Fuente: un post nacionalista en Facebook
Por aquellos días el gobierno kirchnerista intentaba obtener rédito político con un tema al que nunca, NUNCA, en todos los años de gobernación santacruceña y luego como gobierno nacional, le había dado interés real.
La breve disertación del Mayor fue descarnada, impiadosa con la hipocresía de los funcionarios oportunistas. Pero también fue un llamado a la conciencia del pueblo argentino.
“- Hablan de soberanía”, dijo. “- La soberanía no se declama. ¡La soberanía se ejerce!!!”, afirmó.
“- El precio de la soberanía es un precio de sangre. Los pueblos responden a una consigna. LA NECESIDAD HACE A LA CONQUISTA.”
El diccionario define la palabra Soberanía; Autoridad suprema del poder público. Corresponde al pueblo. Que ejerce autoridad suprema e independiente.
Y quien no se prepara para defender su soberanía no debería quejarse cuando el conquistador llega.
Ellos, los piratas, carecen de materias primas. Necesitan comprarla al precio que les resulte beneficioso, o apropiarse de ellas. Sea de buenos modos o de la peor forma. No se puede hablar de soberanía y desarmar las instituciones de la defensa nacional. Los poderosos no siempre responden al convencimiento, pero siempre responden a la disuasión.
Ellos vinieron. Y seguirán viniendo.¿Porque no habrían de hacerlo?. Saben que contra el pueblo argentino puede llegar a ser demasiado difícil. Pero van por los traidores. Nunca les faltó quien les haga el trabajo sucio.
“- DIVIDE ET IMPERA!!”
Alguien acotó un “divide y reinarás”. A lo que el Mayor le conminó;
“- NO!!. La interpretación es Divide y domina. Somete. El reinado, es un sistema de gobierno franco y declarado. Con un pueblo consciente de lo que puede esperar de sus gobernantes. Aquí nos referimos a un sistema que busca la sumisión, la degradación y humillación de aquellos pueblos que no reconocen que están siendo dominados..."
Y nos distraen, nos avanzan con populismo. Con divertimentos y consignas simples. Soliviantan al vulgo. Y les hablan de soberanía.
PAN ET CIRCENSES.
PAN Y JUEGOS. Feriados y carnaval, subsidios y planes. Y fiestas, como no. Mucha fiesta. Futbol para todos y todas. Ahora también automovilismo para todos. Mientras los pueblos luchan, sacrifican, esfuerzan para su grandeza. Éste, es invitado a transitar el camino al éxito desde la obscenidad de la corrupción, del analfabetismo. De la soberbia.
El camino a la independencia es largo. El de la soberanía es constante.
Día tras día la soberanía se ve obligada a ocupar su puesto.
Y hablan, estos desfachatados. Declaman soberanía y se confiesan pacifistas.
¿Pacifismo?. ¿A lo Gandhi?. Ignoran, o pretenden ignorar, que una vez instalado en el poder, el Mahatma incluyó en el gobierno a muchos integrantes de su propia familia para dirigir los destinos de la India. Hasta el día de hoy, el país se rige con la impronta que heredara de él.
¿Acaso hizo Gandhi, un país sin identidad y bañado de florcitas?. Yo opino que lo convirtió en una potencia nuclear. Un país que busca el crecimiento y el desarrollo industrial. Un país con política armamentista y militar con capacidad disuasiva. Que disputa de igual a igual, entre las naciones poderosas.
A ver si nos dejamos de hipocresías y buscamos el transito hacia una nación que marche en pos de su grandeza. Sin falsas dicotomías, sin corrupción. Sin falsedad ideológica. Dispuesto a no repetir los errores del pasado. Y a encarar con sentido común y honestidad la búsqueda de un futuro promisorio.
CONCLUSIÓN
Hasta aquí, he entremezclado frases bien recordadas. Conceptos extraídos. Y conceptos propios, claro, resultantes de las palabras del Mayor Visozzo Posse.
Pasaron bastantes días. Ha corrido bastante agua debajo del puente de la actualidad política de nuestro país. Pero no podría olvidar la línea general del pensamiento preclaro que nos ofreciera este patriota.
Quise compartirlo con ustedes. El mismo día que la Sra. María Alejandra Falconier, trajo la carta original que le enviara su padre, halcón héroe de la Patria, antes de caer bajo fuego misilístico del enemigo. Fue un día conmovedor. Los veteranos, verdaderos centauros de la historia. Imposible retener las lágrimas. El Dr. González. El Cenotafio. Y en lo alto, el Pabellón Nacional. Siempre el Pabellón Nacional. Representación acabada del sentir nacionalista, y de aquellos laureles. Los que alguna vez supimos conquistar.
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