Cuando los principios católicos no iluminan la vida del matrimonio, muchas desavenencias surgen, que llegan a producir graves conflictos. El Sacramento del Matrimonio no es una ceremonia social, sino que es Jesucristo que otorga dones para la familia. Veamos entonces qué sucede cuando el Sacramento no importa, y las consecuencias que acarrea.
Una mujer acompaña a su marido a la consulta del médico, y después del chequeo, el médico llama a la mujer a solas a su despacho, y le dice:
- Mirá, tu marido tiene una enfermedad muy grave, combinada con un estrés tremendo. Si no haces lo que te digo, sin duda morirá.
Entonces, el médico se puso a redactar una serie de prescripciones:
1.- Cada mañana, preparále un desayuno saludable.
2.- Sé amable y asegurate de que esté siempre de buen humor.
c.- Preparále algo para comer que lo alimente bien, y que pueda llevar al trabajo.
d.- Cuando vuelva a casa más tarde, hacele una cena especial.
e.- No lo agobies con tareas, ya que esto aumentaría su estrés.
f.- No hables de tus problemas ni discutas con él, sólo agravará su estrés.
g.- Intentá que se relaje por las noches, y hacele masajes.
h.- Anímale a que vea algo de deportes en la televisión, que se entretenga.
i.- No lo regañes cuando se vaya de farra con sus amigos.
Y después concluyó:
- Si podés hacer esto durante los próximos 10 ó12 meses, creo que tu marido recuperará su salud completamente.
De camino a casa, el marido pregunta a la mujer, intrigado:
- Y... ¿Qué te dijo el médico?
Ella, brevemente, le contestó:
- ¡¡¡Que te vas a morir!!!
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