lunes, 1 de noviembre de 2010

EL DESAFIO DE LA RECONSTRUCCION DE LA NACION ARGENTINA

reconstruccion

Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 / CMN 73)

No hay dudas que la Nación que se construyo en el Siglo XIX fue demolida a lo largo del XX y que es una responsabilidad reconstruirla en el actual. Los que así no lo saben, es porque están aprovechando de su deterioro y no sienten la misma responsabilidad generacional de la que hicieron gala nuestros antepasados. Por ello, el desafío de nuestra hora es la "reconstrucción" de nuestra Argentina, conforme sus capacidades y posibilidades para que ello sea el legado para nuestros hijos.

La nación es la síntesis del país ajustado por las leyes.El país es la sumatoria de su territorio con su gente y las leyes el medio de amalgamar las acciones, optimizando los desarrollos del presente, para que sirvan de apoyos al futuro. Esta unión de país, leyes y futuro, es la tarea que cumplen los gobiernos que, acumulando esfuerzos y realizaciones, constituyen la estructura en la que se realiza la sociedad. Todo ello, consecuentemente, tiene su origen en la clase politica, que, así, es el medio que obra como esencia que aglutina los aportes individuales para sumarlos como efectos para el bien común.

El crecimiento de la población y el incremento de las acciones, hace imposible el accionar aislado individual que, para realizarse, necesita del entorno donde cada uno se integra con los demás, en los diversos escalones de contacto que tienen origen en la familia y fin en el universo. Esta cuestión, lleva a la necesidad de las representaciones sucesivas y al basamento de la democracia.

La democracia es, por lo tanto, el acuerdo para el aporte personal con respeto a la individualidad, aceptado, voluntariamente, bajo el objetivo que, con ello, se logra libertad y oportunidad. La libertad y la oportunidad, bajo el escenario de la democracia, son los carriles que llevan, en forma particular y plural, a la prosperidad, que es el mejoramiento de la vida logrado por el esfuerzo de cada uno dentro de los avances de los conjuntos.

La realidad de un planeta que, manteniendo su geografía, se empequeñece en los hechos por la comunicación, es la razón que exige consolidar las identidades, al mismo tiempo, que encontrar las formas de adaptarse ante las diferencias, para que ellas resulte innovación que suma capacidades que alcanzan, sucesivamente, la posibilidad del progreso y el bienestar.

Argentina, no existía como comunidad en el Siglo XVIII, ya que no era solo una idea en el sistema virreinal. Ella comienza a despertar como consecuencia de los efectos de la evolución europea, que moviliza, tras la búsqueda de respuesta a los nuevos escenarios. El país, realmente un desierto, se conforma con el trasplante a su territorio de la cultura hispanica, originada de la corriente occidental y cristiana, dando lugar al mas exitoso proceso de integración, alentado por la oferta de la evolución.

Es allí, donde se comienza a "construir" nuestra Nación. Vemos que, junto a los hechos de armas que conforman el escudo protector, se comienza la tarea de encontrar los medios para aglutinarnos, sobre los soportes de la ley. Cada paso que se da, cada tipo de autoridad que se fija y cada reunión que se realiza, giran sobre el mismo objetivo.

Encontrar una formula que nos haga iguales, pese a las naturales desigualdades. Es por ello, que se afirma que nuestra democracia nace de los acuerdos, y no es la resultante de las presiones de las masas o los aludes de las turbas. Esta forma de "construir" la Nación Argentina, no tan solo demuestra la nobleza de su nacimiento, sino es la mas clara muestra del "patriotismo" que alentaba a las mentes de aquellos prohombres.

De los múltiples aportes de aquellos genios, sin dudas, las ideas de Juan Bautista Alberdi Araoz, son las que sintetizan las ansias y las esperanzas, que son recogidas magistralmente en la redacción de la Constitucion Nacional del año 1853. Se llega al acuerdo por la "voluntad" de los "pueblos" (ciudades virreinales) con la amplitud de abrirse para que otros puedan acceder a un proceso, cuya finalidad, es dar oportunidades para lograr el éxito. La actualidad de "Las bases..." de Alberdi es tal, que su lectura en el presente, es una manera de encontrar en ella respuesta para el futuro.

Durante el Siglo XX, las "ideas" y los "intereses", privaron sobre la concrecion de las "necesidades y aspiraciones", y la "democracia del acuerdo" fue suplantada por la "democracia de masas". Se olvido que la base de la unión, era aceptar la "igualdad de la desigualdad", como sustento de las acciones comunes y, con ello, se volvió, anímicamente, al fragor de las dudas de los primeros pasos hacia la independencia.

La Nación Argentina llega al Siglo XXI con las mismas características como país (territorio y población), pero con deformación entre lo que se esperaba por la constitución y lo que determinan las leyes.

Argentina se "institucionalizo" en un perfil legal que no se ajusta, aun, en algunas casos hasta difiere, de lo que se acordó como base de la Carta Magna. Esta deformación en la ley hace que la comunidad se encuentre entre una aspiración pactada acordada y una realidad impuesta que la suplanta. Se evidencia esta drama en una serie de hechos, facilmente comprobables, que van desde la disminución de la participacion electoral hasta la "fuga" de capitales, para no decir el encumbramiento de una clase de dirigentes, la impunidad ante actos delictivos y, hasta, la indisciplina y la violencia que conducen al caos y el riesgo de continuidad.

En Argentina se ha montado un régimen durante el Siglo XX que esta basado en "ideologías" y "corporaciones", que atiende "ideas o intereses" administrados por las "cúpulas", las mas de las veces para su provecho propio,y que olvida el deber de satisfacer "necesidades y aspiraciones" de la sociedad con destino al bien común. El argentino se ha convertido en "habitante" dejando de ser "ciudadano" con lo que se ha destruido la esencia del "conciudadano" que nos hace uno desde el valor de todos.

El desafío de nuestro presente es, por lo tanto, encontrar las vías positivas que permita "reconstruir" el sistema para que el mismo se vuelva operativo, recupere los valores que en el pasado demostraron su conveniencia y descarte el "lastre" que le impide avanzar. Sin dudas, este devenir para volver a ser una Nación, tiene que ser encontrado en los mismos carriles de consenso inteligente y de actuación honesta que nuestros antepasados utilizaron en el Siglo XIX.

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