En la foto: El presidente Raúl Alfonsín recorrió las instalaciones del Regimiento tras su recuperación del copamiento subversivo en 1989.
Según el diario La Capital de Rosario del día 16 de julio de 2009, un ex conscripto que fue tomado como escudo humano durante el copamiento al cuartel militar de La Tablada, en 1989, negó que una de las guerrilleras del Movimiento Todos por la Patria (MTP) hubiera sido fusilada después de rendirse ante las fuerzas del Ejército que recuperaron el regimiento.
Eduardo Navascués, era un soldado conscripto, y relató en el proceso judicial que durante el ataque la guerrillera Berta Cavo recibió cuatro tiros en el pecho el 23 de enero de 1989, y murió al rato en el Casino de Suboficiales de la unidad. La justicia Federal de Morón investiga ese hecho como posible fusilamiento, lo cual fue desestimado de plano en la declaración, que da por tierra la hipótesis referida.
Según una denuncia presentada por organizaciones defensoras de los derechos humanos ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (Cidh), Cavo se habría entregado el 24 de enero, cuando finalizó la acción guerrillera, y habría sido fusilada por el Ejército.
Pero Navascués, en cuatro horas de relato ante el juez federal de Morón Jorge Ernesto Rodríguez, recordó que Cavo recibió heridas en el pecho y cayó sobre él, quien junto con un compañero de servicio militar (Héctor Cardozo, muerto en el episodio) era utilizado como escudo humano.
Según el relato, los propios guerrilleros le ordenaron que la llevara herida al Casino de Suboficiales, donde "murió un rato después y no el día siguiente".
Fuentes judiciales consideraron que el relato de Navascués "poco pudo aportar sobre los supuestos fusilamientos, porque ello se denuncia como ocurrido el 24 de enero y él fue rescatado, herido, el 23".
Esa diferencia de días también pareció descartar que hubiera mantenido conversaciones con uno de los líderes del copamiento, Francisco Pancho Provenzano, el 24 de enero.
Navascués fue internado con heridas por esquirlas. Luego del alta se fue con su familia a Mar del Plata, porque en cercanías de su casa, en Banfield, habían pintado "Libertad a los cumpas de La Tablada, muerte a los bocones", lo que interpretaron como una amenaza.
No obstante, y antes del primer juicio contra integrantes del MTP, recibió un disparo en la espalda, a raíz de lo cual la familia se trasladó a Madrid.
Navascués anticipó a la Justicia federal de Morón que planea presentarse como querellante en la causa, ya que dice haber sido "víctima de violaciones a los derechos humanos cuando fue tomado como rehén por el MTP, ocasión en que fue amenazado y torturado física y psicológicamente".
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