Resultados son resultados. Argentina venció a México por 3 a 1, y pasa a los cuartos de final con Alemania como contendiente.
EL ERROR
Hubo un error del árbitro que favoreció a la Argentina, que no suspendió una jugada hecha en posición adelantada y la velocidad de la misma jugada desembocó en el primer gol. Javier Mascherano reconoció cómo incidió la equivocación al reconocer como válido un gol en posición adelantada: "La realidad es esa. Pero por suerte se equivocó para nosotros y no volvió la jugada atrás".
Sobre el partido de los cuartos de final, el capitán argentino dijo que contra "Alemania es un partido muy duro, ya que vienen jugando muy bien al fútbol", aseguró.
Carlos Tevez abrió el marcador a los 26 minutos, un gol viciado de nulidad porque estaba en posición adelantada, y Gonzalo Higuaín lo aumentó con otro gol en el minuto 33. Tevez completó la diferencia con el tercer tanto a los 52, mientras Javier Hernández ofreció a los 71 algo de esperanza para los mexicanos que aguardaron infructuosamente el empate luego de un cambio de estrategia.
Mientras tanto, Lionel Messi sigue sin poder marcar un solo tanto, y Diego Maradona continúa comportándose más como un hincha que como un Director Técnico.
LA DESORIENTACIÓN
En el partido jugado contra México, se comprobó un sistema de juego clásico en el equipo azteca, enfrentando a un equipo argentino que desorienta por su improvisación. Dado que no existe juego de equipo en la selección nacional, resulta incalificable su estilo de juego.
Es más, se asemeja al juego que cualquier varón siendo adolescente ha jugado en su propio barrio o en la escuela, sin DT y sin estrategias.
El estilo argentino deberíamos definirlo como “juego de potrero”. Son las figuras las que “hacen lo que pueden”, y no dependen de una posición determinada o de una estrategia.
Este modo de juego complica a quienes consideran a la Argentina como un equipo estructurado y lo analizan bajo esa óptica. Y no se debe esto a la competencia intelectual, sino más bien a la incompetencia y a la ausencia de una inteligencia que guía la acción. Este juego es pasional, y cuando no manda la cabeza, mandan los pies.
PURA TÁCTICA
Digámoslo en términos militares:
1) se carece de planificación, más que conocer la conclusión hacia donde tienden todas las acciones: ganar la Copa del Mundial
2) se carece de estrategia, ya que no hay juego de equipo, no hay jugadas preparadas, no hay pases elaborados previamente, no hay posiciones determinadas, dejando todo librado a la improvisación
3) el juego es pura táctica, porque se basa en moverse hacia donde se siente algún “peligro” a causa del juego contrario, y de ganar la pelota para llegar al arco y meter un gol… y esto es un deber de quien logre ganar la pelota y logre llegar al arco para meter el gol.
El peligro de semejante improvisación, radica en la pérdida del juego en equipo, y por tanto de definición al momento de lograr un gol. Muchas oportunidades de gol se pierden no porque falten oportunidades, sino porque la acción se deja librada a lo individual.
Develado esto por un disciplinado equipo contrincante, haría caer en la realidad a los jugadores argentinos que actúan como improvisados milicianos a quienes se les ha dado un arma de modo repentino para combatir a profesionales de gran entrenamiento, capacidad y puntería.
LOS PUNTOS DÉBILES
El estilo pasional, improvisado o “de potrero”, hace que el mismo Capitán del equipo actúe de ese modo, y hasta corre el riesgo de ser expulsado. Un equipo pasional es exitista y el éxito lo lleva a buscar más éxito, pero a su vez una derrota (como la expulsión de un jugador, o una contrariedad en el juego como perder) lo llevaría al derrotismo.
Del mismo modo, la variación de jugadores que son buenos en lo propio en el marco de equipos nacionales o extranjeros con un determinado esquema de trabajo en equipo, se diluye en la imposibilidad de coordinar con los demás. Todos quieren ser goleadores, y por eso todos acaban en jugadas que pierden las oportunidades. La variación de jugadores implica de por sí una variación en la táctica, pero no de una estrategia inexistente.
Por ello, el equipo está basado en figuras importantes, que con una buena marcación en sectores estratégicos de la cancha pueden quedar neutralizados. Un buen manejo del mediocampo con tres delanteros hecha por un equipo contrario, puede ocasionar graves problemas a la Selección argentina. La falta de estrategia obligaría al equipo que “dirige” Diego Armando Maradona a adoptar una conducta defensiva por una imperiosidad táctica, y de esa actitud a perder el partido por goleada hay un solo paso.
Un payador es un improvisador de versos, pero jamás es espontáneo, porque mejor payador es cuanto más preparado está. Un miliciano al que se le entrega un arma sin mucho entrenamiento para disparar a un enemigo, corre grave riesgo en su vida en caso de enfrentarse a un verdadero militar al cual pretende emular. Ejemplos a tener en cuenta al momento de pensar sobre el modo en que se lleva adelante la Selección Nacional Argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.