Por Prudencio Martínez Zuviría
Ayer se cumplieron 130 años de aquel día 23 de Octubre de 1883, en que vió la luz del mundo en la ciudad de Córdoba, Argentina, quien fuera el Dr. Gustavo Martínez Zuviría, escritor católico argentino conocido mundialmente por el seudónimo de Hugo Wast.
Escritor fecundo, llegó a ser en su época el escritor argentino más difundido en mundo en lengua española, siendo en la actualidad el escritor argentino que más libros vendió en la historia de las letras argentinas, y uno, sino el más libros ha escrito, traducido a 15 idiomas, este escritor católico, publicó más de sesenta obras con su nombre y su seudónimo de Hugo Wast, también existen artículos periodísticos, discursos y otros escritos aparecidos sin firma.
En 1954 solamente en castellano se habían vendido más 3.000.000 de ejemplares, con casi 500 ediciones solamente en castellano, con otra gran cantidad de las mismas y libros vendidos en el exterior en 15 idiomas.
Este abogado católico, con dos doctorados, que hablaba varios idiomas, era un hombre sumamente humilde, bondadoso y piadoso, de una profunda formación teológica, un cristiano práctico, de misa diaria y comunión frecuente, sin ostentaciones ni engreimiento, virtudes no comunes en el difícil gremio de los literatos.
Su fuerte convicción religiosa y su condición de católico militante, lo convirtieron en un decidido defensor de la fe cada vez que fue menester hacerlo, sobre todo como apologista de la Iglesia.
Hugo Wast fue fiel a sus principios y vivió conforme con ellos.
Fue fiel a Dios, a su Patria y a su conciencia, esa armonía estuvo ligada a través de sesenta años de actuación, a una línea de conducta, así como creía, así pensaba y obraba. Vivía como sentía, sentía como escribía y escribía como obraba.
Sorteando los halagos del mundo al que conquistó, pero al cual no hizo concesiones. y venciendo los asaltos del espíritu maligno, se dirigió serenamente hacia la cumbre. Su vocación de escritor fue simple y constante como su vida. Con su vocación nació y con ella moriría.
En pocos casos se encuentran, como en el suyo, tan identificados al hombre y al escritor. ni la adversidad ni las calumnias lo doblegaron, como el vendaval no derriba el muro de sólidos cimientos.
Se ha echado un manto de olvido sobre su obra y su persona, existiendo una consigna del silencio sobre Hugo Wast, por su condición de escritor católico.
El 27 de marzo Hugo Wast, ya enfermo recibió con devoción y buen espíritu el postrer Sacramento de la Iglesia, y comulgó en compañía de su esposa. Parecía animado de extraña vida. Después de la Extremaunción, pidió y recibió la bendición pontificia. Quería morir adherido a la Iglesia de Cristo, por la cual había luchado.
Hoy recuerdo a mi querido abuelo en mis oraciones, con el cariño y el amor profundo que tenemos todos aquellos que llevamos con orgullo la sangre de nuestro querido patriarca , veneramos su querida memoria y le pedimos que desde el cielo nos cuide durante el camino de nuestras vidas.
Querido Vechin te recuerdo en mi cariño y mis oraciones en éste día en que cumplirías 130 años, y que seguramente los estarás festejando allá en el cielo eterno, con tu sonrisa dulce y esa llama alegre que llenaba tu vida llena de una fuerte personalidad y de una gran humildad, estarás este día festejando junto al querido Jesús a quien tan fiel le fuiste en vida y a la siempre suave y dulce Virgen María, a quien tanto amaste y junto a todos los tuyos que hoy descansan en la paz del Señor junto a vos.
Hasta nuestro reencuentro definitivo en Dios Nuestro Señor mi querido abuelo.
Estimado Emilio, a tenor de su evocación, solo cabe repetir aquello que GILBERT K. CHESTERTON refiriera sobre la ortodoxia: “Cuando el hombre se plantaba solo en medio de un erial ululante era algo más que un hombre; era una iglesia.”
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