Por Emilio
Nazar Kasbo
“Yo nerviosa no me voy a poner ni me van a poner,
que se queden tranquilos”, dijo la Presidente Cristina Wilhelm con un dejo de aire sobrador y como riéndose en
medio de obsecuentes y mercenarios que la aplaudían por algún beneficio
recibido o que esperaban recibir.
Efectivamente, lo que tiene Cristina no es nerviosismo, sino pánico,
que es fácil de acreditar.
"¡Siempre Volvemos y Volveremos; una y
otra vez! ¡Una y otra vez! Por más que algunos se pongan nerviosos, yo nerviosa
no me voy a poner, ni me van a poner. Que se queden tranquilos", dijo la
Presidente. De ese modo, respondía indirectamente desde su discurso en San Juan
al pueblo que salió pacíficamente haciendo escuchar sus reclamos en distintas
ubicaciones de Argentina con el cacerolazo organizado a través de las redes
sociales para el 13 de Septiembre de 2012 y que diera inicio entre las 19 y las
20 hs.
Ya es la segunda manifestación de la cual Cristina Wilhelm ha “escapado”. Efectivamente,
ante el anuncio de cacerolazos que avanzan hacia la Casa Rosada, la Presidente
elige ir a inaugurar algo (cualquier cosa) en alguna provincia lejana que
considera afín, o menos riesgosa.
Anteriormente, había viajado a San Luis, desde
donde hizo una referencia tangencial a una manifestación que había convocado el
sindicalista Hugo Moyano con el
gremio de camioneros. En aquella oportunidad, inauguró una planta procesadora
de cerdos, con un grandilocuente discurso, pero luego se difundió la real
capacidad de dicho establecimiento, que resulta ser insignificante para la
dimensión del mercado argentino.
Esta vez, eligió la provincia de San Juan,
pretendiendo inaugurar una empresa textil ¿La inauguración de una empresa
textil es un acto de gobierno? Sin embargo, las protestas ahora se han
extendido a todo el país, y mientras la Presidente realizaba su discurso,
cientos de sanjuaninos autoconvocados se manifestaron en las inmediaciones de
la Plaza 25 de Mayo de la Capital provincial para protestar contra el gobierno
(que salieron a manifestarse sin percibir un solo centavo para hacerlo, tal
como acostumbran los oficialistas).
En San Juan, desde donde habló la Excelentísima
Señora Presidente de la Nación, hubo más de cuatro cuadras de manifestantes que
llevaban sus carteles que decían: “contra la corrupción”, repudiando a su vez
al gobernador local, José Luis Gioja.
La Presidenta aseguró que “nadie” la “va a
poner nerviosa” y volvió a cuestionar a los integrantes de lo que llamó la
“cadena nacional del desánimo, el miedo y el pesimismo” (entre quienes
solapadamente incluye a medios de prensa no oficialistas).
En Rosario, los manifestantes se concentraron
frente al monumento a la Bandera, donde gritaron consignas contra el gobierno
nacional, y de una eventual reforma constitucional que habilite la
re-reelección presidencial.
A su vez, en Mendoza, el cacerolazo se registró
en el cruce de San Martín y peatonal Sarmiento, tradicional escenario de
protestas en la capital mendocina, donde los asistentes mostraron carteles que
rezaban “Paren de robar; el Gobierno no admite competencia” y “No a Venezuela y
Cuba”.
En Salta, una extensa caravana de vehículos y
numerosas personas se concentraron frente a la Legislatura provincial, mientras
las cacerolas y las bocinas acompañaban en su ritmo los estribillos que aludían
en forma reiterada al cese de políticas que los manifestantes calificaban de
“opresivas” y “similares a las que aplica Hugo
Chávez en Venezuela”.
En San Miguel de Tucumán, también se
concentraron miles de personas en la Plaza Independencia. Bariloche tuvo su
protesta sobre la plaza del centro cívico de la ciudad; y en Mar del Plata,
frente al Hotel Hermitage.
Cristina en su discurso sostuvo que
"estamos en una Argentina diferente", y agregó que "lo peor que
le ha pasado a nuestro país, han sido los cataclismos de horribles gobiernos
que hundieron a los argentinos en crisis institucionales, sociales y
culturales". ¿A caso no fueron autoreferenciales semejantes palabras?
Entre algunas protestas se encuentran la hiperinflación,
la inseguridad, la desvalorización de la moneda nacional, el cierre a la
importación cuando es la fuente principal para que la industria se desarrolle,
la mentira del INDEC, el enriquecimiento ilícito, las privaciones, la reforma
del código civil y comercial, la ausencia de política educativa, la falta de
presupuesto para la salud, los injustos haberes de los jubilados, y numerosas
consignas más.
Según fuentes de la Policía Metropolitana,
frente a la Casa Rosada se congregaron unas 200.000 personas. Ya hay anunciado
un próximo cacerolazo para el próximo 1 de octubre de 2012 ¿Dónde irá la
Presidente esta vez a dar un discurso? Es la Presidente de todo el país, y esté
donde esté, al igual que en esta oportunidad, un cacerolazo la estará siguiendo…
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