Por Carlos Belgrano.-
NOTA PREVIA AL ARTÍCULO DEL
DIRECTOR DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA: En los conceptos
en que disentimos con el autor de la nota son los siguientes: 1- acerca de
Alemania, adherimos a las Encíclicas de los Papas que condenaron las
deformaciones del gobierno hitleriano. 2- Acerca de Argentina, ratificamos que
sólo es lícita la muerte ajena en defensa propia (incluso en la guerra), o por
sentencia con pena de muerte por Tribunales legalmente constituido
Amigos:
El 7 de mayo de 1945, pereció un
estilo de vida en Alemania.
Fenecían así, en un mismo
instante, el culto a la personalidad de un Líder de masas incomparable con
cualquier otro a lo largo de los siglos y una forma de gobierno severa y autocrática.
Para el Pueblo Alemán, no llegaría
empero la paz, que trasciende a todas las derrotas, sino la reedición del
escarnio y la humillación, que ya habían experimentado luego de Versailles en
1919.
Y les aguardaba además, palpar en
carne viva, un fenómeno que carecía de precedentes desde el principio de la Civilización
allá en Sumeria.
Conocerían lo que después se denominó
como "La Culpa Colectiva", que la maquinaria judía de Hollywood, se encargaría
de aceitar con el correr de las décadas, exhibiendo a Hitler, al Nazismo y sus
Fuerzas Armadas, como caricaturas, disfrazadas de carniceros.
Aún hoy, los Alemanes, son
incapaces de alzar sus voces fuera de las tertulias familiares, para esbozar
sus quejas y menos aún sus vindictas contra tantos y perdurables excesos.
Pero como sea, el caso es que después
del armisticio y con la desaparición física del diez por ciento de su población,
tuvieron las agallas para sepultar los horrores de la guerra y erguirse para
reconstruir una Nación devastada.
Atrás y en el inmediato olvido
para la humanidad, quedarían las cien mil mujeres violadas y mutiladas por las
hordas mongolianas soviéticas, durante la batalla por Berlín.
Y los trescientos mil muertos que
días antes de aquello, reposaban en fragmentos, dentro de la indefensa y
desmilitarizada ciudad de Dressden, sometida a un bombardeo castigo por yankees
e ingleses, quienes obtuvieron su ansiado trofeo en tan solo tres días y tres
noches
Sin hospitales de veteranos para
sus ex combatientes, que superando los dos millones, con la única ayuda de los civiles,
improvisaron la fabricación doméstica de sus propias muletas y tablillas, pese
a lo cual poco a poco se fueron muriendo por falta de anestésicos, de los que
los aliados disponían en abundancia.
Por esos días, ochocientos mil
rendidos de las wehrmacht en la Baja Sajonia, ante los norteamericanos también
dejaron este plano, porque no se les suministraron alimentos.
En ese momento los Alemanes,
advirtieron que había llegado la hora de "pagar ò morir".
Y eligieron con una gala de
estoicismo supremo, sobrevivir, reeditando la figura mitológica, pero por
millardos de las nuevas Aves Fénix.
Fue así que cada Clérigo,
Luterano o Católico, con la ayuda de su feligresía, reconstruyeron sus
Iglesias, para ofrecer el Servicio a sus desconsolados fieles.
Los industriales, aunque privados
de los materiales más esenciales, recogieron los escombros de sus fábricas y
recomenzaron el proceso industrial, merced a la tecnología y el know how, que
intactos, atesoraban en sus brillantes mentes.
Del peor de los oprobios fueron
escalando por un lugar en el mundo y a fines de los setenta, lo que el Señor
Hitler no pudo conquistar con sus Divisiones Panzers, lo hicieron ellos con sus
poderosos deutshe marks.
Y aun hoy, en esa vieja península,
que pronto habrá de sobrevivir únicamente merced al turismo, el bloque alemán
es el que sostiene a toda la economía del continente, aportando a la Unión
Europea más del sesenta por ciento de todos sus recursos.
Éste es tan solo un breviario de
las cicatrices y dolencias de una Nación, que supo de las necesidades más
primarias para subsistir y muy a pesar de ello, hicieron caso omiso de las
ingentes represalias de la banca hebrea, que los cercó hasta que tuvo que
ceder.
El Lector podrá colegir que el
Plan Marshall, fue el coadyuvante para esa suerte de milagro, pero caería en un
fatal error, porque esa ayuda fue de apenas dos mil millones de dólares para
toda la Europa beligerante, incluyendo los Balcanes.
La cuota parte alemana fue, por
decirlo de algún modo, anecdótica y exigua en extremo.
Traigo este refrito de meras anécdotas
y simples episodios históricos, para que nos introduzcamos en el plano
reflexivo; ese que necesitamos con idéntica magnitud al rechazo que de él
hacemos de continuo.
Aquí soportamos de todo.
Desde el populismo yrigoyenista
hasta el peronista, que nos impregnó esa pátina mucilaginosa y que llevamos
adheridos en nuestro genoma social desde hace casi setenta años.
Militares mediocres que alternaron
sus interinatos, por períodos breves, y que en ningún caso tuvieron un propósito
cierto, salvo el inflamable revanchismo de la Libertadora, que vio malograda su
gestión, porque se quedó en el poder por tres años.
Luego vendrían Onganía y Lanusse que se quebraron al séptimo año al igual que sus Camaradas
del Proceso.
Muchos, entre los que me incluyo,
no dejaremos de tributarle nuestro homenaje a los últimos que nos libraron por algún
tiempo de la canalla subversiva, pero no menos cierto es que por el poco tiempo
que se dispusieron a quedarse, era imposible liquidarlos a todos.
Y peor que ello, es la
circunstancia que desde Firmenich y Vaca Narvaja hasta Kunkel y Verbitsky,
todos ellos fueron delatores de sus propios compañeros de correrías, además de
haber oficiado todos como "services" de los Milicos, en pago y compensación
a sus solturas.
Hoy son los referentes
indiscutibles de estas corporaciones de Derechos Humanos SA, que tantos miles
de millones de dólares le han arrebatado al Erario Fiscal.
Pero todo eso y mucho más que se podría
graficar sobre estas Asociaciones Criminales, sería absurdo, porque por todos
es conocido.
Lo relevante no es seguir hablando
de ellos, ni de la Bonafini, ni
de los matri/parricidas Shoklender, que perdieron sus botines
en el Casino Flotante de Puerto Madero, ni de Klarín y sus lloriqueos crematísticos.
Ni apostar a que la Presidente, perderá
las elecciones, porque ganará todas las que tenga por delante, en virtud a la
infalibilidad de la manipulación informática del conteo de votos.
Ya lo demostraron antes de ahora
y lo perfeccionaron, Chávez y Correa recientemente.
Esta calamidad Argentina no se dirimirá
en ninguna urna, que en adelante serán de utilidad solo para guardar los restos
de nuestros seres queridos que han partido.
El ejemplo Alemán fue que con
todo en contra, emergieron victoriosos de las profundidades más oscuras.
Nosotros con la Pampa Gringa, los
cuatro climas y demás bondades geográficas, no podemos eyectarnos del pasado,
porque nuestras raíces culturales, son las que se encuentran mostrencas.
Cierto imaginario colectivo
atisba a hipnotizar que Macri, Carrió, De Narvaez, Binner, Cobos o algún
otro pelandrún de equivalente categoría, son nuestras reservas morales; y nada
de ello es veraz.
No tenemos a NADIE en lista de
espera para el recambio, porque el sistema está enlodado de la podredumbre más
hedionda.
Y contamina todo lo que toca como
un virus fatal.
Invito a cuantos lean estas líneas
a que recapaciten con las "cadenas de mails" para nuevas concentraciones
fútiles, porque esa herramienta será elocuente y quizás también infalible,
cuando arriben los momentos previos a la convocatoria masiva, que no deberá
revestir las características de las "inertes marchas" del pasado año,
que fueron como pretender arar en el mar.
La que se aproxima, si es que no
se detiene en el intento es otra muy diferente.
Deberá ser la "vigilia"
en Olivos y Plaza de Mayo, con ovaciones cerradas para echar a toda esta mersa
K, de una vez y para siempre, con la paralización total de actividades, sin
recurrir al concurso de estos sindicalistas, que no son más que la otra cara
del mismo enemigo.
De esa multitud decidida y
decisiva, surgirá alguien.
Mantengamos el suspenso por un
tiempo, hasta que podamos metabolizar un discurso unívoco.
Se están haciendo aprestos para
que con el escenario adecuado, tengamos las necesarias vías de hecho, para que cual
una espada flamígera, aunque suene un tanto masónico decirlo así, se someta a
todos los del gobierno, sin excepciones a la ejecución pública, toda vez que el
veredicto de culpabilidad tiene ya su propio formato.
Pero existe un antígeno,
favorable al gobierno, que puede hacer dar de bruces con este plan y es seguir insistiendo
con las vanas esperanzas de las futuras contiendas eleccionarias.
Porque ese anhelo, no hace más
que alimentar hasta el hartazgo la sobrevida del sistema.
Lo acontecido en un país pequeño
como Honduras, es el antecedente más cercano, ergo no es imposible de
instrumentarlo aquí, donde la bronca, bilis y turbación social nos está poniendo
al borde del caos social, que también es acechado con ansias por esta
turbamulta gobernante, a quien le favorecería, por la suma de poder absolutista
del que disponen.
Seamos nosotros también
LAS AVES FÉNIX
Atentamente Carlos Belgrano.-
lacuchillanacional@yahoo.com
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