Algunos sostienen que se trata de un bajo interés en la política por parte de la población, pero el dato de que más del 29.71% de los votantes no concurriera a votar es el reflejo del repudio al sistema: candidatos y gobernantes.
En estas elecciones, se batió el récord de inasistencia desde que se instauró la democracia que tenemos desde 1983: concurrió a votar apenas el 70,29% del padrón.
En las elecciones pasadas, las legislativas de 2007, los votantes
En 1983, en medio de la euforia de elecciones, votaciones, comicios, promesas, candidatos, otras promesas, partidos, plataformas políticas, discursos, más promesas… ya en ese entonces concurrieron a votar un 85,61% de votantes, es decir, quienes repudiaban el sistema eran casi un 15%. El tiempo, elemento clave en defraudar a la población y que ésta se de cuenta, logró casi duplicar la base referida.
Al comprobar que son cada vez más quienes no asisten, o quienes asisten y anulan su voto o votan en blanco, se tomó la resolución de eliminarlos de los conteos. Así, cuando se oyen resultados proclamados desde las tribunas y atriles, los mismos omiten que casi un 30% de los electores no están de acuerdo con el sistema político vigente.
A continuación, presentamos los porcentajes desde 1983 a la fecha, que acreditan el incremento del ausentismo.
1983: 85,61%
1985: 85,00%
1987: 84,59%
1991: 79,93%
1997: 79,62%
1999: 80,12%
2001: 73,62%
2003: 78,21%
2005: 72,34%
2007: 72,75%
2009: 70.29%
Asimismo, cabe destacar que los porcentajes que se detallan son sobre el total del padrón electoral, por lo cual la representatividad de los partidos decae ante esta realidad, ya que cuando un partido afirma que sacó el 30 por ciento de los votos válidos emitidos, en realidad es un tercio del tercio, que representaría un 22% del total, y esas son las máximas cifras que están obteniendo los Partidos.
Realizadas las cuentas sobre el total de la población, no de los electores, el porcentaje decae aun más.
El distrito con mayor ausentismo fue Santiago del Estero, con el 45,14% de personas que directamente no asistieron a votar; el segundo fue Catamarca con el 37,56, y el tercero fue Salta con el 35,81.
Según las cifras oficiales, el 29,71% de los electores no concurrió a las urnas, representando un total de 7.674.215.
El otro universo lo constituyen quienes asistiendo a los comicios a emitir su voto, el mismo fue en blanco, nulo o resultó recurrido o impugnado. En este caso, sobre aproximadamente el 85% de las mesas escrutadas, se trataría de otro 5,01% de los electores, constituido por 989.658 personas.
Estos totales provisorios, nos dan una idea de que hay más de 8 millones y medio de personas que no están conformes con el sistema partidocrático, o que en su manifestación demuestran su desinterés, llegando a casi un 35% del padrón completo.
En estas elecciones, se batió el récord de inasistencia desde que se instauró la democracia que tenemos desde 1983: concurrió a votar apenas el 70,29% del padrón.
En las elecciones pasadas, las legislativas de 2007, los votantes
En 1983, en medio de la euforia de elecciones, votaciones, comicios, promesas, candidatos, otras promesas, partidos, plataformas políticas, discursos, más promesas… ya en ese entonces concurrieron a votar un 85,61% de votantes, es decir, quienes repudiaban el sistema eran casi un 15%. El tiempo, elemento clave en defraudar a la población y que ésta se de cuenta, logró casi duplicar la base referida.
Al comprobar que son cada vez más quienes no asisten, o quienes asisten y anulan su voto o votan en blanco, se tomó la resolución de eliminarlos de los conteos. Así, cuando se oyen resultados proclamados desde las tribunas y atriles, los mismos omiten que casi un 30% de los electores no están de acuerdo con el sistema político vigente.
A continuación, presentamos los porcentajes desde 1983 a la fecha, que acreditan el incremento del ausentismo.
1983: 85,61%
1985: 85,00%
1987: 84,59%
1991: 79,93%
1997: 79,62%
1999: 80,12%
2001: 73,62%
2003: 78,21%
2005: 72,34%
2007: 72,75%
2009: 70.29%
Asimismo, cabe destacar que los porcentajes que se detallan son sobre el total del padrón electoral, por lo cual la representatividad de los partidos decae ante esta realidad, ya que cuando un partido afirma que sacó el 30 por ciento de los votos válidos emitidos, en realidad es un tercio del tercio, que representaría un 22% del total, y esas son las máximas cifras que están obteniendo los Partidos.
Realizadas las cuentas sobre el total de la población, no de los electores, el porcentaje decae aun más.
El distrito con mayor ausentismo fue Santiago del Estero, con el 45,14% de personas que directamente no asistieron a votar; el segundo fue Catamarca con el 37,56, y el tercero fue Salta con el 35,81.
Según las cifras oficiales, el 29,71% de los electores no concurrió a las urnas, representando un total de 7.674.215.
El otro universo lo constituyen quienes asistiendo a los comicios a emitir su voto, el mismo fue en blanco, nulo o resultó recurrido o impugnado. En este caso, sobre aproximadamente el 85% de las mesas escrutadas, se trataría de otro 5,01% de los electores, constituido por 989.658 personas.
Estos totales provisorios, nos dan una idea de que hay más de 8 millones y medio de personas que no están conformes con el sistema partidocrático, o que en su manifestación demuestran su desinterés, llegando a casi un 35% del padrón completo.
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