En tiempos globalizados, siempre la soberanía. No para aislarse, sino para respetar y ser respetado.
Gracias a Dios hoy nadie discute que JUAN MANUEL DE ROSAS pdefendió la soberanía en gravísimo peligro y puso el orden indispensable y así evitó que el país siga disgregándose.
No pudo con su sueño de REINTEGRAR AL PARAGUAY y A
José de San Martín estaba lúcido como toda su vida cuando reconoció en Rosas a ese adalid soberano. Nosotros, sin fanatismo y con mucha templanza civilizada, hoy 20 de noviembre recordamos a Mansilla, sus valientes y a Rosas. Ellos nos legaron ejemplaridad. ¡Bien que la necesitamos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.