En la foto: Florencia Kirchner, junto a su madre Cristina Kirchner, durante un paseo presidencial por Egipto en noviembre de 2008, mientras contemplan un sarcófago en el Museo del Cairo. "Me gustaría que a la Presidente le maten una hija para que sepa lo que siente", reclama en su dolor el padre de Sandra Almirón, víctima de un fusilamiento delictivo.
Buenos Aires 27 de Noviembre del año 2009 - 942
Por Cosme Beccar Varela
Siguen matando gente. Ahora fue una inocente e inofensiva maestra, Sandra Almirón, fusilada fríamente por asesinos despiadados, como son todos los asesinos. El desolado padre de la maestra en medio de su dolor inconsolable y de su indignación justísima dijo: "Me gustaría que a la Presidentea le maten una hija para que sepa lo que siente". ("Clarin", 27/11/2009, pag. 46).
Pero a la Presidente no le van a matar la hija porque tiene una bandada de custodios y a ella misma no le puede pasar nada porque en este momento está en su enésimo viaje a Europa acompañada por varios de sus cómplices y lo que menos le preocupa es el asesinato de Sandra Almirón, ni tampoco el de la Arquitecta Renata Toscano de hace tres días, ni el de la pobre señora Irene de Rosa y de su hijo Enzo Galeano, confinado a una silla de ruedas, ambos asesinados a puñaladas hace dos días, a pesar de sus desesperados intentos de defenderse contra criminales perversos, ni la desgraciada señora que fue tirada bajo las ruedas del tren por un canallita que le arrebató la cartera por la ventanilla del mismo tren sin importarle que por causa del forcejeo la pobre mujer terminó aplastada por las ruedas de la máquina.
Todos esos asesinos son anónimos e inhallables porque viven en las "villas miseria", 31, o cualquier otro número de villa que se le se dé a las más de 200 que hay en el Gran Buenos Aires, a las que no entra la policía, y todos ellos son igualmente capaces de cometer esos crímenes. Antes, la Policía tenía informantes que denunciaban a los autores de los delitos aberrantes, porque aún entre los delincuentes había reglas que no se podían violar. Y crimenes como los que menciono más arrriba estaban entre ellos. Pero ahora ni siquiera hay informantes porque todos los delincuentes son igualmente criminales, igualmente desalmados, igualmente despectivos de la vida ajena. Y aunque supieran quien mató a la maestra Sandra Almirón no lo dirían, porque ellos hubieran hecho lo mismo.
Para colmo de los colmos, la Corte Suprema acaba de dictar un fallo (caso "Almirón") que declara lícito drogarse y, por ende, tener en su poder las dosis de droga que necesite para esa "lícita" tarea de drogarse hasta perder el sentido del bien y del mal y de convertirse, obviamente en un criminal despiadado.
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Junto con eso, la población está sometida a la violencia de los piquetes. En cualquier momento, en cualquier lado, con cualquier violencia, un grupo de maleantes resuelve cortar una calle, una avenida, una ruta y no hay quien les "pise el poncho". Por eso dijo Kirchner (el máximo delincuente visible), que no le importa perder la mayoría en el Congreso porque él "tiene la calle", o sea, el lugar por donde toda la gente inocente debe ir y venir de su trabajo. Nos tiene a todos de rehenes.
Y tiene la plata robada a manos llenas, que le permite comprar asesinos y matones a sueldo. "Sin dinero no hay política, dice el manual básico que Kirchner aplica con rigor y éxito indudable... El poder y el inmenso poder que tienen hablan por sí mismos" ("Clarín", 27/11/2009, pag. 5).
Una de las ventajas de tener mucha plata robada es que permite comprar la impunidad. Los jueces no investigan, no procesan, no averiguan, se callan y sólo persiguen a los militares de 80 años que lucharon contra el terrorismo, enlodando en su silencio cómplice a sus camaradas de 40 o de 50 años que son coroneles o generales en actividad que no hacen absolutamente nada para que se respete la Constitución y el debido proceso o, mejor dicho, la inmediata libertad de los falsos encausados que tienen derecho, por lo menos, a estar en su casa. Ya han matado 54 militares por malos tratos y siguen matando.
Digo que esos militares en actividad están enlodados porque no se me ocurre otra palabra más suave para denostar la indiferencia perversa de esos hombres armados, los únicos que la ley permite armarse, mientras se desarma a la población honesta con el fin de facilitar la tarea de los delincuentes. Si toda la población honesta estuviera armada y se le enseñara cómo usar el arma, el delito disminuiría en un 95% porque los maleantes no son tontos y saben que si intentan asaltar a alguien es muy probable que haya alrededor varias personas de bien que estén armadas y que acabarían con ellos.
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Por otro lado, los legisladores votan cualquier cosa. Acaban de reincidir en el delito de traición a la Patria condenado por art. 29 de la Constitución Nacional y el art.227 del Código Penal, otorgándole poderes extraordinarios a la Presidente hasta el 2011.
Los jueces hacen "la vista gorda" y dejan robar como si fuera una de las tareas lícitas de los políticos que están en la función pública. Vea hoy en la Sección "Correo del Lector" una editorial de "La Nación" (27/11/2009, pag. 16) titulada "La hora de los jueces" que bien podría haber sido titulada "La hora de la complicidad de los jueces".
¿Qué puede esperarse de un Juez como Oyarbide, acusado de graves delitos y absuelto por el Senado sin razón confesable alguna, que es uno de los que tiene a su cargo averiguar la posible criminalidad del enriquecimiento de los Kirchner? Sin embargo, Oyarbide sigue siendo Juez y es tratado como Juez y tiene el poder de disponer de mi libertad, de la suya y la de cualquiera, si se le da la gana o lo que es lo mismo, si acepta como válido el testimonio de uno o dos testigos falsos que están a la venta por mucho menos plata de la que disponen los Kirchner.
El Secretario de Comercio Interior amenazó abiertamente a ciertos funcionarios de la empresa "Papel Prensa" diciendo que "ahí afuera tengo a mis muchachos que quiebran espaldas y hacen saltar ojos". Esa amenaza, terrorífica en sus implicancias (¡se imagina el dolor espantoso que significa que le hagan saltar los ojos y que le quiebren la espalda!), obviamente penada por el art. 149 bis del Código Penal con prisión de 6 meses a dos años, no mereció la acusación de ningún Fiscal, ni la actuación de ningún Juez. Y el funcionario de marras, claramente inidóneo para seguir en su cargo por aplicación del art. 16 de la Constitución Nacional, sigue siendo Secretario de Comercio Interior y la Presidente lo mantiene en él, en abierta violación del art. 253 del Código Penal se hace pasible -entre otras causas- de destitución por juicio político. Pero a ni un solo diputado se le ocurre -ni siquiera al inefable Pinedo- pedir que se le forme ese juicio político.
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Celebran los "opositores" que a partir del 10 de Diciembre tendrán mayoría en el Congreso y que a partir de ahi se acabará la impunidad de los Kirchner y de sus Ministros. Todos saben perfectamente que eso es mentira. Y lo es por varias razones. Doy algunas:
1) Muchos de esos "opositores" son "camaradas" de la izquierda a la que pertenece la Presidente y su banda y, por supuesto, votarán con ellos cada vez que sea necesario.
2) Muchos de esos opositores son "centristas" que están de acuerdo con la doctrina inmoral de la tiranía, como pudo verse por la actitud de Macri al no apelar el fallo de la Jueza Seijas que autorizó el connubio legal de dos homosexuales. En eso tiene de su lado la impavidez del Episcopado y del Opus Dei de cuyas Universidades Católica y Austral la Seijas es profesora.
3) Muchos de esos opositores son peronistas, supuestamente" disidentes" pero ya se sabe que el peronismo es una banda de logreros que nunca de los nuncas escupirán al cielo o sea, nunca harán caer un gobierno peronista, por más opositores que se digan, porque todos esperan robar lo más posible en su momento, cosa que sólo es posible si tienen el poder en sus manos o en las de otros peronistas.
4) Muchos de esos opositores son otros tantos "borocotós" como pudo verse en la votación de algunos proyectos del gobierno aún antes de que cambiara la composición del Congreso. O sea, están a la venta. Y como Kirchner hace la política del dinero y tiene un presupuesto federal anual de u$s 50.000.000.000 a su libre disposición, su poder de comprar "borocotós" es casi inifinito.
Luego, no hay esperanza de oposición auténtica. Y entretanto, los políticos siguen robando, los delincuentes siguen matando gente, el Tesoro está exhausto porque está siendo saqueado a mansalva y los aspirantes a reemplazar a los ladrones de hoy son otros ladrones con el agravante de que tienen el hambre atrasada.
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Entretanto, ¿qué hacen los "buenos patriotas"? Se quejan, se divierten y tratan de salvarse solos. Mi intento de fundar la Asociación Patriótica y de promover un pedido de firmas para exigir el juicio político de la Kirchner, responsable presunta de por lo menos once dleitos graves además de haber usurpado la presidencia, al igual que su marido y antecesor, ha sido un fracaso. De los 80 adherentes a la Asociación, se presentaron a la primera Reunión General, 30; a la segunda 20 y a la campaña de firmas en la calle, 10. A la reunión de evaluación de lo que podíamos hacer de aquí en adelante, vinieron 6.
O sea, nada. La Argentina no tiene ciudadanos. Los que se dicen "antikirchneristas", mienten. Los "derechistas" son egoístas y estúpidos, los que todavía tienen un "buen pasar" son patológicamente ilusos (creen que les va a ir siempre bien). Los militares dejan pudrirse en la cárcel a sus camaradas sabiendo que éstos no tienen esperanza alguna de justicia. Los lectores de "La Nación" saben que ésta miente y que cuando ataca alguna medida de gobierno, es con un cuchillo sin filo y sin intención de cortar pero lo mismo se tragan toda su "politicología" y la repiten como loros sin que haya manera de demostrarles lo contrario. Los "nacionalistas" son la derecha obtusa hasta la ceguera, llena de resentimientos personales, de excomuniones recíprocas, de teorías descabelladas, de recuerdos falsos, de una inutilidad a prueba de balas, un ansia insaciable de dividir y de eludir responsabilidades, y hacen cualquier cosa con tal de no hacer lo que deben . Todo es un asco.
Además, a ninguno de esos les da vergüenza ni tratan de fingir que les da. Mientras tengan un auto, plata para cargar nafta y para veranear, viajar, comer en restaurants, una computadora para escribir estupideces en la Internet, una peña de cinco o seis inútiles para encontrarse cada tanto, lo demás les importa un bledo. ¿Saben qué? Les auguro un futuro negro. Tal vez yo no lo veré. Pero me parte el alma pensar en mis nietos.
* e-mail: correo@labotellaalmar.com
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