lunes, 13 de diciembre de 2010

SALUTACIONES EN EL DÍA DE LA POLICÍA BONAERENSE

APROPOBA

- 13 de diciembre –

EN EL DIA DE LA POLICIA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

DESDE APROPOBA SALUDAMOS A TODOS LOS CAMARADAS DE NUESTRA INSTITUCION

- FELIZ DIA CAMARADAS -

(Como sigue más vigente que nunca repetimos editorial ya publicada) (13-12-10)

FELIZ DÍA CAMARADAS

 

A los policías de la provincia de Buenos Aires, siempre nos ha causado particular regocijo cuando cada año aunque mas no sea brevemente se recuerda el 13 de diciembre como el día de la institución policial de la cual formamos parte.

            Y no es que equivocadamente entendamos a este día como el de la creación de nuestra institución, somos enteramente conscientes de que esta fecha solamente conmemora a aquella en que en el año 1880, como consecuencia de la federalización del territorio cedido por la provincia para asiento de la capital de la Nación, se procedió, además del traslado a la nueva capital provincial a una amplia reestructuración institucional que se mantuvo por muchos años.

            No obstante lo cual a través del transcurso del tiempo ha adquirido un especial significado precisamente en el carácter que se le asignado como “Día de la Policía de la Provincia de Buenos Aires”, con todo lo que ello significa.

            Claro está que no por ello dejaremos de recordar que nuestra amada institución nació, podríamos decir con la Patria misma, cuando aún se debatían las cuestiones propias del nacimiento de un nuevo estado; cuando “se levantaba a la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación” como dice nuestro Himno Nacional; cuando apenas habían transcurrido once años de la Revolución de Mayo y solo cinco de la declaración de la Independencia.

            La Ley 536 del flamante estado, de fecha 24 de diciembre de 1821, durante el gobierno encabezado por el Gral. Martín Rodríguez, a quién secundaba como Ministro de Gobierno D. Bernardino Rivadavia, establece claramente este origen de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a pesar de que dentro de  los numerosos ataques que por distintos motivos ha sufrido la institución se cuenta la repetida intención de privarla de parte de su rico historial comprendido entre esta fecha y la de su reorganización en 1880.

            Nada, ni reestructuraciones mal o bien intencionadas, ni cambios de nombre, de jerarquías ni la pretensión de hacerla desaparecer, como si pudiera concebirse una sociedad moderna sin fuerza policial ha podido ni podrá en el tiempo hacernos olvidar el destino de grandeza que le señaló esta superior medida de gobierno adoptada cuando todavía nuestro país estaba en los prolegómenos de su organización institucional y todo estaba por hacerse.

            Y en todo lo que había que hacer nunca dejó de estar presente la Policía de la Provincia de Buenos Aires, tal y como surge aún en la historiografía de la más variada procedencia y orientación cuando se mencionan los hechos relevantes o no del acontecer nacional.

            Y  no fue solamente en la lucha contra el delito, ya de por sí ardua en todo tiempo y mas en los actuales, en el territorio que le cupo custodiar, sino también en inundaciones, incendios, y catástrofes de todo tipo y color.

            O como cuando actuaron en la pacificación de la campaña y a lomo de caballo llevaron el orden y el principio del respeto a la ley a las más lejanas latitudes de una provincia todavía no demarcada en sus límites y que hacía que las famosas “Partidas Celadoras o Volantes” se atrevieran a las inmensas distancias hasta  dentro de los actuales territorios de Santa Fe, Entre Ríos y hasta la Banda Oriental.

            O como cuando contribuyeron con los ejércitos nacionales en la guerra contra el indio, la defensa de las poblaciones nacientes siempre en la sagrada misión de auxiliares de la Ley.

            O cuando se vieron envueltos en las mas que numerosas revoluciones que militares o civiles siempre dispuestos, llevaron a cabo en nuestro país, pagando también sus hombres muchas veces las consecuencias de una u otra forma.

            O cuando sus oficiales que por entonces integraban la reserva del ejército provincial se batieron en la Vuelta de Obligado y tantos entreveros de las luchas intestinas, Cepeda, Pavón, Caseros tan solo por dar algunos ejemplos.

            O cuando el “Batallón de Vigilantes y Guardiacárceles”, tampoco hizo asco durante las revoluciones del ’89 y del ’90.

            O cuando los policías de la Provincia de Buenos Aires, pusieron el pecho a la adversidad de la fiebre amarilla que azotó a Buenos Aires, siendo una de las pocas instituciones que se mantuvo en su puesto cuando todos, hasta el gobierno huía ante el peligro invisible y mortal, pagando sus vigilantes y serenos un alto costo en vidas que solamente recuerda un modesto monumento olvidado en la ciudad que fue testigo de su heroicidad y nuestra propia lista de héroes.

            O cuando fue ejemplo mundial y adelantada en la investigación criminal por sobre los primeros países del mundo al brindar a la humanidad el primer sistema indubitable y práctico de identificación de los seres humanos con la creación por parte del Comisario Juan Vucetich del Sistema Dactiloscópico Argentino, adelantándose a las restantes reparticiones policiales del globo al extender a los ciudadanos la “Cédula de Identidad Policial”, que razones de tipo político hicieron desaparecer al poco tiempo.   

            O cuando fue pionera en el país con la creación de un sistema de respuesta de emergencia a través de los “Comandos Radioeléctricos”, hoy también desaparecidos en beneficio de la delincuencia.

            O cuando debieron enfrentar al extremismo terrorista estrenado en el exterior, e integrados por delincuentes para quienes la vida humana no tenía ningún valor salvo para acreditar méritos en su misión de atentar especialmente contra la nación misma aún en plena vigencia de gobiernos democráticos y en cuya defensa cientos de camaradas fueron asesinados brutalmente.

            O cuando a “camisa celeste” solamente sus hombres hicieron frente nuevamente al terrorismo en su artero ataque al cuartel de La Tablada, aguantando con esa sola protección y simples armas de puño para que los atacantes no pudieran huir y el gobierno, constitucional, arbitrara las medidas necesarias para su represión.

            O cuando….., pero a que vamos a seguir si podríamos llenar libros enteros y siempre olvidaríamos muchos de los miles de actos de abnegación, valor y sacrificio de que siempre tuvo motivo para enorgullecerse nuestra institución.

            Y siempre ha sido y seguirá siempre así, malamente equipada, con sueldos limitados, atacada constantemente no solo por los delincuentes, lo cual sería por lo menos lógico, sino en muchos casos por la sociedad por la cual se juega, y hasta por el gobierno mismo, la institución policial de la provincia de Buenos ha sobrevivido, y pese a que en los últimos años la intención de su total destrucción tendió a concretarse, los hechos y la realidad pese a la tozudez en insistir en la cuestión, han demostrado a gobierno y sociedad el error en que se había incurrido y hoy parecería que estamos a las puertas de un nuevo resurgimiento de NUESTRA POLICÍA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES.

            Ha dejado en su camino más de MIL QUINIENTOS DE SUS EFECTIVOS CAIDOS EN CUMPLIMIENTO DEL DEBER (mas los que no fueron contabilizados con distintas excusas), MUCHOS MILES MAS DE HERIDOS Y MUTILADOS, como prueba palpable de su entrega, otros han pagado con cárcel o despido el cumplimiento de su deber, en muchísimos casos sin que ni siquiera se respeten sus derechos básicos. Sin embargo hay un futuro adelante, el movimiento sindical policial que viene desarrollándose desde hace algunos años de la mano de APROPOBA, y su crecimiento día a día deberán convencer mas tarde o más temprano a quién corresponda de la necesidad de esta verdadera herramienta en beneficio de la institución, de sus integrantes y de la sociedad toda.

Por eso la Asociación Profesional de Policías de la Provincia de Buenos Aires, (APROPOBA) hace llegar un saludo fraternal a todo camarada de cualquiera de los estamentos de la Institución Policial de la provincia de Buenos Aires, allí donde se encuentre cumpliendo la sagrada misión de protección a los demás, ya sea a bordo de un patrullero, de una autobomba, a caballo, en motocicleta, bicicleta, camión, aeronave, en las guardias, servicios, paradas, consignas, recorridas, imaginarias, escritorios, servicios, laboratorios, talleres, estudios profesionales, descansando o cumpliendo con las mil y una tareas necesarias para el funcionamiento de un sistema de seguridad de la magnitud del que debe afrontar.

            Y por lo que significa para los que vestimos de azul en esta provincia, este 13 de diciembre, que no es el día de la creación, pero sí es el “Día de la Policía de la Provincia de Buenos Aires”, por estar así reglamentado, levantemos una vez la copa en un brindis esperanzado por nuestra institución, la GLORIOSA POLICÍA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, que como ha sobrevivido a tantos a aconteceres ingratos, sabrá también, transcurso del tiempo mediante, superar todo lo que hoy nos duele y levantarse por entre las principales instituciones policiales del mundo, como siempre le ha tenido reservado el destino.

¡¡GLORIA A LA POLICÍA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES!!    

MIGUEL ANGEL REYNOSO

Comisario Inspector (RA)

Secretario General

Asociación Profesional de Policías de la Provincia de Buenos Aires

 

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