Por Carlos Alberto Falchi
“Pelandrunes” de melenita arreglada por peluquero "marica", con cursos universitarios en cenáculos donde se predica y profesa el mas grosero capitalismo, sumos sacerdotes del liberalismo, devotos concurrentes a los templos del físico culturismo, alcahuetes siempre dispuestos a decir SI!! A lo que ordena el jefe…. Nos repiten constantemente un discurso que conmueve, nos hace llorar emocionados al sentir como nos explican que, la clase media y la media alta, le roban a los “pobres”.
Resulta que “lagente” y “lospobres” subsisten gracias a que ellos se preocupan por garantizarles el sustento, lógicamente para tan ruda tarea deben vestirse con “pilchas” que cuestan varios salarios minimos, gozan de custodios, choferes, vehiculos oficiales, telefonos celulares, secretarias, asesores/as, todo a cargo del estado y habitan en Puerto Madero.
Este “mediopelaje” insolente que , por lo general inicio su “cursus honorum” en la UPAU como “valerios” de Madame Privatizaciones, María Julia (para los intimos), también conocida como la hija del Capitán, hoy cambio el libreto dejaron de lado a don Milton y su escuela, para adoptar tono de predicadores estilo pastor Jiménez.
Gracias a su preocupación por “la mesa de los argentinos”, a su preocupación por “los que menos tienen” los jubilados y las pensionadas que por diversas circunstancias poseen un departamento del “barrio norte” deberá venderlo e irse inmediatamente a ocupar una vivienda en la villa 31 bis.
Tal será el castigo por el robo cometido en perjuicio de los “pobres” tal como lo denuncia el inefable “ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó hoy que "la clase media-alta y alta paga muy barato los servicios" y manifestó que "hay que hacer un sistema donde aquellos que tienen más capacidad de pagar los paguen".
Lógicamente pedir que un ministro conozca el significado de una tasa retributiva de servicio es una cuestión de épocas pretéritas, en la argentina post-moderna el ministro debe sonreír ante ancianas jubiladas que elogian su hermosura.
La prestación de un servicio público no es un “negocio”, ni un impuesto al que vive en una determinada zona, debe retribuir la prestación que efectúa el estado por si o por intermedio de una empresa contratada. Y su monto no debe determinarse por la capacidad de pago del contribuyente, sino por la calidad del servicio.
Además, el señor ministro en lugar de preocuparse por extender la red de gas y terminar con el sistema de la “garrafa” se preocupa de ver como puede recaudar más.
Si los millones de pesos invertidos en indemnizaciones a señores que luego se los premio con un cargo publico, se hubieran invertido en extender la red de agua potable, de gas y electricidad, se hubiera dado un paso importante hacia una argentina superadora de la pobreza.
Si lo abonado de más, en pésimos negocios, realizados con los amigos como Hugo y Evo, lo hubieran destinado al aumento de la producción argentina, no estaríamos en situación crítica en materia energética.
Por ultimo dejo planteado un problema: ¿si los fondos que el estado nacional dispone con destino a institutos universitarios de Ciencias Económicas y escuelas secundarias con orientaciones afines, lo destinamos a escuelas industriales?
Buenos Aires, 30 de Noviembre de 2009.
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