peligrosos 2011".
La mayoría de los productos chinos incluidos como peligrosos son electrodomésticos y juguetes que podían causar cortocircuitos o que contenían piezas que podían tragarse los niños. Entre ellos destacan secadores de pelo, lavadores, ventiladores y hervidores eléctricos de arroz, entre muchos otros.
Según el estudio, 40 de los 78 productos retirados el último año en Alemania habían sido fabricados en China. El segundo y tercer lugar lo ocupan Italia y Alemania, con siete y cinco productos respectivamente.
VENTAJA CHINA
Es que todo lo que proviene de China tiene una gran ventaja económica para el consumidor: el precio. Desde lápices labiales y carteras hasta juguetes, se importan productos de fabricación china. Los mismos artículos producidos en otro país costarían varias veces su precio al público, y ello se debe al valor de cambio de su moneda, al régimen político que gobierna, y a la casi nula injerencia del salario en el producto terminado.
Todo el mundo sabe que los productos más baratos son “made in China”. Y tales importaciones producen un efecto deflacionario, que impide el alza de precios, pero a costa de dañar la industria local. ¿Defender a la industria o a los pobres? Grave dilema que no es simple de responder en el contexto de economías liberales.
Es lógico que mientras la inflación crece, una de las formas de reducir costos sea mediante importaciones de baratijas asiáticas, que hacen caer el precio de artículos para el hogar, perjudicando a su vez a industrias locales. Esto sucede tanto en Argentina como en Brasil, donde la inflación también está creciendo.
LIBERALISMO Y COMUNISMO
En esos movimientos de tesis-antítesis-síntesis que imaginaba Marx, el liberalismo y el comunismo acaban siendo lo que son: dos brazos de un mismo monstruo materialista.
Es lógico que para la llegada de una autoridad mundial apocalíptica que oprima al mundo entero deben cesar todo tipo de libertades. Es decir: si se reconocen libertades, aunque sea de modo relativo e individualista, la opresión no se sentirá a modo de completa tiranía.
Opresión económica por capitales privados (liberalismo) o por acción estatal colectivista (comunismo), resulta idéntica, ya que las cúpulas de ambos son dominadas por el Poder Internacional del Dinero, manejadas por una pequeña minoría plutocrática y oligárquica. Y ese gobernante del mundo, ese Anticristo, surgirá no del comunismo o del liberalismo, sino de esa pequeña minoría plutocrática y racista de orientación sionista.
APOKALIPSIS
Y no es que sea chino quien ocupará el “cargo mundial”, sino que el “modelo chino” será utilizado por el mismo para imponerlo mundialmente.
¿Quién ha leído el libro “Apokalipsis” del Padre Leonardo Castellani? Muchas de sus esclarecedoras visiones aclaradas por el sacerdote hoy son una realidad que hace apenas 30 años iban más allá de la mera imaginación disparatada de la Ciencia Ficción, y que hace dos mil años seguramente eran ininteligibles.
Quien reflexione sobre cada párrafo y cada frase del libro del Padre Castellani, tratando de descubrir datos de actualidad en sus dichos, indudablemente que los hallará y se sorprenderá de cómo se ha desarrollado la tecnología y la vida moral en la actualidad para hacer viable lo que parecía hasta no hace mucho tiempo inviable. Yo, por mi parte, ya lo leí completo varias veces, y cada vez le descubro más cosas actuales. ¿No tiene curiosidad de buscar y leer el libro que le comento?
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