Por Silvio H. Coppola
Como se recordará, allá por el mes de marzo de este año, llegó por la vía diplomática correspondiente, un exhorto con origen en Suiza, donde la justicia de ese país pide del nuestro, averiguación sobre lavado de dinero y otras minucias, en que estarían implicados Hugo Moyano, Secretario General de la CGT y su hijo.
Casualmente el exhorto cayó por sorteo ante el Juzgado Federal a cargo del Dr. Oyarbide, juez apto para solucionar cualquier problema que ataña a funcionarios gubernamentales o a la esfera de sus intereses.
Inmediatamente Moyano y su círculo promovieron acciones tendientes a la anulación de su trámite, con argumentos tales como que el referido exhorto violaba la soberanía nacional, los intereses del movimiento obrero y otros ingredientes, pero no desde luego, los propios de la familia de las personas a investigar.
En tiempo récord se resolvió por el juez en cuestión el rechazo del mismo, para lo que contó con el apresurado dictamen fiscal previo y todo terminó el 18 de marzo, debido a la urgencia demostrada desde arriba, y no precisamente por Nuestro Señor, para que todo se resolviera de acuerdo a los intereses del propio Moyano. Así fue rechazado el exhorto, según se afirmó, por falta de requisitos que hacían a su forma.
No obstante y por si acaso, Moyano movió los hilos correspondientes y organizó mediante los camioneros, un paro general de protesta para el lunes 21 de marzo. Paro que el propio interesado dejó sin efecto per se, debido a conocerse a última hora del día 18, el rechazo del trámite solicitado por los suizos. Y ahí aprovechó para ratificar su alianza con la compañera Kirchner. Alianza desde luego contra natura, entre los antiguos sindicalistas y los resabios del montonerismo expulsado por Perón el primero de mayo de 1974, ahora a cargo del gobierno nacional.
Pero de todas maneras, se conoció la inquietud del sindicalista ante este nuevo trámite judicial en que se pudo y puede verse mezclado y así fue como reclamó soto voce a la primera dama y a su círculo aúreo, de que cómo habían dejado pasar desde la Cancillería el mencionado exhorto y cómo fue que no lo pararon a tiempo, no debiéndosele dado en absoluto ingerencia al poder judicial y menos dejar que trascendiera la cuestión al público.
Ahora bien, los cándidos suizos, a poco más de tres meses de lo relatado, insisten con el tema e ingresaron un exhorto complementario del anterior, subsanando los aparentes vicios de forma que contenía (copia de leyes en definitiva).
Pero ahora sí, el pedido fue bloqueado directamente desde la Cancillería argentina y vuelve a ser rechazado, esta vez más rápidamente que la anterior y por el propio ministerio, por considerárselo insuficiente. Estos últimos datos fueron proporcionados por la edición de hoy (1/7/2011) del diario Clarín de Buenos Aires y marcan la tendencia indudable de protegerse las espaldas entre el gobierno y el sindicalismo oportunista que hasta ayer nomás, buscaba sin éxito cargos en las listas que prepara el poder público para las próximas elecciones y que por ahora nomás, se conforma con que no sean molestados sus jefes, mientras realizan sus negocios.
Pero claro, esto por ahora. No deben olvidar que con el puñal en la espalda, esperan desde el gobierno que ya no los necesiten, que puedan dar pasos en falso y entonces acabar con este sindicalismo de hoy en día, que aunque nada tenga que ver con la figura de Perón, puede algún día aumentar su poder y disputarles el trono del poder público.
Moyano por ahora zafa, pero está como Damocles, con la espada sobre su cabeza.
LA PLATA, julio primero de 2011.
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