Por Jorge P. Mones Ruiz y Enrique Mangini Usera
“Las Fuerzas Armadas de América Latina son objeto de un ataque sin precedentes. La ofensiva se realiza en todas las naciones -aunque con métodos diferentes- para lograr un mismo fin: la destrucción definitiva de las instituciones armadas...Transformar a los militares en brazo armado del socialismo, y neutralizar la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo“ (extraído de “El Plan del Foro de Sao Paulo para destruir a las Fuerzas Armadas”, versión digital, 2009, www.unoamerica.org).
Decíamos en mayo de 2006: “En estas últimas semanas estamos asistiendo al desmantelamiento de los servicios de inteligencia de las FFAA de la Argentina (que va desde la quema de bibliografía de todo tipo en las escuelas de especialización hasta el quite de misiones) y su centralización en la Dirección de Inteligencia Estratégica Militar que depende directamente del Ministerio de Defensa y es conducida por un ex personal civil de inteligencia (PCI archivista) de la Fuerza Aérea cuya experiencia profesional en la materia dista mucho de ser la necesaria o idónea para el cargo que ocupa”
Sosteníamos, además, que “…lo interesante es que del Ministerio de Defensa dependerán tres direcciones fundamentales: personal, educación y finanzas. De manera que los pases, nombramientos, retiros y bajas, así como los planes de estudio de las futuras ex Fuerzas Armadas (Ejército Argentino, Armada Argentina y Fuerza Aérea Argentina), serán digitados directamente por políticos devenidos en estrategas y especialistas militares”
En la actualidad esto se ha cumplido, incorporándose a fin de año como “especialistas” en el Ministerio de Defensa, miembros de las organizaciones revolucionarias de Luis D´Elia y Emilio Pérsico, hoy cursantes de la materia en la Universidad de Tres de Febrero. El sistema de defensa está colapsado, al igual que el de la seguridad.
A la Argentina le “cupo el honor” de ser la primera nación que desmantela (y lo sigue haciendo) a sus FFAA.
En el Uruguay, como es de público conocimiento, el gobierno marxista se encuentra preparando diversos cambios para el próximo quinquenio, cambios nacionales e institucionales para un mejor control del potencial nacional y como forma de ir asegurando "la reforma del estado" para la consecución de los objetivos del Socialismo del Siglo XXI, tal como se viene perfilando la situación a nivel regional y continental sujetas a las directivas del Foro de Sao Paulo y del Nuevo Orden Mundial.
Se ha hablado mucho sobre este tema que nos involucra a todos los hermanos latinoamericanos. Hemos observado el desarrollo y los ejemplos del accionar en otras naciones, pero ahora toca a los uruguayos vivirlo en carne propia, experimentar las directivas gramscianas en todos los órdenes del quehacer nacional.
Dentro de este contexto político y social, las FF.AA uruguayas no escapan a esta situación regional, es más, acorde a como se vienen modificando o reformulando otras fuerzas de la región y del continente es que consideramos que las acciones por parte del gobierno oriental están siendo ya digitadas, planificadas y puestas en ejecución. En este sentido, dentro del presupuesto nacional quinquenal 2010 se han planificado cambios estructurales muy importantes que afectaran negativamente la estructura de las FF.AA de nuestro país tal cual como las conocemos.
Estas afectaciones son de carácter estructural y económico, que sirven para purgar sus cuadros, asfixiarlas económicamente ya sea en su presupuesto de funcionamiento como en la cuestión salarial, reducirlas, y así de a poco provocar el colapso de la misma por falta de operatividad, logrando consecuentemente el cumplimiento de una primera etapa, siendo la segunda la sustitución de los cuadros de oficiales y personal combatientes por otras fuerzas proclives al Gobierno y/o la creación de una Guardia Nacional a órdenes del Ministerio del Interior, que ya tiene antecedentes en este país.
Estos cambios comienzan en distintos puntos críticos de suma importancia, y en nuestro particular uruguayo está dirigido a la creación de cargos de Personal de Particular Confianza: Sanidad, Servicios, Retiros y Pensiones, Formación Militar, etc., áreas que eran cubiertas por Oficiales Superiores y Generales.
Sumado a estos cambios, existen otros aditamentos muy importantes que son el uso de fondos de determinados servicios, que surgen de los aportes del personal de las FF.AA que serán destinados a otros fines que no son los dispuestos por las reglamentaciones en vigencia. La Argentina tiene su correlato con el Instituto de Ayuda Financiera (IAF), hoy a cargo de un civil de confianza del gobierno.
Se dispone la reducción de las Fuerzas mediante el pase de efectivos al Ministerio del Interior, y los aumentos de sueldo dentro del presupuesto quinquenal son miserables. Obviamente esta situación lleva a una purga por causas económicas, que empieza a provocar el pase a retiro de los más antiguos como forma de anular las resistencias o remanentes que puedan surgir de sus acciones.
Otro de los puntos más importantes para afectar seriamente la moral de las fuerzas es todo lo relativo a los Derechos Humanos, estrategia "indirecta" que utiliza el Foro de Sao Paulo para debilitar las FF.AA.
El gran tema de los presos políticos es un capítulo aparte. En ambas orillas del Río de la Plata, las Fuerzas Legales junto a todos sus integrantes han sido objetivos políticos de esa guerra llevada a cabo por la subversión internacional contra los principios y valores nacionales, constitucionales y republicanos. Al principio fue una lucha sin cuartel, irregular, de atentados y bombas, con asesinatos y con víctimas inocentes, hundiendo a ambos países en un caos. Hoy, el mismo enemigo de ayer derrotado militarmente, mediante el uso de medios políticos y psicosociales, comenzó un gran escalada cultural sobre la población para alcanzar por este método lo que no pudo mediante la violencia, obteniendo así importantes victorias, a través de la mentira y tergiversación histórica de los hechos, el hostigamiento, la persecución, la difamación, la humillación y el enjuiciamiento a aquellos soldados que habían combatido militarmente a la sedición subversiva.
En la Argentina se vulneró la Constitución con leyes inicuas para poder consumar la venganza. En el Uruguay, la Ley de Caducidad que fue ratificada en dos oportunidades por el pueblo, se intenta desarticularla nuevamente, estando ya en el Parlamento para su trámite. Una vez descartada ésta, como norma de amnistía, según el Gobierno, no existirá impedimento alguno para juzgar al resto de los militares que han combatido la subversión.
Quizás sirvan estos antecedentes para ser tenidos en cuenta por las FFAA del Brasil, a las cuales se pretenden “democratizar”, “conducir” por cuadros políticos del Foro de Sao Paulo, y seguramente, como ya se ha intentado, “juzgar”, encarcelando a los oficiales que otrora combatieron el flagelo terrorista que azotó a ese país.
Enrique Mangini Usera
Mayor (R) de Caballería - Ejército Uruguayo
Jorge P. Mones Ruiz
Ex Mayor de Caballería - Ejército Argentino
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