UN NUEVO AÑO COMIENZA

Por: Ricardo Díaz

Comenzamos a transitar un nuevo año. Esto no es ninguna novedad, pero, sí, puede servir este sabido dato, para reflexionar, sobre todo si estamos de vacaciones, tiempo ideal para pensar, meditar, analizar sobre lo vivido hasta ahora, en qué cuestiones estuvimos bien, en cuáles estuvimos mal. Qué cosas deberíamos corregir, cuáles deberíamos desterrar de nuestra vida. ¿Cómo está la relación con Dios? ¿Rezamos, dialogamos con Él? ¿Obedecemos sus mandatos ó vivimos como si no existiera?. Una vez terminada esta reflexión sobre nosotros mismos, es altamente probable que nos conozcamos un poco más a nosotros mismos, según la prescripción griega.

Luego deberíamos continuar respecto de la familia: nuestra relación con ella; cómo nos compartamos hasta ahora y cómo deberíamos comportarnos desde ahora; ¿hemos cuidado de ella? ¿ó la rutina, el exceso de trabajo o trabajos, el correr de aquí para allá casi enloquecidos, hizo que la descuidáramos?. Todo esto lo deberíamos reflexionar a la luz del Evangelio, en donde se nos muestra a un José totalmente ocupado de su familia, además de sus tareas como carpintero, siguiendo al pié de la letra los mandatos divinos recibidos en sus sueños.

Después deberíamos continuar nuestra meditación con respecto a la Patria: ¿realmente la amamos? ¿trabajamos y actuamos para contribuir a que tengamos una nación mas digna, sin leyes antinaturales, sin cultura de la muerte, sin inseguridad, con mejor educación, mejor salud, sin un tercio de la población bajo la línea de la pobreza, con plena ocupación y sin inflación ni índices mentirosos?

Todas estas reflexiones deberían servirnos para comenzar mejor un nuevo año. Un conocido mío, cuando saluda, no dice: “que tengas un buen día”; dice: “que elabores un buen día”. Y nosotros tendríamos que decir de la misma manera que el: “que elabores un buen año”.

Y no nos olvidemos de la enseñanza griega: “Conócete a ti mismo”. Dios nos bendiga, a nosotros y a nuestra querida Patria.