Señor Director:
En reciente viaje a la localidad de La Plata aproveché para pasear por la soleada Plaza Moreno. Recordé haber escuchado hace tiempo que en la misma hay algunos "mensajes" de origen presuntamente masónico en algunas esculturas de principios del siglo XX.
En pocos minutos pude verificar que efectivamente la proyección de la flecha que estaría en el arma del ARQUERO apunta al Cristo de la Iglesia Catedral, y que cada una de las cuatro esculturas que representan a las estaciones del año realizadas por el escultor Moreau (1912) y que se hallan en sectores distantes de la plaza, presenta una de las manos con sus dedos en posición de "hacer los cuernos".
Los que vivíamos en el país en los años de presidencia del Dr Alfonsín, recordamos que en el billete de 5.000 Australes podía verse en el dibujo una diminuta imagen que representaba según algunos un "diablito" ,o según otros al Sr Jacobo Molay en la hoguera...; lo seguro es que la pequeña figura no armonizaba ni tenía nada que hacer en el dibujo del billete.
Sin duda desde el mismo nacimiento de la Argentina (y aún antes), desde sectores del poder se ha librado sin pausa una lucha permanente contra la civilización cristiana. En un principio se trataba habitualmente de disimular lo actuado, ya que al igual que los fariseos en vida de Jesús de Nazareth en oportunidades no lo apresaban "por temor al pueblo que le tenía por profeta", también nuestros políticos evitaban y aun evitan el declararse anticristianos porque mayoritariamente los argentinos siguen creyendo que Jesucristo es Dios.
A pocos metros, frente la Catedral y a la Plaza, se encuentra el Arzobispado de La Plata. En esta semana Monseñor Aguer cuestionó severamente un extenso documento oficial sobre educación, en el que intentan imponerse extrañas posturas desprovistas de una base científica seria, se omite cuidadosamente la mención del único método infalible de lucha contra el SIDA (que es el uso del sexo limitado a la pareja estable), y se insinúa una abusiva y totalitaria intromisión estatal sobre el derecho de los padres en la educación de sus hijos-muchos de ellos cautivos de los establecimientos públicos-, extendida incluso hacia el ámbito privado.
El funcionario de turno apelando al desgastado recurso de los hoy prósperos "setentistas" califica al Pastor de autoritario, sin entrar en la polémica de fondo...
Evidentemente, no hay nada de nuevo bajo el sol. En la historia cada tanto el anticristianismo visceral de algunos políticos (muy relacionado a veces con sus conductas personales) se quita la máscara y como en tiempos del Señor moviliza al pueblo ignorante para pedir su crucifixión...
Este pobre pueblo, veleidoso, frívolo,y cómplice, llora después sobre sus libertades perdidas. La historia humana suele repetirse con una cierta monotonía predecible.
Santiago Floresa
Juncal al 1800
Capital Federal
En reciente viaje a la localidad de La Plata aproveché para pasear por la soleada Plaza Moreno. Recordé haber escuchado hace tiempo que en la misma hay algunos "mensajes" de origen presuntamente masónico en algunas esculturas de principios del siglo XX.
En pocos minutos pude verificar que efectivamente la proyección de la flecha que estaría en el arma del ARQUERO apunta al Cristo de la Iglesia Catedral, y que cada una de las cuatro esculturas que representan a las estaciones del año realizadas por el escultor Moreau (1912) y que se hallan en sectores distantes de la plaza, presenta una de las manos con sus dedos en posición de "hacer los cuernos".
Los que vivíamos en el país en los años de presidencia del Dr Alfonsín, recordamos que en el billete de 5.000 Australes podía verse en el dibujo una diminuta imagen que representaba según algunos un "diablito" ,o según otros al Sr Jacobo Molay en la hoguera...; lo seguro es que la pequeña figura no armonizaba ni tenía nada que hacer en el dibujo del billete.
Sin duda desde el mismo nacimiento de la Argentina (y aún antes), desde sectores del poder se ha librado sin pausa una lucha permanente contra la civilización cristiana. En un principio se trataba habitualmente de disimular lo actuado, ya que al igual que los fariseos en vida de Jesús de Nazareth en oportunidades no lo apresaban "por temor al pueblo que le tenía por profeta", también nuestros políticos evitaban y aun evitan el declararse anticristianos porque mayoritariamente los argentinos siguen creyendo que Jesucristo es Dios.
A pocos metros, frente la Catedral y a la Plaza, se encuentra el Arzobispado de La Plata. En esta semana Monseñor Aguer cuestionó severamente un extenso documento oficial sobre educación, en el que intentan imponerse extrañas posturas desprovistas de una base científica seria, se omite cuidadosamente la mención del único método infalible de lucha contra el SIDA (que es el uso del sexo limitado a la pareja estable), y se insinúa una abusiva y totalitaria intromisión estatal sobre el derecho de los padres en la educación de sus hijos-muchos de ellos cautivos de los establecimientos públicos-, extendida incluso hacia el ámbito privado.
El funcionario de turno apelando al desgastado recurso de los hoy prósperos "setentistas" califica al Pastor de autoritario, sin entrar en la polémica de fondo...
Evidentemente, no hay nada de nuevo bajo el sol. En la historia cada tanto el anticristianismo visceral de algunos políticos (muy relacionado a veces con sus conductas personales) se quita la máscara y como en tiempos del Señor moviliza al pueblo ignorante para pedir su crucifixión...
Este pobre pueblo, veleidoso, frívolo,y cómplice, llora después sobre sus libertades perdidas. La historia humana suele repetirse con una cierta monotonía predecible.
Santiago Floresa
Juncal al 1800
Capital Federal
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