Los rumores cunden sobre el “modus operandi” de los kirchneristas: comprar campos mediante testaferros, acciones en negocios petroleros y mineros, la utilización de herramientas políticas para obtener beneficios económicos personales (por ejemplo mediante el veto presidencial de la Ley de Glaciares o la aplicación del Decreto 125, o la Ley de Medios hecha a medida que les facilita la compra de medios provinciales).
Hay empresas que surgen como de un día para el otro y tienen una expansión increíble con una velocidad que pocos capitales podrían sostener. A ello se suman las empresas constructoras que se autoadjudican obras públicas con sello de empresarios locales y manejando las provincias del interior de ese modo.
Medios noticiosos del interior actualmente indican que los empresarios kirchneristas tienen intención de comprar las empresas constructoras de Chubut, de modo que el Gobierno Nacional anexaría Chubut a Santa Cruz mediante negocios para unas pocas empresas oficialistas, como las principales empresas viales y las de construcción Rigel SA, Lázaro Báez y Rudy Ulloa, que han sido denunciados por el Gobernador de esa Provincia.
Surge así “Chubut Construcciones”, cuyos dueños trelewenses tienen como socio nada menos que al mismísimo Yahuar (actual Sec. de Pesca de La Nación, a quien Mario Das Neves trató públicamente de sinvergüenza y corrupto) para que le cierre negocios.
"No vamos a permitir que esto sea un lugar de desembarco de empresarios corruptos, que se quedaron con toda la obra pública de Santa Cruz", afirmó el Gobernador para indicar que "tienen alambrada la provincia y desde hace un tiempo tratan de incursionar en Chubut", declaró Das Neves, aclarando que la maniobra, al igual que lo que sucede en el resto del país, se lleva a cabo también para comprar los medios locales protegidos por la nueva Ley de Medios K.
El ministro Coordinador, Pablo Korn, advirtió también "la llegada" de otras fuerzas políticas a Chubut "para comprar medios y empresas constructoras”.
Según informan los medios locales de Chubut, el “modus operandi” oficialista consiste en asfixiar a las empresas chicas con los pagos, y después aparecen las empresas “amigas” y las compran casi al borde de la quiebra.
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