Por Silvio H. Coppola
La llamada “Comisión bicameral” del poder legislativo, resolvió por 2 a 1, aconsejar a la presidencia de la Nación, la remoción de Martín Redrado como presidente del Banco Central.
El voto decisivo fue el del vicepresidente de la República, el mendocino Cobos, que vergonzosamente votó a favor de dicha remoción.
Este ir y venir del mismo, influenciado más que nada por motivos políticos que no legales ni de interés para el país, indudablemente no lo va a favorecer en sus intrigas para llegar a ser candidato presidencial en las próximas elecciones, ya que revela sus indecisiones y falta de principios.
En consecuencia se ratificará por parte de la señora presidente, su decreto de necesidad y urgencia por el cual defenestrara a Redrado, ya que se anunció que no se le aceptará la renuncia que al fin presentara este hace un par de días. Si bien nada es seguro con el gobierno, puede esperarse que así suceda.
Ahora bien ¿qué es lo que pasó con este hombre, miembro del elenco liberal y representante de la banca internacional, para obstaculizar la formación del llamado “Fondo del Bicentenario” y no autorizar la transferencia de los 6.569 MD (millones de dólares) de las reservas del Banco Central y en consecuencia no hacer nuevos pagos a los reales o presuntos acreedores de la república? El motivo está sumergido en el misterio.
Ahora, el camino está despejado, para seguir pagando y morir debiendo (Olmos).
Cabe destacar la profunda ignorancia que de todo esto tiene la gran mayoría del país.
Algunos hasta creen que la oposición de Redrado fue para asegurar la relación reserva monetaria-circulante.
Otros infantilmente suponen que todo se reduce a una disputa oposición-peronismo, cuando el peronismo de Perón y su ideología hace dos décadas que desapareció, siendo el actual PJ sólo un partido electoralista más y su presidente, el político más anti-Perón de todo el espectro político argentino.
En definitiva, aquí se trata de hacer algo en lo que la gran mayoría de los partidos políticos, legisladores y comentaristas, están de acuerdo.
O sea de pagar la llamada deuda externa y no sólo eso, sino de pagar como sea, sin cuestionar su validez y sin ni siquiera examinarla como lo dispone el texto constitucional (art.75 incs.4 y 7 CN).
Así busca sacar el gobierno y los que se sienten futuros candidatos a las elecciones presidenciales de 2011, patente internacional de honorabilidad en el consenso de la usura internacional.
En consecuencia, el mencionado Fondo, no sólo será garantía de pagos vencidos y a vencer, sino que servirá también para seguir pagando cualquier cuenta que se le presente y no sólo a los hold outs.
Y entonces el gobierno podrá seguir sobreviviendo, tomar nuevos préstamos donde se pueda, salvarse por el momento, y dejar su pago a las generaciones futuras, incluso a las que no han nacido aún y a la república obligada para siempre.
LA PLATA, febrero 3 de 2010.
La llamada “Comisión bicameral” del poder legislativo, resolvió por 2 a 1, aconsejar a la presidencia de la Nación, la remoción de Martín Redrado como presidente del Banco Central.
El voto decisivo fue el del vicepresidente de la República, el mendocino Cobos, que vergonzosamente votó a favor de dicha remoción.
Este ir y venir del mismo, influenciado más que nada por motivos políticos que no legales ni de interés para el país, indudablemente no lo va a favorecer en sus intrigas para llegar a ser candidato presidencial en las próximas elecciones, ya que revela sus indecisiones y falta de principios.
En consecuencia se ratificará por parte de la señora presidente, su decreto de necesidad y urgencia por el cual defenestrara a Redrado, ya que se anunció que no se le aceptará la renuncia que al fin presentara este hace un par de días. Si bien nada es seguro con el gobierno, puede esperarse que así suceda.
Ahora bien ¿qué es lo que pasó con este hombre, miembro del elenco liberal y representante de la banca internacional, para obstaculizar la formación del llamado “Fondo del Bicentenario” y no autorizar la transferencia de los 6.569 MD (millones de dólares) de las reservas del Banco Central y en consecuencia no hacer nuevos pagos a los reales o presuntos acreedores de la república? El motivo está sumergido en el misterio.
Ahora, el camino está despejado, para seguir pagando y morir debiendo (Olmos).
Cabe destacar la profunda ignorancia que de todo esto tiene la gran mayoría del país.
Algunos hasta creen que la oposición de Redrado fue para asegurar la relación reserva monetaria-circulante.
Otros infantilmente suponen que todo se reduce a una disputa oposición-peronismo, cuando el peronismo de Perón y su ideología hace dos décadas que desapareció, siendo el actual PJ sólo un partido electoralista más y su presidente, el político más anti-Perón de todo el espectro político argentino.
En definitiva, aquí se trata de hacer algo en lo que la gran mayoría de los partidos políticos, legisladores y comentaristas, están de acuerdo.
O sea de pagar la llamada deuda externa y no sólo eso, sino de pagar como sea, sin cuestionar su validez y sin ni siquiera examinarla como lo dispone el texto constitucional (art.75 incs.4 y 7 CN).
Así busca sacar el gobierno y los que se sienten futuros candidatos a las elecciones presidenciales de 2011, patente internacional de honorabilidad en el consenso de la usura internacional.
En consecuencia, el mencionado Fondo, no sólo será garantía de pagos vencidos y a vencer, sino que servirá también para seguir pagando cualquier cuenta que se le presente y no sólo a los hold outs.
Y entonces el gobierno podrá seguir sobreviviendo, tomar nuevos préstamos donde se pueda, salvarse por el momento, y dejar su pago a las generaciones futuras, incluso a las que no han nacido aún y a la república obligada para siempre.
LA PLATA, febrero 3 de 2010.
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