Néstor Kirchner, como jefe del Partido Justicialista, estuvo ausente en el funeral de Raúl Ricardo Alfonsín. Desde la oposición afirman que su decisión se basó en el temor a ser silbado, en tanto que fuentes de su entorno afirmaron: “No queríamos sobreactuar”.
Raúl Alfonsín asumió la presidencia de la Nación prometiendo 100 años de felicidad en democracia, actualmente es considerado el sinónimo de la democracia actual, y falleció el 31 de marzo de 2009.
“No hay que sobreactuar”, afirmaban desde el entorno presidencial, tratando de bajar el tono a las especulaciones sobre la ausencia de Néstor Kirchner en el traslado de los restos de Raúl Alfonsín al cementero de la Recoleta.
El ex presidente decidió seguir los acontecimientos desde la Quinta de Olivos, manteniendo comunicación telefónicas con su esposa Cristina.
“Kirchner fue al Congreso y le dedicó palabras sinceras. Pero no tenía programado más que eso, nunca estuvo en los planes. Ni siquiera lo tenía que hacer por protocolo. Se hizo lo correcto, no había por qué sobreactuar”, confió un ministro al diario Crítica de la Argentina.
El rumor sobre la presencia del titular del PJ circuló tras conocerse que el regreso de Cristina Kirchner al país se produciría el 3 de abril.
Estimando que la mayoría de los presentes sería radical, asesores presidenciales conjeturaban una eventual silbatina o reacción adversa de la concurrencia.
La presidente, una vez arribada al país, se encontrará con los familiares de Alfonsín para transmitirles sus condolencias.
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