El Foro Económico Mundial es el encuentro más famoso de líderes gubernamentales y de los negocios de todo el mundo. El día domingo 31 de enero de 2010 llegó a su final tras cinco días de actividad con un consenso general sobre la fragilidad de la recuperación económica tras el colapso financiero estadounidense que se expandió a escala mundial, pero sin un acuerdo sobre cómo estimular el crecimiento del empleo y prevenir otra turbulencia económica global.
La reunión anual convoca a personas con mucho poder, y se habló sobre la conciencia ante la incertidumbre sobre cómo se superará la primera crisis financiera mundial. Tal incertidumbre, por tanto, corresponde a quienes manejan los hilos de las finanzas mundiales, y medios de prensa se han referido a esto como un acto de "humildad": el poder de las finanzas tiene una supuesta incertidumbre de su futuro accionar.
La reunión este año convocó a 2.500 líderes internacionales en dicho centro turístico alpino. Allí hubo debates encendidos sobre si se necesita más regulación en el sector financiero, cómo reducir el fuerte desempleo mundial y la manera de encontrar formas para que la recuperación incipiente se mantenga durante 2010.
Este año mostraron satisfacción por una modesta recuperación desde el año anterior, pero hablaron de incertidumbre en el modo en que continuará la crisis y cómo deben responder los bancos.
Josef Ackermann es el director ejecutivo del Deutsche Bank, y afirmó en un panel de conclusiones que los líderes se enfrentan a una decisión difícil: "¿Debemos tomar más riesgos, ser una fuerza creativa de crecimiento o debemos enfocarnos en la seguridad?"
Luego el director general de Standard Chartered Bank de Gran Bretaña, Peter Sands, dijo que el equilibrio debe estar entre "hacer un sistema bancario seguro y un sistema financiero que pueda aguantar el tipo de dinamismo y crecimiento en la creación de empleos". "Si sale mal de una forma, corremos el riesgo de otra crisis. Si sale mal de la otra forma dejaremos sin impulso a la recuperación y reduciremos las posibilidades de crear nuevos empleos", continuó.
Sands agregó que todos deben tener un "grado de humildad sobre lo que realmente sabemos y qué tan seguros podemos estar, acerca de si las ideas que vamos a plantear tendrán las consecuencias que creíamos".
Ackerman además reconoció a los actores económicos más importantes por ampliar el Grupo de los Ocho al Grupo de los 20, marcando de ese modo a la dirigencia operativa de las decisiones que toma el Poder Internacional del Dinero y del cual son sus voceros. Dijo que debería haber un Grupo Empresarial de los 20 para colaborar con ellos y enfocarse en asuntos de negocios.
En Davos, la atención se centró en los banqueros y reguladores financieros gubernamentales.
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