martes, 22 de septiembre de 2009

CARTA DEL PADRE DEL CAPITÁN (RE) RICARDO MIGUEL CAVALLO


En la imagen: El Capitán (RE) Ricardo Miguel Cavallo, ex combatiente contra el terrorismo en Argentina.
Hoy, me devuelven a un perseguido por la justicia, me lo definen como un violento, sádico y represor que parecería que, por estar aburrido se puso de acuerdo con un grupo y salió a matar jóvenes idealistas. Así de simple.
Mi gran dolor, como el de tantos es que entregué al Estado Nacional, a un Instituto de enseñanza modelo, La Escuela Naval a un hijo cuando solo tenía 16 años de edad. Brillante como ser humano, inteligente y con vocación de saber. En toda su época de estudiante, tanto en primaria como secundaría, fue el primero de su clase. Entró cuarto en la Escuela Naval, en una rigurosa selección.
Escuela que era modelo y a la que era un honor pertenecer, como los demás Institutos de este tipo de las distintas Fuerzas. El lucía con orgullo su traje de cadete. Su sueño era ser Aviador Naval. Un problema de vista se lo impidió.

Hoy, pasados los años, me devuelven a un perseguido por la justicia, me lo definen como un violento, sádico y represor que parecería que, por estar aburrido se puso de acuerdo con un grupo y salió a matar jóvenes idealistas. Así de simple.

La prensa en general y los periodistas “noteros” en particular, tanto escrita como televisiva y radial, le vendieron a la gente un producto digno de fisión. Ellos en si no son culpables, es lo que le vendieron.

Ese producto, lo hicieron en forma calculada y perfectamente organizada desde el CELS, y desde la Secretaría de DDHH.

La prensa tanto escrita como televisiva y radial lo condenó, sin derecho a defensa. Hacían cola para saber quién le agregaba un aporte más a su sadismo. Nadie se preocupó de saber si era cierto. Ellos se olvidaron que ése a quien ellos acusaban sin fundamento, era un ser humano con hijos y familia, quienes escuchaban esas barbaridades.

No sabían que la justicia, lo había investigado y desprocesado por falta de méritos y nada menos que la Cámara Federal en el año 1987, después de un largo proceso.

Al ser conocido su nombre se presentaron testigos -diría profesionales- ya que nada dijeron cuando se hizo el “juicio” a la Primera Junta.

Parece que de golpe recordaron. Muchos de los que lo acusan no lo conocen, se suman sellos de goma sin ninguna represtación jurídica.

Sabemos que este fue un proceso sangriento y despiadado contra el pueblo argentino y que los responsables tienen nombre y apellido.

La Nación argentina y su pueblo, fueron atacados por tropas de elite, entrenadas y pertrechadas especialmente en Cuba, a quienes acompañaban asesores que eran especialistas en el arte de combate terrorista. Es por eso que el gobierno Constitucional, ya con miles de muertos -especialmente de la población civil-, Institucionalmente y por decretos confeccionados en junta especial de ministros ordeno aniquilar a esos atacantes.

Las FUERZAS LEALES cumplieron la misión. Como supieron o como pudieron, pero siempre siguiendo las órdenes de sus cadenas de mandos, es decir en forma institucional. Tuvieron bajas, a quienes hoy se les niega rendirle honores. ELLOS MURIERON CUMPLIENDO CON SU DEBER.

Precisamente a todos esos muertos civiles y militares, víctimas olvidadas por los distintos gobiernos, nosotros debemos darles el lugar que les corresponde en la historia, concurriendo este 5 de octubre a La Plaza San Martín, ES NUESTRO DEBER DE ARGENTINOS Y CIUDADANOS QUE BUSCAMOS LA PAZ.

El país todo fue envuelto en un baño de sangre. Muchos hoy después de más treinta años de los hechos acusan a los militares y son precisamente los responsables, son quienes atacaron al país y su gente. Los Firmenich, los Pernía, los Duhalde Luis, los Mattarolo, los Bonasso, los Verbinski, los Gullo los Bettini y muchos otros.

Son asesinos co-responsables de lo que ocurrió en la década de los setenta y... hoy están libres, algunos amnistiados.

Muchos de ellos precisamente ocupan altos cargos en el Gobierno actual. Desde allí manipulan a la justicia a través del Consejo de la Magistratura para poder llevar adelante los juicios contra los militares.

La Corte, custodio del cumplimiento de la CN, seguramente obedeciendo directivas políticas, violó la misma abriendo una caja de Pandora, lo que permitió crear una jurisprudencia a medida, siendo esta una verdadera máquina de condenar. Ha dejado a los acusados en situación de indefensión.

De la Legislatura más vale no hablar. Hacen lo que les ordena el cacique de turno o lo que creen que les conviene. Lo que pueda ser políticamente correcto aunque no legal. Pueden derogar una ley, pero nunca anular los efectos producidos mientras la ley estuvo en vigencia. NOSOTROS, EL PUEBLO, LOS DEJAMOS HACER Y ASÍ NOS VA.

Creo que para poder superar tantos errores y tantos males, debemos tener la humildad suficiente de dar vuelta la página de la historia, pero no a cualquier precio. Que nuestra Constitución Nacional sea la guía de esa acción. Vivamos de cara al futuro. Nuestros hijos y nietos nos lo agradecerán.

Dios mediante nos encontramos en La Plaza.

Oscar A Cavallo
(Orgulloso padre del Capitán (RE) Ricardo Miguel Cavallo)
Hoy Preso Político.

Fuente: Política y Desarrollo

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