En su
reflexión televisiva semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor”
(América TV), Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata , cuestionó la recientemente sancionada Ley
de Fertilización Asistida.
Consideró
que “no se planteó seriamente en un largo debate
alguna una posible limitación a las facultades concedidas” e indicó que la
nueva ley “es una especie de garantía universal. La técnica
legislativa empleada es sorprendente, porque se trata de un texto muy breve
que, además, delega a la autoridad de aplicación que es el Ministerio de Salud
de la Nación
prácticamente toda clase de reglamentaciones y de precisiones acerca de la
aplicación de la norma”.
El prelado platense
comentó que “desde los años ’80 y ’90 se venía tratando este problema de la
fecundación artificial y ha habido laboratorios que se han dedicado a esa
actividad desde entonces. En realidad no
resuelve el problema de la infertilidad o de la esterilidad, sino que suplanta
el acto natural mediante el cual se comunica la vida”.
Mostró su inquietud sobre otros aspectos como cuando
le Ley señala que “Quedan comprendidas
las técnicas de baja y alta complejidad que incluyan o no la donación de
gametos y/ o embriones”, Quiere decir esto que la identidad biológica del
niño que nace puede no estar asegurada porque ¿dónde van a buscarse los gametos?
Seguramente será en un banco de óvulos o espermatozoides y, lo que es más grave
aún, se puede conseguir un embrión, es decir un niño “ya hecho” al cual le
falta desarrollarse y nacer”.
“¿Y cómo se van a conservar tanto los óvulos y los
espermatozoides cuanto los embriones, que son creaturas humanas? Será mediante
congelamiento o crioconservación a 190° bajo cero. Pues bien esto
afecta gravemente la dignidad de la persona humana”, destacó y agregó: “Puede plantearse la cuestión eugenésica:
¿quién impide que haya una selección por razones físicas o de otra índole? Se
podrá elegir el color del pelo o las características tales o cuales del niño
que se quiera tener”.
También afirmó que hay otras cosas que llaman la
atención y “es que aquí se habla del acceso igualitario de todos los
beneficiarios. Es una especie de beneficio universal. Una persona de 50 o de 60 años
que quiera tener un hijo por estos métodos podría hacerlo en todo caso. ¿No se
piensa en los derechos del niño por nacer en los inconvenientes del embarazo y
demás?”.
Mons. Héctor Aguer añadió que otro
aspecto llamativo es que “se trate de prestaciones obligatorias para las Obras
Sociales, como si el sistema de salud de la Argentina fuese tan
floreciente que todo el mundo cuida su salud sin problemas y supera las
limitaciones que se presenten en ese campo como si nada. Son prestaciones
obligatorias, con cobertura integral, y todo debe quedar incluido en el
programa médico de la Obra Social ”.
“Surgen algunas preguntas fundamentales, como por
ejemplo ¿cuántos óvulos se van a fecundar en cada operativo de reproducción?
¿Cuántos embriones se van a implantar? No se precisa nada. ¿Acaso se considera
al embrión un mero material biológico que puede resultar sobrante?”, comentó.
Ya en el final de su
alocución televisiva dijo que “con esta
ley se desplaza definitivamente la importancia del instituto de la adopción,
que es un gesto solidario y plenamente humano”, y se reafirma “el derecho del adulto autónomo que privilegia su proyecto
egoísta de vida. Cuántos niños, en la forma elemental del embrión, queden
en el camino parece que eso no importa al legislador. Tampoco cuántos niños
huérfanos sigan esperando una familia que los adopte.”
“Si yo sugiero que aquí se juegan intereses económicos
muy importantes van a decir que estoy sospechando indebidamente. Me pregunto si
esta aprobación legal de una actividad moralmente censurable no responde a
ciertos intereses de cierta gente que viene trabajando en este campo desde hace
mucho tiempo y que quiere amparada por la ley su actividad. Lo cierto es que el
paso que se ha dado crea un problema general y pone en cuestión una concepción
de la vida humana y del trámite sagrado de su comunicación”, culminó el
Arzobispo de La Plata.
Adjuntamos
el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“Hace unas pocas
semanas la Cámara
de Diputados de la Nación
sancionó una ley que garantiza el acceso integral a los procedimientos y
técnicas de reproducción médicamente asistida. Este es un eufemismo para hablar
de procreación artificial”.
“Llama la atención
que esta ley haya sido votada positivamente por 204 diputados, hubo algunas
pocas abstenciones y un solo voto en contra. No se planteó seriamente en un
largo debate alguna una posible limitación a las facultades concedidas. La ley
es una especie de garantía universal. La técnica legislativa empleada es sorprendente,
porque se trata de un texto muy breve que, además, delega a la autoridad de
aplicación que es el Ministerio de Salud de la Nación prácticamente toda
clase de reglamentaciones y de precisiones acerca de la aplicación de la
norma”.
“Desde los años ’80
y ’90 se venía tratando este problema de la fecundación artificial y ha habido
laboratorios que se han dedicado a esa actividad desde entonces. En realidad no
resuelve el problema de la infertilidad o de la esterilidad, sino que suplanta
el acto natural mediante el cual se comunica la vida”.
“Pero en los últimos
años, el tema que prevaleció en la promoción de estas técnicas ha sido el deseo
reproductivo del individuo. Y digo del individuo porque, efectivamente el
acceso universal a estas técnicas incluye matrimonios, parejas de hecho, mujer
sola o varón sólo, o dos varones o dos mujeres. Esta enumeración la hago yo por
mi cuenta, porque en el texto de la ley no se pone limite alguno; no dice que
tiene que ser un matrimonio o una pareja. Por eso digo que la disposición legal
obedece al deseo reproductivo del individuo, y que la comunicación de la vida,
que es el acto humano por excelencia, ahora queda sometido a técnicas de
producción. Se comprende el deseo de tener un hijo, pero tal deseo,
desconectado de toda referencia a la familia y al orden natural de la
sexualidad no puede legitimarse y adquiere un matiz marcadamente egoísta.
Incluso personas perfectamente fértiles podrían acudir a estos métodos de
acuerdo a la Ley ,
porque no se pone ninguna limitación”.
“Otro dato que realmente inquieta: “Quedan comprendidas las técnicas de baja y
alta complejidad que incluyan o no la donación de gametos y/ o embriones”,
Quiere decir esto que la identidad biológica del niño que nace puede no estar
asegurada porque ¿dónde van a buscarse los gametos? Seguramente será en un
banco de óvulos o espermatozoides y, lo que es más grave aún, se puede
conseguir un embrión, es decir un niño “ya hecho” al cual le falta
desarrollarse y nacer”.
“¿Y cómo se van a
conservar tanto los óvulos y los espermatozoides cuanto los embriones, que son
creaturas humanas? Será mediante congelamiento o crioconservación a 190° bajo
cero. Pues bien esto afecta gravemente la dignidad de la persona humana”.
“Puede plantearse la
cuestión eugenética: ¿quién impide que haya una selección por razones físicas o
de otra índole? Se podrá elegir el color del pelo o las características tales o
cuales del niño que se quiera tener”.
Es notable también
que en el Artículo 7 de la ley se diga que “hay un derecho de los pacientes”.
Se los llama pacientes, aunque no están enfermos, a los que recurren a estas
técnicas. Tienen que dejar expresado su consentimiento, pero el consentimiento
a realizar estas técnicas es revocable antes de producirse la implantación del
embrión en la mujer. O sea que se puede comenzar con este proceso productivo de
fabricación de un bebé y luego los que lo han encargado se arrepienten; y
entonces ¿qué se hace con el embrión? No se dice nada aquí. Se supone que irá a
un banco y será congelado hasta que alguien quiera adoptarlo. Esto es realmente
muy serio”.
“Otras cosas que
llaman la atención en esta ley es que aquí se habla del acceso igualitario de
todos los beneficiarios. Es una especie de beneficio universal. Una persona de
50 o de 60 años que quiera tener un hijo por estos métodos podría hacerlo en
todo caso. ¿No se piensa en los derechos del niño por nacer en los
inconvenientes del embarazo y demás?”.
“También llama la
atención que se trate de prestaciones obligatorias para las Obras Sociales,
como si el sistema de salud de la
Argentina fuese tan floreciente que todo el mundo cuida su
salud sin problemas y supera las limitaciones que se presenten en ese campo
como si nada. Son prestaciones obligatorias, con cobertura integral, y todo debe
quedar incluido en el programa médico de la
Obra Social ”.
“Surgen algunas
preguntas fundamentales, como por ejemplo ¿cuántos óvulos se van a fecundar en
cada operativo de reproducción? ¿Cuántos embriones se van a implantar? No se
precisa nada. ¿Acaso se considera al embrión un mero material biológico que
puede resultar sobrante?”.
“Con esta ley se
desplaza definitivamente la importancia del instituto de la adopción, que es un
gesto solidario y plenamente humano”.
“Se reafirma, en
cambio, el derecho del adulto autónomo que privilegia su proyecto egoísta de
vida. Cuántos niños, en la forma elemental del embrión, queden en el camino
parece que eso no importa al legislador. Tampoco cuántos niños huérfanos sigan
esperando una familia que los adopte.”
“Si yo sugiero que aquí se juegan intereses económicos muy importantes
van a decir que estoy sospechando indebidamente. Me pregunto si esta aprobación
legal de una actividad moralmente censurable no responde a ciertos intereses de
cierta gente que viene trabajando en este campo desde hace mucho tiempo y que
quiere amparada por la ley su actividad. Lo cierto es que el paso que se ha
dado crea un problema general y pone en cuestión una concepción de la vida
humana y del trámite sagrado de su comunicación”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.