Por Emilio Nazar Kasbo
Debemos realizar ciertas consideraciones al respecto que, me parece, que sirven para reflexionar.
Los problemas deben ser respondidos según su propia naturaleza: si el problema es espiritual (supongamos de una persona concreta), una respuesta psicológica (que no contemple lo espiritual) resultará insuficiente...
En nuestro caso del tema provida, hemos podido observar la eminente raíz anticatólica del problema: los diputados y senadores fueron explícitos en la materia. Pero confundir que se trata de algo meramente político y no espiritual, o que se trata de una discusión de Derecho Natural y no de Derecho Divino, sería un grave reduccionismo. Y he aquí la cuestión política que pretende estar por sobre la espiritual.
En atención al problema, muchos preguntan ¿cómo podemos tener una salida democrática?
Ahora bien, ¿qué significa "salida democrática"? Significaría que la democracia "salga" (la palabra "salida" significa eso: su ida)
¿Qué significa que la democracia "salga"? Debe ser "del closet", y en ese caso podríamos afirmar que la democracia no va a "salir del closet", no porque sea imposible, sino porque... YA LO HIZO!
En este caso, podríamos decir "democracia p..." (sinónimo de remera o meretrística). Bill Clinton, el ex presidente de yankilandia, habría dicho: "¡es la democracia, imbécil!"... pero estas cosas no se pueden decir, así que no pensamos decirlas. Solamente las escribo. Y les pido que ni lo piensen. Bueno, si ya lo pensaron hagan como que no lo pensaron y listo.
Claro: la otra "salida democrática" es que la democracia esta se vaya... y que no vuelva. O sea: tenemos a la democracia entre nosotros, y la democracia se va, y entonces esa es la "salida democrática".
¿Existe alguna otra acepción del término “salida democrática”? En su caso, no la he considerado.
Bueno, esto es más razonable. Por ejemplo, si en un aula un alumno se dedica a romper todos los bancos, el pizarrón, a pegarles a sus alumnos y docentes... ¿no le van a pedir que se retire si ocasiona tantos males?
Pero hay dos posibilidades: o la democracia es la mejor alumna del aula, o es la peor. ¿Premiaríamos a esta democracia porque saca buenas notas y tiene una conducta ejemplar con una gran piedad católica? Yo no. Yo le pondría un sombrero de burro y la expulsaría no del aula, sino de todo el sistema educativo, y no me detengo a explicar motivos, porque los considero de público conocimiento.
Hay democracias que son tiranías... Creo que Juan Pablo II llegó a enumerar a la ficción democrática como una real tiranía, lo cual no es poco (perdón pero no recuerdo quién lo mencionó, ni dónde está la cita del Papa, pero seguramente se podrá encontrar, y si no se puede encontrar y no lo dijo el Papa, igual es razonable y está bien lo que digo, aunque no lo haya dicho quien dije).
Y hete aquí que en materia provida ninguna institución ha funcionado. Y entonces surgen quienes dicen: ahora vamos por la batalla contra el aborto, porque la otra ya la perdimos. Y no es así. No perdimos nada, porque el Derecho Natural resulta inderogable. Lo único es que tenemos un derecho positivo que sigue los pasos de la mala alumna del curso y le hace el jueguito. Así que lo único que hay que hacer es encasillar el Derecho Positivo en el marco del Derecho Natural, restaurando en el orden temporal todo lo que hace al Derecho Divino. Porque todo lo que no es acorde al Derecho Divino es algo siniestro luciferino...
Y henos aquí luchando en una guerra espiritual ganada ya de antemano por Jesucristo... sólo que nosotros debemos perseverar hasta el final, hasta el momento de nuestra muerte (que no sabemos cuándo será) con la misma dignidad con que lo hará esta señora paquistaní condenada a muerte por cristiana y que decidió sabiamente no islamizarse para no condenar su alma.
No perseverar hasta el final, vivir situaciones de pecado mortal cuando no sabemos el momento en que vamos a morir... sería una locura en lo personal. Del mismo modo en el orden social, debemos como sociedad prepararnos para el Juicio de las Naciones, en el marco del Juicio Final.
¿Hay solución? Sí, la hay. Porque hay muchas personas que son católicos coherentes (más de los que uno piensa), y hay muchos que sin ser católicos practicantes coherentes están de acuerdo con el catolicismo. Se trata de una cuestión de orden...
Así que entonces, como venimos diciendo, hay que lograr la salida democrática al tema provida... y que sea una salida acorde al lugar que la democracia merece
¿Me explicó? Bueno, si alguno tiene alguna duda, seguiré aclarando más para oscurecer la cuestión. Porque las palabras no deben ser usadas para hacer juegos de palabras. Para eso hay otros juegos, y entramos en el área de la didáctica que no viene al caso abordar, aunque la cuestión provida sea también educativa...
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