Por Eduardo Palacios Molina
El 27 de enero cumple su 90° aniversario un amigo que supo enfrentar muchos avatares que vivió el país, apoyando las causas justas. Me refiero al General de Brigada Mario Horacio Laprida, nacido el 27 de enero de 1921 en la ciudad de Mendoza. Descendiente directo de Don Francisco Narciso Laprida, tataranieto.
Militar de carrera.cumplió treinta y tres años de servicio en el arma de Caballería. alcanzando el grado de General de Brigada. Diplomado como Oficial de Estado Mayor, se desempeñó en importantes cargos en la Institución Ejército en la Argentina y en el Exterior.
Estudioso de la evolución política y constitucional de la Nación, ha reunido un interesante archivo sobre los más importantes hechos de las últimas décadas.
Los diarios "La Prensa y la Nación publicaron numerosas "Cartas de lectores", los diarios "La Prensa", "La Nación", "La Nueva Provincia" y otros grandes medios del interior, sobre los acontecimientos del momento, siempre basados en una escrupulosa documentación, lo que le permitió publicar a lo largo de su vida los siguientes libros: "Los increíbles radicales" en 1994, y luego reeditado,"La historia en cartas de lectores (1993-1997) en 1997 y la segunda edición ampliada de 1998. "Hay verdades que duelen (lavado de cerebro en la Argentina) en 1999.
Se destacó en el deporte de a caballo, llegando a alcanzar nivel internacional en distintas disciplinas . Ostenta el "San Jorge", distinción que se otorga en el Ejército a los jinetes que se hayan destacado en los deportes hípicos.
El 22 de octubre de 1978 sufrió un serio accidente que le provocó una importante discapacidad locomotiva. Desde entonces se dedica a profundizar sus estudios sobre la vida constitucional de nuestra República.
Vivió y conoció profundamente la Argentina anterior a Perón, con Perón y posterior a Perón.
Admirador de los gestos nobles siempre le tendió la mano al caído y supo tener presente la caballerosidad con el adversario, pero sin callarse y diciendo con educación sus discrepancias. Hombre generoso y cordial dispuso su residencia para realizar tertulias cívicas de investigación histórica y de intercambio de ideas, como auspiciaba reuniones de camaradería con sus compañeros de promoción y con aquellos que amaban la equitación, siendo visitado por famosos polistas, como lo fueron muchos de sus descendientes,
Se caracterizó por su constante crítica a la los malos procederes que afectaban la honorabilidad de la Patria o de las instituciones armadas y pese a sus años no abandonó jamás ese espíritu fogoso de un argentino digno, orgulloso de su estirpe y consciente de la responsabilidad que ello implica, razón por la cual supo escribir buenos legados para que los jóvenes vieran nuestros grandes aciertos y nuestros grandes fallas. Con ese criterio cerró sus publicaciones con un interesante libro titulado "Los errores de los militares en el siglo XX" editado en el año 2001 y cuya edición de este y de otras de sus obras enunciadas, si no se han agotado, se venden en la librería del "Círculo Militar"
Esta pequeñísima reseña de la vida y del ejemplo que nos ha legado este militar argentino, ha sido extraída de la biografía publicada en su mayor parte en la contratapa de sus publicaciones.
Quienes somos sus amigos, podremos de esta o de otra manera tenerlo presente, hablándole por teléfono o enviándoles un telegrama de felicitaciones o simplemente rezando por él.
En el caso que algún sacerdote católico desee rezar una misa que nos reúna a todos , buenos sería celebrarla en su residencia, previo consentimiento de su familia, caso contrario, ya que su estado de salud es precario, en un lugar a determinar con el celebrante.
Haberlo conocido a Laprida me devolvió a mí, la imagen del verdadero militar patricio, que hoy sobrevive como una leyenda de lo que fue realmente el militar criollo, de familia de militares, que siempre se comportó como un caballero cristiano, sin dobleces y cumpliendo su palabra con honor y dignidad, y fustigando a quienes vistiendo el uniforme , traicionaron el espíritu mismo de la República, cometiendo graves delitos como fueron el incendio del pabellón nacional y la quema y profanación de las Iglesias Católicas.
Hay aun dentro de las FF.AA en actividad y retirados varias generaciones de suboficiales y oficiales que mantienen el honor del soldado argentino, sufriendo cárcel, persecución, un verdadero martirio y destitución por portación de apellido.
Laprida a ellos jamás los ha olvidado, sino que los ha apoyado y los menciona a muchos de ellos valientemente en sus obras.
Fue mi Coronel en el LIceo Gral. San Martín, director en el año 1962.
ResponderEliminarLamentó informar del fallecimiento del Gral , sus restos descansan en el cementerio Memorial de Pilar
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