por Alejandro Pérez Unzner
Comentario mercado de granos (y afines) - Viernes 11-9-9
Fin de semana con ascenso de temperatura, dicen los meteorólogos. El termómetro social hace rato que viene “clavando” marcas cada vez más altas, digo. Porque cada día parecen surgir elementos que tornan afiebrada la relación entre un gobierno de ciegos a los que no hay tratamiento que los cure y un pueblo de mudos que están siendo tratados para aprender a hablar.
A un año y medio, hoy, de que empezara el conflicto gobierno-campo por “la 125”, brotan nuevos frentes de pelea. Maestros de la pelea por la caja, en este día en que homenajeamos a los maestros del país, son ciertos protagonistas de la realidad social argentina. Porque una nota periodística sobre irregulares otorgamientos de subsidios por parte de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) desencadenó ayer un megaoperativo de control fiscal sobre, precisamente, el multimedios que puso en primera plana dicha noticia. Y la puja por el poder, en el fondo es eso, se llevó las palmas de la jornada.
En octubre se vuelve a correr la “edición símbolo” de la automovilística Buenos Aires-Caracas…. Ahora parecemos más Caracas que Buenos Aires, se me hace, y con accidentada ruta. Camino que, repito, ayer arrancó con la novedad de que la inencuadrable ONCCA otorgó al menos un generoso ($ 10 M) subsidio en concepto de explotación de ganado vacuno engordado en corral a firmas no registradas. El batallón de inspectores de la AFIP (superente del que la superONCCA ahora depende, de hecho y no de derecho) trajo a la mente de varios operadores del mercado de granos el recuerdo de alguna inspección 8de las integrales o de las otras) sufrida, o bien el cotidiano experimento de lidiar con la maraña de disposiciones emanadas de dicha Oficina Nacional y sus registros y registros de registros, formularios, dilaciones, normas y requetenormas. De modo que enterarse de cómo el Estado entregó en pocos días $ 10 M a quienes ni siquiera estaban, al momento, inscriptos en el rubro por el cual fueron “premiados” (y que, lamentablemente, se sabe son acopiadores de granos), generó un ambiente, otra vez, pesado en las oficinas de los que construyen a diario la operatoria granaria nacional.
Para más, la Presidente anunció al anochecer que se abrirán las exportaciones de maíz y trigo locales, siempre que quede garantizado el abastecimiento interno, y que pequeños productores de estos granos serán beneficiados con el reintegro de los derechos de exportación correspondientes. ¿Adivinemos quién controlará estos reintegros y el padrón respectivo? ¡La ONCCA!
Cristina Elizabeth Fernández Wilhelm de Kirchner dijo, sin la presencia de los miembros de la Comisión de Enlace, que habrá devolución de las retenciones para productores de hasta 1.240 t. de maíz (alcanzados hasta ahora por el 20% en concepto de derecho de exportación) y de hasta 800 t. de trigo (23%). De establecimientos pequeños, se entiende.
A poco de ser publicado el habitual Informe mensual de Estimaciones de Oferta y Demanda Agrícola Mundial del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), se viene de una jornada con cierta estabilidad en las cotizaciones, ya que buena parte de lo se sepa hoy ha sido descontado en Chicago. Se esperan incrementos en las cifras de producción de maíz y soja de EE.UU., en una temporada sumamente favorable para ambos cultivos y cuando ya empezó la siembra del trigo 2010/11.
Hablando de trigo, y del bueno, volvieron los precios abiertos de molinos necesitados de lotes de calidad, lejos de los 700 pesos vistos y abajo de los 650 de antes del paro: 640. En maíz, fijaciones a $/t. 400 sobre Rosario. Girasol en 735/740 y con premio para el alto oleico. Sorgo a 380, y soja a 950 por ahora. No hay que desatender las propuestas de precios de nueva cosecha, ni las estrategias con opciones disponibles, para asegurar pisos.
“Piso” para el maíz habrá menos, acá: la Bolsa de Cereales da 1,875 M/ha a ser implantadas, un 24%, casi, menos que en 2008. El “sojazo” continúa, implacable como el andar de ciertos personajes de la vida nacional que hacen “calentar” no sólo a los termómetros.
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