Por Silvio H. Coppola
La Cámara de Diputados acaba de aprobar la “movilidad jubilatoria” para los jubilados nacionales. Tendrán reajustes cada seis meses en sus haberes.
Aquí de inmediato, se podría acotar que al paso de la inflación actual, durante esos seis meses, seguramente perderán por lo menos y paulatinamente, hasta el 10% o más de sus haberes. Sólo se podrán favorecer y eso hasta cierto punto, si no hay inflación o si esta es mínima y entonces ya podemos creer que estamos en el país de la Fantasía. Y no es lo peor.
Se tomarán para fijar las pautas de aumentos los índices del INDEC (“estado general de los salarios”) y la “recaudación provisional del ANSES”, haciéndose con todo ello una ensalada de la que saldrá el promedio.
Considerando que los índices no responden a la realidad y que la recaudación provisional tiende a disminuir, en términos generales se puede afirmar, que por cada peso que pierda el haber del jubilado, en cada reajuste será compensado con poco más de cincuenta centavos.
O sea, en Diputados y seguramente también en Senadores, se cambia algo para quetodo continúe como antes y como se hace con todo, tener un doble discurso y entregar una caja de Pandora, que cuando la abran los jubilados, verán que seguirán en sus cuitas.
Si se hubiera legislado de buena fe, hubiera sido suficiente, establecer un promedio para los pasivos, que sea porcentual con relación a los activos. Y así sería justo y no habría ni sospechas ni reclamos.
LA PLATA, septiembre 6 de 2008.
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