LA ESCALADA MARXISTA DEL GOBIERNO Y TEORÍA DE LA RESISTENCIA

Por Cosme Beccar Varela

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Buenos Aires, 08 de Septiembre del año 2010 – 999

 

Todo argentino patriota debe estar dispuesto a arriesgar la vida si la situación del país es tal que se corra un grave peligro de perderlo a manos de una tiranía marxista. Pero como la vida es lo más importante que tenemos después de la salvación del alma, debemos tener muy en claro cuales son las condiciones en que es lícito y exigible hacerlo. Vale la pena filosofar en frío sobre esas condiciones para que no haya malos entendidos en el momento decisivo.
El buen patriota que se encuentre en una situación que aparentemente exige arriesgarlo todo, debe preguntarse, como hijo de Dios y administrador apenas de ese don precioso que es la vida, si corresponde o no correr el riesgo de perderla.
1) Cabe preguntarse si el caos social en que está sumido el país es fruto de la inoperancia del gobierno o si es provocado para lograr un objetivo determinado.
Yo creo que la respuesta es que se trata de una “escalada” que, a través de diversas etapas perfectamente calculadas, conduce a la desarticulación total de la sociedad argentina y al dominio de los sectores comprometidos con un cambio radical hacia la izquierda marxista, la cual hasta ahora ha procedido con una gran eficacia.  
Si durante siete años en el poder no han sufrido ningún descalabro a pesar de la audacia de sus apuestas políticas, a no ser pequeños retrocesos que también parecen calculados para conseguir victorias en otro plano, quiere decir que la “escalada” está en marcha.
Si a eso le sumamos que han conseguido hacer surgir una oposición artificial que parece hecha a su medida, con un componente de izquierda que en los asuntos “clave” se sumará a la escalada marxista por afinidad ideológica y con otro componente de “pseudo- centrismo” que está semi-entregado desde el principio por temor a disentir con la izquierda y porque está conducido por patanes manifiestos, creo que la peligrosidad de esa “escalada” es evidente y sus probabilidades de éxito, muy grandes.      
2)  ¿Es posible aventar el peligro por medios pacíficos? Es poco probable cuando el enemigo que tenemos enfrente es de muerte y no es razonable, ni tratable, ni confiable en sus acuerdos. El enemigo que tenemos enfrente no es Kirchner, sino el marxismo que lo usa como un títere y el marxismo no cumple con ninguna de estas tres condiciones de confiabilidad para soñar con un acuerdo pacífico. Luego, la única opción es derrotarlo.
3) Derrotarlo en las urnas, una vez que tiene el poder, está probado por la Historia que es imposible, porque recurrirá al fraude antes, durante y después del sufragio. Luego, sólo queda la resistencia social, como lo establece el art. 36 de la Constitución Nacional (reforma de 1994).  
4) Si no hay otra salida que la lucha social y política lo primero que debe admitirse es que un hombre solo no puede hacer nada, a no ser entregarse al martirio cosa que debe descartarse porque puede llevarlo a uno al Cielo pero no me parece que eso pueda salvar la Patria del marxismo.
5) Luego, es necesario reunir a un grupo de gente confiable y afín, lo más numeroso posible.
6) Si ese grupo no está organizado, tampoco puede hacer nada porque un grupo desorganizado es como un aglomerado de individuos que se molestan los unos a los otros.
7) No existe organización alguna sin dirigentes auténticos. Luego, hay que tener tales dirigentes.
8) No cualquiera es admisible como dirigente ni tampoco es posible saber quien reúne las condiciones de dirigente dentro de una situación de crisis caótica ya desatada. En esos momentos, se apagan las luces y “todos los gatos son pardos”. Inclusive es posible que los falsos dirigentes tengan mejores posibilidades de hacerse notar porque el enemigo estará interesado en destacarlos de varias maneras: por la prensa, por falsas victorias, por biografías laudatorias e incomprobables, por el apoyo de "valientes" vendidos al enemigo, etc.  Por lo tanto es necesario encontrar esos dirigentes mientras haya todavía un resto de paz.
9) ¿Cuales son las cualidades de un dirigente confiable? Es bueno enumerarlas desde ya, para mayor seguridad.
a) Debe ser independiente de toda "logia" o asociación o compromiso oculto con el enemigo o sus aliados, explícito o implícito.
b) Debe tener buenos principios católicos o al menos un sincero  respeto por ellos y un gran amor a la Justicia.
c) Debe ser inteligente y saber como se combate con prudente audacia y sin perder ocasión alguna de vencer al enemigo.
d) Debe tener un plan de acción convincente.
e) Debe haber tenido una vida pública conforme con aquellos principios es decir, debe quedar cristalinamente claro que no es un oportunista.
f) Debe ser valiente, o sea, estar dispuesto a correr riesgo de vida cuando sea necesario y haya alguna posibilidad, aún remota, de que no se perderá la vida en vano, aunque más no sea para dejar un precedente de honor que sirva para reiniciar la lucha en mejores condiciones. Ni "loquitos" ni cobardes. Guerreros intrépidos que antepongan la ley de Dios antes que la de los hombres.  
El honor exige no sólo no entregarse por temor, sino también no tener miedo del "qué dirán" y por ese miedo arriesgar la vida estúpidamente.
* * *  
Creo que la Argentina ha llegado a un momento en el que nos queda poco tiempo para organizarnos antes del gran enfrentamiento. Todo lo que no sea eso, es diversivo y es ayudar al enemigo, consciente o inconscientemente. Como decía en el artículo anterior, si todavía hay oficiales patriotas de graduación inferior a la de los que ascienden por su adhesión a la tiranía, y esos oficiales cuentan con alguna fuerza, ellos serán el centro de la resistencia constitucional al golpe de Estado marxista que se avecina.  
Pero antes de ese momento extremo, debe formarse un gran movimiento cívico de resistencia social y política que haga frente desde ya a la escalada marxista.
Que quede bien en claro que no propongo un golpe militar. Quienquiera que lo proponga es muy probable que sea un agente provocador. Sólo digo que si el gobierno decide dar el zarpazo final para instaurar una tiranía marxista y  no existe ese gran movimiento cívico estructurado y resuelto, ni esos oficiales patriotas que se opongan con las armas a una intentona armada, la Argentina está perdida.
Si ese gran movimiento cívico no se forma ahora, con dirigentes auténticos, sería una imprudencia descabellada arriesgar la vida a instancias de una formación que aparezca súbitamente en un momento dramático proponiendo una “resistencia” social y política con ribetes heroicos organizada por dirigentes que no reúnan las condiciones antedichas porque serán, muy probablemente, entregadores por cuya traición muchos buenos patriotas perecerán.
La clave es caminar “mientras hay luz -como dijo Nuestro Señor Jesucristo- para que las tinieblas no nos sorprendan, porque quien anda entre tinieblas no sabe adonde va” (s, Juan 12, 35).