En la foto: San Expedito, el santo martirizado en territorio armenio. Miles de devotos de San Expedito, el santo martirizado en Armenia, pasaron el día 19 de abril pasado por la parroquia Nuestra Señora de Balvanera, en el barrio porteño del mismo nombre, para pedir o agradecer al santo patrono de las causas justas y urgentes, cuya veneración creció en el último quinquenio. En la ciudad de La Plata, la feligresía visitó la Basílica de San Ponciano.
San Expedito también es considerado "patrono protector de los jóvenes, socorro de los estudiantes y de los enfermos, mediador en los procesos y juicios, en los problemas de familia, laborales y de negocios, aunque también es invocado por otras cuestiones acuciantes".
En diálogo con AICA, el vicario parroquial, presbítero Martín Bourdieu, calificó de “impresionante” la expresión de fe al santo y estimó, citando fuentes de la Policía Federal, entre 200 y 250 mil los fieles que pasaron por el templo.
El sacerdote atribuyó la creciente devoción a “la necesidad, angustia y preocupaciones de la gente, y a que el santo concede muchas gracias, por eso vienen a agradecerle. Lo identifican como un intercesor, un amigo de Dios”.
La celebración comenzó a la hora cero con la apertura del santuario y el saludo al santo con el tañido de las campanas. Horas antes, miles de fieles hicieron largas filas para ingresar al templo de Bartolomé Mitre, entre Larrea y Azcuénaga. La bendición y la primera misa estuvieron a cargo del obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Oscar Ojea.
La mayor concentración de fieles se dio entre las 8 y las 20, precisó el presbítero Bourdieu, pero el momento culminante fue a las 17 cuando la imagen de San Expedito fue sacada en procesión por las calles del barrio acompañada por la Fanfarria Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín.
En otros templos
La demostración de fe popular se repitió en una veintena de templos del país donde hay imágenes de San Expedito.
En la provincia de Buenos Aires se veneró al santo en las basílicas de San Ponciano en La Plata, y en Luján. También fue importante la convocatoria en las diócesis de Córdoba, Tucumán, Salta y Paraná, pero sobre todo en la arquidiócesis de San Juan de Cuyo, la primera en tener una parroquia con el nombre del santo.
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