"No sé de que me habla”, dijo Alfredo Astiz, al responder las preguntas del juez federal Sergio Torres sobre los vuelos de la muerte, en tanto negó su participación en grupos de tareas en la ESMA, así como en falsificación de documentos para los integrantes de esos grupos de tareas. Luego se negó a declarar en la causa sobre el crimen de la joven sueca Dagmar Hagelin, para lo cual había sido citado.
El ex marino Alfredo Astiz, es acusado en unos 200 casos de violación de los derechos humanos en la ESMA, entre ellos el secuestro de monjas francesas.
El juez federal Sergio Torres lo interrogó sobre los vuelos de la muerte, cuyo procedimiento sería el siguiente: desde la ESMA salían con prisioneros que habrían sido arrojados vivos al mar.
Astiz y su superior, el ex capitán Jorge "el Tigre" Acosta, comparecieron ante el juzgado para declarar por el caso Hagelin, la joven sueco-argentina que habría sido baleada en la calle en 1977 y llevada aun con vida a la ESMA. Algunos presumen que fue llevada desde la ESMA a un “vuelo de la muerte” de los que Astiz dijo no tener noticias.
El antes llamado "Ángel Rubio" está acusado de haber integrado la patota que intentó secuestrarla y luego de haberla baleado, en una caso de enorme repercusión internacional que produjo uno de los primeros reclamos de gobierno extranjeros a la dictadura por derechos humanos.
Asistido por su defensor, Juan Aberg Cobo, Astiz se negó a declarar sobre esta causa aduciendo que ya fue sobreseído por la Cámara Federal en 1987 a raíz de la aplicación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. “Non bis in idem”, dice un principio jurídico que prohibe a una persona ser juzgada más de una vez por un mismo hecho.
La Corte Suprema, en diciembre de 2008, ordenó reabrir el caso siguiendo un dictamen de la Procuración, que estableció que el crimen de Hagelin está enmarcado en los delitos de lesa humanidad y por ende debe ser considerado imprescriptibles. Más allá de la imprescriptibilidad para el juzgamiento, esto no deroga el principio de “non bis in idem” referido, en tanto que ya ha habido un juicio sobre la misma materia.
El “Tigre” Acosta, está procesado también por cientos de crímenes y con prisión preventiva en el penal de Ezeiza, se negó directamente a declarar, mientras que Astiz aceptó en cambio ser interrogado sobre los delitos que se le imputan en la megacausa ESMA.
En su declaración, según fuentes judiciales, Astiz negó haber integrado los grupos de tarea y de haber sido apenas un administrativo, con el cargo de secretario del jefe de instrucción de la escuela naval. También negó haber pertenecido al cuadro de oficiales de la ESMA en 1976, cuando dijo haber estado asignado en Río Santiago y con posterioridad a 1979, cuando fue agregado naval en Sudáfrica.
Según trascendidos, a partir del próximo mes de septiembre se abriría un juicio oral respecto de dos hechos presuntamente cometidos por Astiz en la ESMA hace más de tres décadas, en tanto que hubo causas judiciales sobre ellas.
Se trata del caso del secuestro de las monjas francesas en la puerta de la Iglesia de Santa Cruz junto al grupo fundador de las Madres de Plaza de Mayo, en la que según los sobrevivientes Astiz es señalado como "entregador" en que habría simulando ser hermano de un desaparecido.
El otro, es el caso del secuestro y asesinato del escritor y periodista Rodolfo Walsh, hecho en el que también se adjudica a Astiz participación en el grupo operativo, aunque en su declaración insistiera que no tuvo nada que ver con esos crímenes
El ex marino Alfredo Astiz, es acusado en unos 200 casos de violación de los derechos humanos en la ESMA, entre ellos el secuestro de monjas francesas.
El juez federal Sergio Torres lo interrogó sobre los vuelos de la muerte, cuyo procedimiento sería el siguiente: desde la ESMA salían con prisioneros que habrían sido arrojados vivos al mar.
Astiz y su superior, el ex capitán Jorge "el Tigre" Acosta, comparecieron ante el juzgado para declarar por el caso Hagelin, la joven sueco-argentina que habría sido baleada en la calle en 1977 y llevada aun con vida a la ESMA. Algunos presumen que fue llevada desde la ESMA a un “vuelo de la muerte” de los que Astiz dijo no tener noticias.
El antes llamado "Ángel Rubio" está acusado de haber integrado la patota que intentó secuestrarla y luego de haberla baleado, en una caso de enorme repercusión internacional que produjo uno de los primeros reclamos de gobierno extranjeros a la dictadura por derechos humanos.
Asistido por su defensor, Juan Aberg Cobo, Astiz se negó a declarar sobre esta causa aduciendo que ya fue sobreseído por la Cámara Federal en 1987 a raíz de la aplicación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. “Non bis in idem”, dice un principio jurídico que prohibe a una persona ser juzgada más de una vez por un mismo hecho.
La Corte Suprema, en diciembre de 2008, ordenó reabrir el caso siguiendo un dictamen de la Procuración, que estableció que el crimen de Hagelin está enmarcado en los delitos de lesa humanidad y por ende debe ser considerado imprescriptibles. Más allá de la imprescriptibilidad para el juzgamiento, esto no deroga el principio de “non bis in idem” referido, en tanto que ya ha habido un juicio sobre la misma materia.
El “Tigre” Acosta, está procesado también por cientos de crímenes y con prisión preventiva en el penal de Ezeiza, se negó directamente a declarar, mientras que Astiz aceptó en cambio ser interrogado sobre los delitos que se le imputan en la megacausa ESMA.
En su declaración, según fuentes judiciales, Astiz negó haber integrado los grupos de tarea y de haber sido apenas un administrativo, con el cargo de secretario del jefe de instrucción de la escuela naval. También negó haber pertenecido al cuadro de oficiales de la ESMA en 1976, cuando dijo haber estado asignado en Río Santiago y con posterioridad a 1979, cuando fue agregado naval en Sudáfrica.
Según trascendidos, a partir del próximo mes de septiembre se abriría un juicio oral respecto de dos hechos presuntamente cometidos por Astiz en la ESMA hace más de tres décadas, en tanto que hubo causas judiciales sobre ellas.
Se trata del caso del secuestro de las monjas francesas en la puerta de la Iglesia de Santa Cruz junto al grupo fundador de las Madres de Plaza de Mayo, en la que según los sobrevivientes Astiz es señalado como "entregador" en que habría simulando ser hermano de un desaparecido.
El otro, es el caso del secuestro y asesinato del escritor y periodista Rodolfo Walsh, hecho en el que también se adjudica a Astiz participación en el grupo operativo, aunque en su declaración insistiera que no tuvo nada que ver con esos crímenes
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