El Bloque Union Celeste y Blanco, espacio que responde a Francisco De Narváez, presentó en la legislatura bonaerense un proyecto solicitando al cuerpo legislativo se reuna con carácter de urgente para declarar el desastre natural y la emergencia agropecuaria en la provincia de buenos aires.
El diputado del peronismo disidente y presidente del Bloque Union Celeste y Blanco, Ramiro Gutiérrez, declaró: ¨solo con recorrer los campos bonaerenses con vegetacion escasa o amarillenta, tierra dura o resquebrajada castigada por la sequía y las plagas y vacas flacas o muertas, puede verificarse el estado de desastre natural que vive nuestra Provincia. Esta situación no solo provoca daños irreparbles y cuantiosas pérdidas, pone en peligro, ademas, el desarrollo productivo y, por ende, la economia de la provincia de buenos aires¨.
El legislador también hizo hincapié en la necesidad imperiosa de una reunión extraordinaria de la Cámara Baja bonaerense para declarar la emergencia y pedir a la Nación se constituya, mediante sus funcionarios y recursos en la Provincia, formando un comité de desastre natural con los funcionarios provinciales que brinde acciones directas destinadas a auxiliar a los damnificados según el caso.
¨Los animales están perdiendo peso o, directamente, se están muriendo. Se está muriendo el sorgo, el girasol, la soja y todo lo que está plantado, por eso, debemos asumir la responsabilidad que nos corresponde: defender al campo bonaerense, columna vertebral de la producción y de la economía de la Provincia de Buenos Aires¨, remarcó.
A continuación, reproducimos los fundamentos del pedido legislativo:
Verificándose un estado de desastre natural que ha generado daños irreparables, perdidas severísimas y puesta en peligro del desarrollo de la producción y la economía de la Provincia de Buenos Aires es necesario una reunión urgente del Poder Legislativo Provincial a los efectos de declarar la emergencia y disponer la inmediata ejecución de acciones directas.-
El Gobierno debe tomar conciencia rápidamente de la drástica caída que sufrirán las cosechas y la mortalidad del ganado, así como el importantísimo daño ecológico que se esta produciendo por efecto de una sequía que registra pocos antecedentes en nuestra provincia.-
En el marco especifico de la cosecha de soja, el cultivo más importante para la economía del país, podría descender hasta un 40 % respecto de los 50 millones de toneladas previstas al iniciar la campaña.
Que esta baja representa u$s 7.300 millones (a un precio de u$s 365 la tonelada) que resentirá gravemente los ingresos del Estado.
Que la dimensión real de los daños causados por la sequía aún está por conocerse pues se esperan pocas precipitaciones seguidas de un otoño igualmente seco.
Que si bien hasta hace un par de semanas, se creía que el único cultivo que podía eludir el fantasma de la sequía era la soja, ocupando el terreno cedido por el maíz y el trigo completamente golpeados por el clima, la situación ya no es la misma puesto que la siembra de la soja de segunda está suspendida; por lo tanto, de los 18 millones de hectáreas que se preveía implantar, 1 millón quedaría vacante.
Que ya no se trata de cálculos extraoficiales, desde el Gobierno, el INTA advirtió que la baja en la producción de granos sería del 36,4% en maíz, del 30,8 % en trigo y del 10,9 % en la soja, significando no solo una merma importante en la facturación de los productores sino también en los ingresos del Estado pues se perderían u$s 3.000 millones en materia de retenciones.
Que la sequía recién descubierta por algunos funcionarios tiene ya un grave impacto económico
Que semejantes pérdidas se van a agravar inexorablemente si el proceso se prolonga
Que aunque se regularice la situación climática con la llegada de las precipitaciones, el daño es irreversible
Que no hay justificación para que la Presidente anuncie como un logro y una ayuda para el campo el subsidio para la tasa de créditos para la compra de maquinaria que nadie va a tomar en semejante crisis climática
Que tampoco puede explicarse que siga “evaluándose” la sequía eludiendo los reflejos políticos necesarios para declarar la emergencia y el desastre tanto para el sector agrícola como para la ya jaqueada ganadería pues casi todo el territorio pampeano está ya en emergencia o, directamente, en desastre agropecuario provincial.
Que no solo es necesario oficializar la emergencia, se están muriendo los animales, el sorgo, el girasol, la soja y todo lo que está plantado. La situación es desesperante, debemos asumir la responsabilidad que nos corresponde defendiendo al campo argentino y a las industrias relacionadas que son la columna vertebral de la producción.
Por todos los fundamentos expuestos, es que solicito se llame a sesión extraordinaria para trata declarar la emergencia agropecuaria en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires, esperando el acompañamiento con el voto positivo de todos los Diputados de esta Honorable Cámara.
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