El pseudoteólogo alemán Hans Küng, ampliamente conocido por sus posturas contrarias a la enseñanza de la Iglesia, arremetió nuevamente contra los pontífices. Esta vez criticó a Benedicto XVI, a Pablo VI, Juan Pablo I y a Juan Pablo II.
En su nuevo libro, "Lo que yo creo", Küng reafirma su pensamiento anticatólico y sus herejías teológicas, el sincretismo con iglesias cristianas, atribuyéndose el ser testigo “de algunos éxitos”, sobre todo bajo Juan XXIII y durante el Concilio Vaticano II.
En el texto, el hereje dice que también ha tenido que “encajar reveses, en especial bajo los papas postconciliares: ellos y su aparato curial de poder traicionaron el concilio reformista y pusieron de nuevo en pie, a fin de bloquear cualquier reforma, el sistema romano, antirreformado y antimoderno propio de la Edad Media, con un colegio episcopal por entero domesticado".
Un típico artilugio del modernista es proclamarse católico para introducir un “pero” herético. Así, Küng al hablar de la unidad de las iglesias dice, tras reconocerse como un miembro fiel de la Iglesia: "creo en Dios y su Cristo, pero no creo ‘en’ la Iglesia. Rechazo toda equiparación de la Iglesia con Dios, todo infatuado triunfalismo y todo egoísta confesionalismo, permanezco abierto a la entera comunidad cristiana de fe, a todas las iglesias".
Sus palabras implican explícitamente que abjura del Catolicismo, de la Iglesia que Jesucristo fundó sobre Pedro. Pretende una “iglesia ecuménica”, donde el ecumenismo no es proclamar la verdad católica ante otros cristianos no católicos, sino un sincretismo donde la Verdad es sustituida por un diálogo sincretista, y la Tradición por una negociación doctrinal y litúrgica. Así, surgiría una nueva religión: el “ecumenismo”, con sus dogmas y liturgias sincretistas, que no responde a la herencia recibida desde el mismo Jesucristo.
¿Inventarán a San Ecumeno, fundador de la Nueva Iglesia Ecuménica, donde todos los cristianos son iguales, con o sin Purgatorio, con o sin Sacramentos, con o sin Transubstanciación, con o sin Papa que asegure la Tradición de la Iglesia? ¿Cuál será el rostro de San Ecumeno?
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