En la foto: Robert Wagner, el protagonista de “Ladrón sin destino”, un delincuente que cambió sus conocimientos delictivos y su prisión para trabajar en favor de la Ley y el Orden.
Por TV, una antigua serie llamada “Ladrón sin destino” protagonizada por Robert Wagner, enseñaba las mil y una maneras de cometer finos robos multimillonarios pero al servicio de la Nación estadounidense. Sorprende ver en los hechos de la realidad, sucesos que superan a la ficción. Robos de joyas, asaltos de camiones blindados o robos de obras de arte suceden en todo el mundo, como recientemente acaeció en la sala del Teatro Argentino de La Plata.
En Francia, hubo un reciente robo de cuadros mucho más caros y mucho más difíciles en su operatoria para su sustracción. A su vez, durante el año 2008 se produjeron robos millonarios en joyerías italianas.
Todo por el Oscar
La distracción que es fruto de eventos que concentran la atención de la ciudadanía, es una oportunidad utilizada por muchos ladrones.
Durante el mes de febrero de 2008, una banda de ladrones hizo un túnel para irrumpir en una joyería de lujo.
Los maleantes robaron piezas por valor de US$24 millones mientras los dueños del negocio entretenían a celebridades de Hollywood en la ceremonia de los Oscar.
Limpiavidrios
La policía de la ciudad de Milán investigó un inusual robo valorado en aproximadamente un millón de dólares en una joyería ubicada en el corazón de la ciudad, en octubre de 2008.
El hecho fue realizado a plena luz del día, y en una de las calles comerciales más ostentosas de la ciudad.
Los trabajadores de la joyería Pederzani, una de las más exclusivas de Milán, no sospecharon nada cuando un limpiador de cristales se puso manos a la obra en el escaparate de la tienda.
Vestido con el uniforme reglamentario, apoyó la escalera contra la luna y empezó su tarea.
Sólo que en lugar de utilizar la esponja y el balde, con toda la calma desatornilló el cristal y se llevó las joyas por valor de un millón de dólares.
Las puso en el balde, y después se perdió entre la multitud de compradores que pululaban por el centro de la ciudad.
El Museo de Arte de París
El 20 de mayo de 2010 se difundió la noticia: un ladrón solitario robó cinco cuadros de un museo de arte moderno de París que incluyen obras de Picasso, Matisse y Modigliani por un valor superior a los 600 millones de dólares, informaron el jueves la policía y fiscales franceses.
Los cuadros robados son "El pichón con las arvejas" de Pablo Picasso, "La Pastoral" de Henri Matisse, "El olivo cerca de Estaque" de Georges Braque, "Mujer con abanico" de Amedeo Modigliani y "Naturaleza muerta con candelabros" de Fernand Leger.
Una cámara de vigilancia muestra a un intruso enmascarado llevándose los cuadros, según la fiscalía. El individuo rompió un candado en una entrada y una ventana, agregó.
Se cree que el valor de los cuadros robados alcanza a los 500 millones de euros (615 millones de dólares), dijo la fiscalía.
En un balcón trasero del museo, policías con guantes azules y máscaras faciales examinaban los vidrios rotos y los marcos vacíos. Las pinturas parecen haber sido removidas cuidadosamente de los marcos desarmados y no cortadas.
Un guardia de seguridad en el museo dijo que un sereno descubrió la ausencia de los cuadros en horas de la mañana.
Más de Picasso
En la foto: "La femme à l´éventail", de Amadeo Modigliani, uno de los cuadros robados por John Berger
Uno de los titulares más importantes en Francia fue el de Le Monde del 22 de mayo de 2008, donde se denunciaba el robo de cinco telas pequeñas, pero muy elegidas, del Museo de Arte Moderno de París.
En este caso, el ladrón ubicó los lugares con mucha anticipación, estudió el sistema de alarmas y sabía que estaba descompuesto, realizó su labor sin dañar las telas al retirarlas del marco, retirándose con las pinturas bajo el brazo. ¿Su destino? Conservarlas, venderlas a un coleccionista privado…
En Brasil
Un grupo de ladrones en la brasileña ciudad de Río de Janeiro aprovecharon el inicio del carnaval para encubrir el saqueo de un museo de arte, y escaparon entre la gente que bailaba en las calles de Río, a fines del mes de febrero de 2006.
La banda de cuatro hombres armados irrumpió en el Museo Chácara do Céu y se llevó obras de Picasso, Matisse y Dalí. La operación fue veloz y muy profesional: obligaron a los guardias de seguridad a apagar la televisión de circuito cerrado y amenazaron con utilizar una granada si alguien intentaba detenerlos.
Al huir, llevaron sobre sus hombros las pinturas más valiosas de la colección del museo. Entre las obras robadas figuran "La danza" de Pablo Picasso, "Los dos balcones" de Salvador Dalí, "Jardín Luxemburgo" de Henri Matisse y "Marina" de Claude Monet.
Dos más
Los responsables del Museo de Arte de Sao Paulo, en Brasil, donde a mediados de diciembre de 2007 robaron dos cuadros con un valor estimado de más de US$50 millones, admitieron que la colección no estaba asegurada, y que tenían fallas en la seguridad.
En la foto: El "Retrato de Suzanne Bloch", de Picasso, valuado en US$50 millones.
Según informaron fuentes del museo, la alarma no estaba conectada cuando robaron el "Retrato de Suzanne Bloch", del español Pablo Picasso, y el "Labrador de café", del pintor brasileño Cándido Portinari, consideradas las dos piezas más valiosas de la colección.
El hecho provocó un escándalo en Brasil, sobre todo al conocerse el modus operandi de los ladrones, quienes sólo utilizaron una barra de hierro y un gato hidráulico para irrumpir en el museo y apoderarse de las pinturas en cuestión de minutos. El robo fue perpetrado por sólo tres hombres que forzaron la puerta del edificio, en una operación que duró tres minutos, y que posteriormente abandonaron las instalaciones con las pinturas enmarcadas.
El mismo Museo fue nuevamente asaltado en el mes de junio de 2008. Ladrones fuertemente armados robaron dos grabados de Picasso y dos obras de famosos artistas brasileños de la Pinacoteca de Sao Paulo, según informó la policía.
Los hombres, que fueron observados a través de circuito cerrado de televisión, ingresaron al museo a plena luz del día, sin utilizar máscaras.
Además de los grabados de Picasso, también fueron robados dos cuadros de los artistas brasileños Emiliano Di Cavalcanti y Lasar Segall. Las obras están valoradas en unos US$600.000.
Los asaltantes inmovilizaron a tres empleados de la Estación Pinacoteca, una galería de exposiciones de la institución, guardaron las obras en una bolsa y abandonaron tranquilamente la edificación.
Las piezas robadas fueron los grabados El Pintor y su Modelo, y Minotauro, Bebedor y Mujeres de Picasso; el óleo Mujeres en la Ventana de Di Cavalcanti, y la acuarela Casal, de Lasar Segall.
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