Por Emilio Nazar Kasbo
Muchos se sienten “contentos” de la derrota del oficialismo en las elecciones. Sin embargo, lo que fue derrotado es el títere de turno del Poder Internacional del Dinero, mientras avanza la izquierda y la ultraizquierda, que tienen un claro proyecto de fomento de lo antinatural y de cultura subversiva del Orden Natural. Avanza el anticatolicismo.
Los medios informan que el Frente para la Victoria (FpV) ya no posee quórum propio en el Senado, y que de 116 bancas en diputados ahora tienen 96, marcando un retroceso. ¿Quiénes avanzaron? El Acuerdo Cívico y Social (ACyS) liderado por Lilita Carrió, que de 52 diputados nacionales pasará a tener 80, que se suman a 16 bancas aliadas al kirchnerismo, y 8 de Proyecto Sur, de Fernando Pino Solanas. Así, y sin contar partidos minoritarios, se arriba a 200 bancas ¿En qué se suman? En lo que tienen de común: un proyecto materialista, antinatalista y de subversión cultural, en lo cual todos estos partidos están de acuerdo.
¿Y el avance del PRO? Preguntarán algunos. Claro, de 17 diputados nacionales ahora alcanzan a 47 ¿no es significativo? Dirán otros. El PRO sostiene el liberalismo, es decir, la anomia. Por lo tanto, tales diputados ante el aborto, la eutanasia, los métodos de anticoncepción, o la cultura materialista, van a sostener que cada cual es libre de actuar como le parezca, sin limitaciones. Por ese principio, algunos votarán a favor y otros en contra.
¿Entonces? ¿Dónde está el avance? En que esos desconocidos que fueron votados, a quienes nadie nombrará porque son unos completos desconocidos pero funcionales al sistema, tienen una mayoría materialista subversiva antivida, que a la hora de votar, con la excusa de “libertad”, venderán su voto al mejor postor. La ideología manda.
En lo peor del infierno
Por otra parte, si bien hay reivindicaciones de corte “nacional” en lo económico y en lo que hace a ciertos aspectos de la Soberanía Nacional, en lo cual es posible estar de acuerdo, en otros muchos aspectos se abre un abismo inconciliable. Bajo la pátina de catolicismo, se implementa una política anticatólica, sustituyendo nuestra cultura por la foránea.
Damos un solo ejemplo de ello: el “Partido Nuevo Encuentro” llevó como primer candidato a Martín Sabatella, el intendente de Morón. El mismo ha gastado ingentes sumas de dinero, posicionándose en Internet y colocando grandes carteles en autopistas, por ejemplo, logrando un magro resultado. Pero ¿Quiénes están detrás de Sabatella?
El intendente de Morón, fue militante del Partido Comunista en la escuela secundaria, luego se sumó al izquierdismo fracasado del FREPASO durante el gobierno de la Alianza, llegó a la intendencia y acordó como un frente para las elecciones del pasado 28 de junio de 2009 con Encuentro por la Democracia y la Equidad, Movimiento Libres del Sur y Solidaridad e Igualdad, así como el Partido Humanista y otros minúsculos partidos. A su vez, es un fuerte aliado del oficialismo, porque su orientación es coincidente.
A su vez, en la Ciudad de Buenos Aires el Partido Comunista formó parte del Encuentro Popular para la Victoria, el cual llevó a Carlos Heller (Hell en inglés significa infierno, y la traducción de ese idioma sería “infiernador”, es decir, “concretador del infierno”) como primer candidato a diputado. ¿Kirchnerismo peronista? No, kirchnerismo comunista.
Allí tenemos la explícita muestra de quién ha triunfado: el comunismo izquierdista antinatural. Téngalo en cuenta al momento de festejar “triunfos” o “derrotas” en este sistema partidocrático.
Por otra parte, si bien hay reivindicaciones de corte “nacional” en lo económico y en lo que hace a ciertos aspectos de la Soberanía Nacional, en lo cual es posible estar de acuerdo, en otros muchos aspectos se abre un abismo inconciliable. Bajo la pátina de catolicismo, se implementa una política anticatólica, sustituyendo nuestra cultura por la foránea.
Damos un solo ejemplo de ello: el “Partido Nuevo Encuentro” llevó como primer candidato a Martín Sabatella, el intendente de Morón. El mismo ha gastado ingentes sumas de dinero, posicionándose en Internet y colocando grandes carteles en autopistas, por ejemplo, logrando un magro resultado. Pero ¿Quiénes están detrás de Sabatella?
El intendente de Morón, fue militante del Partido Comunista en la escuela secundaria, luego se sumó al izquierdismo fracasado del FREPASO durante el gobierno de la Alianza, llegó a la intendencia y acordó como un frente para las elecciones del pasado 28 de junio de 2009 con Encuentro por la Democracia y la Equidad, Movimiento Libres del Sur y Solidaridad e Igualdad, así como el Partido Humanista y otros minúsculos partidos. A su vez, es un fuerte aliado del oficialismo, porque su orientación es coincidente.
A su vez, en la Ciudad de Buenos Aires el Partido Comunista formó parte del Encuentro Popular para la Victoria, el cual llevó a Carlos Heller (Hell en inglés significa infierno, y la traducción de ese idioma sería “infiernador”, es decir, “concretador del infierno”) como primer candidato a diputado. ¿Kirchnerismo peronista? No, kirchnerismo comunista.
Allí tenemos la explícita muestra de quién ha triunfado: el comunismo izquierdista antinatural. Téngalo en cuenta al momento de festejar “triunfos” o “derrotas” en este sistema partidocrático.
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